Gerontologia - Universidad Maimónides

Julio 23, 2005

Memoria falaz

Alzheimer

La padece una de cada nueve personas de más 60 años; la actividad física reduce las probabilidades de aparición

La Nación
Sábado 23 de julio de 2005

Durante los primeros años del siglo XX el neurólogo alemán Alois Alzheimer estudió los síntomas que presentaba una paciente internada en un asilo de Frankfurt.
Cuando Auguste D., la mujer en cuestión, murió, el doctor publicó, en 1907, las conclusiones de su estudio en un libro.
La enfermedad que hoy lleva su nombre afecta a una de cada nueve personas de más de 60 años y se caracteriza principalmente por el deterioro progresivo de las facultades cognitivas.
“Se produce por una precipitación entre las neuronas de una sustancia química llamada beta mieloide que las va dañando. No se sabe por qué ocurre esto, pero sí que es nocivo”, explicó el doctor Alejandro Andersson a LA NACION LINE.
Asociada estrechamente a la vejez, también existe una forma de aparición temprana que es hereditaria. En estos casos, no muy comunes, puede aparecer a los 40 o 45 años.
Poca retención de los sucesos recientes, desorientación, además de cambios bruscos del estado de ánimo son algunos de los signos más comunes.
La depresión se verifica en muchos enfermos, a los que les resulta difícil aceptar las nuevas formas de relación con el mundo que los rodea.
Los cambios de conducta pueden traer descuido de la persona. Algunos, por ejemplo, no se alimentan bien y pierden peso.
Más de la mitad de los casos de demencia que se verifican en personas mayores se deben a la enfermedad de Alzheimer. Sin embargo, Andersson advierte en este punto: “La demencia puede asociarse también a los problemas circulatorios cerebrales. Los infartos en el cerebro provocan la muerte de las neuronas, lo que trae deterioro intelectual”.
Según algunas estadísticas, la mujer tiene un 30% más de probabilidades de padecerla, lo que se atribuye a la mayor expectativa de vida con respecto al hombre.
Alternativas para encarar la enfermedad
Al margen de los tratamientos con medicación, el estímulo intelectual y físico es esencial. El doctor Andersson señala que en las personas con actividad física la enfermedad incide un 50% menos.
En el servicio de hospital diurno del Rivadavia se recibe alrededor de 40 personas por día, de las cuales un 75% tiene Alzheimer.
La doctora Irma Revour, psicóloga especialista en esta enfermedad, coordina talleres para mantener “conectados” a los pacientes.
“Tenemos distintos grupos. Se realizan actividades de estimulación como talleres de reflexión, lectura de noticias, comprensión de textos. También ejercicios físicos, coordinados por una kinesióloga”, señaló.
Asimismo, se hacen talleres para aconsejar a los que cuidan pacientes con esta enfermedad. Al perder el sentido de orientación, los vínculos de dependencia que se generan son muy fuertes. Según estadísticas, en Estados Unidos hay más de 20 millones de personas involucradas en el cuidado de los pacientes, lo que es un número bastante elevado si se lo compara con el de pacientes, estimado en 4.000.000.
“Lo principal es ser comprensivos. Entender que estos enfermos perdieron muchas de sus funciones anteriores”, concluyó Revour.

Virginia Lauricella
De la Redacción de LA NACION LINE

Más información: www.alzheimer.com.ar

http://www.lanacion.com.ar/723358

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Julio 23, 2005 08:43 PM