Las estatinas actúan incrementando el óxido nítrico en el sistema cardiovascular, lo que puede ayudar a las células dañadas tras el infarto
WebSalud.com
17/09/2005
Un estudio demuestra el efecto cardioprotector de la terapia
La administración precoz de estatinas -en las primeras 24 horas- en personas que han sufrido un infarto de miocardio reduce a la mitad el riesgo de mortalidad, así como de otras complicaciones. Así lo demuestra un estudio llevado a cabo en la Universidad de California (EE.UU.) y publicado en el último número de la revista American Journal of Cardiology.
Según un nuevo estudio, dirigido por el doctor Gregg C. Fonarow, profesor de Cardiología de la Universidad de California, la terapia precoz con esta familia de fármacos, empleados principalmente para reducir los niveles de colesterol en sangre, puede ser esencial en la disminución de la mortalidad y de otras complicaciones en los pacientes que han sufrido un infarto.
Para Fonarow, esta investigación demuestra, a partir de los datos recabados en importantes ensayos clínicos, los efectos cardioprotectores de las estatinas cuando se administran inmediatamente después la isquemia cardiaca.
Para llegar a estas conclusiones, los investigadores analizaron los datos de más de 170.000 pacientes hospitalizados por inquemias miocárdicas, que habían sido recopilados en el Registro Nacional de Infarto de Miocardio de Estados Unidos. Así, encontraron que los pacientes que habían sido tratados con estatinas durante las 24 horas después de sufrir el infarto y antes de su hospitalización, registraban un riesgo de muerte hospitalaria un 54% menor de los que no habían recibido dicha terapia.
Por otro lado, los autores apuntan que los pacientes a los que no se les aplicó la terapia previamente, pero que sí recibieron el tratamiento en las 24 horas siguientes al ingreso, redujeron también el riesgo en un 58%.
Más estudios
Por otra parte, las conclusiones extraídas del análisis también apuntan que el tratamiento precoz con estatinas, reduce la incidencia de la parada cardiaca y shock cardiogénico, así como la de ruptura cardiaca y fibrilación ventricular, dos complicaciones habituales tras el infarto de miocardio.
Según el doctor Fonarow, las estatinas actúan incrementando el óxido nítrico en el sistema cardiovascular, lo que puede ayudar a las células dañadas tras el infarto cardiaco ya que, entre otros beneficios, estos compuestos reducen la inflamación.
Aunque éste no es el primer estudio que sugiere el efecto protector de las estatinas administradas inmediatamente después de un infarto, según explica esta especialista, será necesario desarrollar nuevos ensayos clínicos que corroboren estos resultados y permitan valorar si se debe incluir la administración precoz de estatinas en el tratamiento estándar del infarto agudo de miocardio.
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