Gerontologia - Universidad Maimónides

Agosto 27, 2005

El 20% de las muertes por insuficiencia cardiaca se evitarían con un simple llamado telefónico

Así lo demostró un estudio argentino que acaba de publicarse en el British Medical Journal. Las llamadas regulares son realizadas por enfermeras especializadas. El objetivo es educar y ofrecer apoyo para lograr el cumplimiento del tratamiento y el autocontrol por parte del paciente.

Mariana Nisebe. De la Redacción de Clarín.com
mnisebe@claringlobal.com.ar
Sábado | 27.08.2005

Para orgullo argentino, esta semana la prestigiosa revista British Medical Journal publicó un estudio local que demostró que el seguimiento regular telefónico de personas con insuficiencia cardiaca crónica por parte de enfermeras entrenadas es capaz de reducir un 20% la mortalidad por todas las causas de la enfermedad y un 30% las internaciones. Esta dolencia, que es la principal causa de hospitalización en las personas mayores de 65 años, es consecuencia de enfermedades vinculadas con las afecciones cardíacas como el infarto, la hipertensión, las valvulopatías y el Mal de Chagas. En sus resultados, el trabajo aclara que en cada llamado, el propósito era educar y ofrecer apoyo para lograr el cumplimiento del tratamiento y el autocontrol por parte del paciente.
La insuficiencia cardiaca, explicó a Clarín.com el doctor Daniel Ferrante, médico cardiólogo y uno de los autores de este estudio, afecta aproximadamente al 2 por ciento de la población de nuestro país y “es un problema de salud discapacitante, que requiere repetidas internaciones, afectando la calidad de vida e incrementando los costos del sistema de salud”. Y destacó: “Muchas de estas internaciones de deben a la falta de adherencia de los pacientes a la dieta y a la toma de medicamentos, que mantiene controlada la enfermedad”. En los últimos años, agregó el especialista, ya se habían realizado investigaciones para favorecer el cumplimiento de sus tratamientos por parte de los pacientes, pero estas intervenciones se realizaron en centros extranjeros muy especializados. El objetivo con este trabajo era “realizar una intervención simple, basada en un seguimiento telefónico, brindando asesoramiento y educación para aumentar el cumplimiento y autocuidado de los pacientes”. De ahí la importancia de este trabajo Made in Argentina.
Para esta investigación, realizada por el Grupo de Estudio de Sobrevida de la Insuficiencia Cardiaca en la Argentina (GESICA) con más de 10 años de investigación clínica en nuestro país, se analizó a 1.518 pacientes de todo el país, atendidos en 60 centros asistenciales, desde Tierra del Fuego a Jujuy. Todos los que participaron fueron seleccionados entre quienes estaban en el Registro Nacional de Insuficiencia Cardiaca y fueron seguidos por su cardiólogo de cabecera, pero la mitad de ellos recibió llamadas regulares de las enfermeras especializadas en insuficiencia cardiaca. El estudio “demandó 2 años, realizándose luego un año de evaluación adicional y requirió cerca de 17.000 llamadas telefónicas”, destacó el cardiólogo.
Los llamados iniciales, realizados desde el centro coordinador de nuestro grupo, explicó el doctor Ferrante, “tenían la finalidad de conocer las características de los pacientes y establecer una buena relación. En los llamados subsiguientes, se iban tratando diferentes temas de educación y asesoramiento: dieta, actividad física, medicación, consultas de urgencia, etc. En cada llamado también se relevaban datos del estado clínico y conductas de los pacientes. Los más inestables o que no cumplían con su tratamiento eran llamados con mayor frecuencia hasta lograr los objetivos”. Además, aclaró el especialista, se realizó un estricto control de calidad de la intervención, además de mantenerse la confidencialidad de la información. Los datos que se recopilaban se referían al estado clínico en cada llamado y al cumplimiento con el tratamiento; y se ingresaban en un software, que asignaba automáticamente el intervalo de llamadas de acuerdo a criterios preestablecidos.
Al realizar un análisis económico de la implementación de este programa; se llegó a la conclusión que a pesar que la intervención telefónica significó un costo adicional en el cuidado de los pacientes, la importante reducción en las internaciones generó que el costo anual por paciente fuera menor en aquellos que recibieron las llamadas telefónicas que los que no, ahorrándose $181 por año por paciente. Esta cifra no es nada insignificante, al contrario. Según nuestras estimaciones, destacó el doctor Ferrante, si se reducen en un 30% las internaciones y se implementa el sistema en todo el país existiría un ahorro neto (a pesar de los costos del programa) de 70 millones de pesos, que podrían ser reasignados a otras áreas prioritarias de la salud pública. Incluso, este ahorro es aún más significativo en pacientes de mayor riesgo.
Por lo tanto, hay que resaltar la importancia de este estudio no solo a través de sus resultados positivos y el impacto sobre la enfermedad, sino también por lo que representa para el continuo esfuerzo de investigadores argentinos de acceder a espacios de difusión internacionales tan prestigiosos como el que brinda la British Medical Journal. Y, junto al trabajo del doctor Ferrante; hay que destacar a todo el equipo integrado por los doctores Hernán Doval, Hugo Grancelli, Daniel Nul, Sergio Varini, Raúl Badra, Gustavo Cerezo, Carola Zambrano y Saúl Soifer. Por último, concluyó el doctor Ferrante, cabe mencionar que ninguno de los estudios que realizaron un seguimiento de este tipo en el mundo incluyó este número de pacientes por un tiempo tan prolongado. Y lo mejor: la central telefónica sigue funcionando.

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Agosto 27, 2005 10:19 AM