Una investigación reveló que las personas que se deprimen cuando están internadas no logran superar la tristeza durante algunos meses
Infobae.com
23 de mayo
Al menos uno de cada cinco pacientes hospitalizados por ataques cardíacos en Estados Unidos padece depresión grave, según un informe difundido hoy por la Agencia federal de Investigaciones de Asistencia Médica y Calidad (AHRQ).
El documento indica que, incluso, estos pacientes pueden ser más propensos a necesitar atención hospitalaria un año después de su primer ingreso en el centro médico.
También tienen tres veces más posibilidades de fallecer a causa de un ataque futuro de corazón u otros problemas cardiacos que otras personas con la misma dolencia.
La AHRQ dijo que las evidencias científicas en que se basa el informe indican que entre el 60 y 70 por ciento de las personas que sufren depresión cuando son hospitalizadas por un ataque cardiaco siguen padeciendo este trastorno de uno a cuatro meses o más tarde, tras ser dadas de alta.
Este organismo, que pertenece al Departamento de Salud estadounidense, añade que la depresión grave tiene una duración de dos semanas o más.
Está acompañada por cinco o más síntomas -como sentimientos de tristeza, desesperación, pesimismo y pérdida general de interés en la vida-, que obstaculizan la posibilidad de llevar a cabo actividades cotidianas normales.
Los científicos también descubrieron que, durante el primer año posterior al ataque cardiaco, los pacientes aquejados de depresión severa pueden afrontar retrasos en su regreso al trabajo y deterioro en la calidad de vida, salud física y psicológica.
Según datos hospitalarios nacionales, en el año 2002 fueron dados de alta aproximadamente 765.000 estadounidenses tras ser sometidos a tratamiento por un ataque cardiaco.
"Este informe proporciona la evidencia científica que necesitan saber las clínicas acerca del predominio de la depresión en supervivientes de ataques cardiacos, cómo la misma afecta a esos pacientes, y la necesidad de tratar precozmente la enfermedad", dijo la directora de AHRQ, Carolyn Clancy.
La Academia Estadounidense de Médicos de Familia, que encargó la revisión de datos, prevé utilizar el informe de hoy para la creación de directrices sobre nuevas prácticas clínicas.
Los científicos hallaron sustanciales evidencias de que el uso de ciertos antidepresivos, como los inhibidores selectivos de reutilización de serotonina, son efectivos en la reducción de los síntomas de depresión en los pacientes tras un ataque cardiaco.
Los investigadores, encabezados por David Bush y Roy Ziegelstein, no pudieron llegar a conclusiones respecto a si la frecuencia del consumo de medicamentos necesarios para el tratamiento de problemas de corazón, o los mismos procedimientos cardiacos, están influidos por la depresión.