Gerontologia - Universidad Maimónides

Septiembre 06, 2005

Un cóctel de drogas reduce un 25% las muertes por infarto

ESTUDIO EUROPEO CON 19.000 PACIENTES

También, un 25% el riesgo de derrame cerebral. Es la combinación de dos fármacos para la presión arterial y uno para bajar el colesterol. Hace años que se usan, pero nunca fueron probados los tres juntos.

Gabriel Giubellino.
ggiubellino@clarin.com
Martes | 06.09.2005

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Un cóctel de drogas conocidas, pero combinadas como nunca antes, fue presentado en la Sociedad Europea de Cardiología con la pretensión de ser considerado revolucionario en la prevención de infartos y accidentes cerebrovasculares. El mayor estudio sobre alta presión circulatoria realizado en Europa demostró que la combinación de dos drogas contra la hipertensión y otra que baja el colesterol reduce un 25% los riesgos de accidentes cerebrovasculares y un 25% las muertes cardiovasculares. Y el 11% el fallecimiento por cualquier causa. Publicado ayer en The Lancet, el anglo-escandinavo estudio Ascot (www.ascotstudy.org) monitoreó a 19.000 pacientes del Reino Unido, Irlanda y Escandinavia con alta presión y riesgo moderado de padecer ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares. Desplegaron dos estrategias de tratamiento y las compararon. Lo explica el doctor Osvaldo Masoli, presidente de la Fundación Cardiológica Argentina: "En el tratamiento hasta ahora común, comenzábamos con diuréticos o betabloqueantes. Si había que agregar alguna droga, utilizábamos algunas de las dos no usadas. Este estudio implica un cambio de paradigma en el tratamiento contra la hipertensión". En el estudio Ascot se comienza con drogas que no forman parte de la primera línea de tratamiento habitual, amlodipina (bloqueador del canal de calcio) y perindopril (inhibidor de la enzima convertidora de la angiotensina), con una droga que "baja" el colesterol, como la atorvastatina. "Estas drogas están disponibles en todo el mundo", resalta el estudio. Por vías diferentes, ambos medicamentos actúan como vasodilatadores. "Ascot es el primer estudio que demuestra definitivamente que las nuevas drogas que bajan la presión reducen los casos de ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y nuevos casos de diabetes significativamente más que la ampliamente utilizada combinación de betabloqueantes y diuréticos", se afirma en la presentación. De hecho, comparando ambos tratamientos, con el agregado de la droga anticolesterol, el "nuevo" tratamiento reduce un 44% el riesgo de accidentes cerebrovasculares y 48%, los coronarios, comparados con el "viejo". Los propagadores de Ascot van más lejos cuando auguran que se espera que este descubrimiento cambie el tratamiento contra la presión alta en todo el mundo. Adicionalmente, sugieren que la mayoría de los pacientes hipertensos deberían comenzar a tomar la droga que reduce el colesterol, aun en aquellos que no tienen el colesterol alto. De todos modos, dejaron un concepto: aquellos que toman betabloqueantes y diuréticos no deberían suspender la terapia. Los coautores del estudio, Björn Dahlöf, de la Universidad de Gothenburg, Suecia, y Peter Sever, del Centro Internacional para la Salud Circulatoria de London, dijeron: "Los diuréticos y betabloqueantes son una combinación probada y efectiva para bajar la presión arterial y sus riesgos asociados. Lo que Ascot ha demostrado es que para muchos pacientes la combinación de nuevas drogas podría ser una mejor opción aún". Ahora bien, ¿cómo repercute tamaña noticia, un estudio con aires fundacionales, en la clínica real, en el día a día del médico con su paciente? "En el mundo real, tarda bastante en tener una traducción clínica; a veces pasan años hasta que haya un cambio en la medicación —dijo el doctor Osvaldo Masoli—. En primer lugar, porque es el primer estudio y a pesar de que se hizo sobre 19.000 pacientes, habrá que esperar otros trabajos que lo confirmen. En segundo lugar, porque cuando uno tiene un paciente controlado, es poco probable que cambie el tratamiento. Una cosa es la estadística; otro, el individuo". Otro especialista consultado por Clarín, Jorge Tartaglione, jefe del Servicio de Prevención del Hospital Churruca y también miembro de la Fundación Cardiológica Argentina, llamó la atención sobre otro punto. Didáctica y llanamente, dijo: "Esas drogas pueden ser muy buenas, pero si no se baja de peso, sino se controla la alimentación, si se come con sal, etc., cualquier droga que el paciente tome será tirar margaritas a los chanchos". Y terminó: "En la Argentina el 23% de la gente es hipertensa, y la mitad no lo sabe. Lo importante, entonces, es controlarse la presión arterial".

Cifras en el país

Según el Ministerio de Salud y Ambiente, en 2003 murieron 302.064 personas en la Argentina. El 31,5% (95.090) por enfermedades del sistema circulatorio.

Comercio y medicina
Oscar Angel Spinelli
ospinelli@clarin.com

Cada tanto aparecen estudios que comparan los efectos de unas drogas contra otras. En este asunto hay una faceta comercial y una médica. A los laboratorios les interesa promover sus fármacos. Muchos financian los estudios. Los laboratorios de los remedios perdedores ("del más amplio estudio jamás realizado", publicitan) suelen enojarse. El lado positivo es que la competencia conduce a mejores tratamientos; también, a posibles ajustes terapéuticos. En algún punto surge la discusión de los médicos sobre cuál es el camino correcto. Los pacientes deben saber que los antihipertensivos y los anticolesterol hace décadas que se usan. Alguien ostentando 9-14 de presión o un colesterol total mayor a 220 no tiene que sentarse a pensar si consumirá o no remedios. Obvio que están las dietas y los ejercicios. Pero no siempre alcanzan.

Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Septiembre 6, 2005 08:08 PM