Implantan a un argentino un aparato que envía mensajes a su cardiólogo
POR PRIMERA VEZ EN AMERICA LATINA
Desde el 22 de setiembre, un paciente argentino se convirtió en el primer hombre en América latina en llevar un aparatito en su cuerpo que le informa a su médico —vía e-mail, mensaje de texto o en un sitio Web seguro— cómo está funcionando su corazón.
Sábado | 15.10.2005
Clarín
La prótesis se llama cardiodesfibrilador con transmisión de electrocardiogramas a distancia y se la colocó el doctor Sergio Dubner, Jefe de Electrofisiología y Marcapasos de la Clínica y Maternidad Suizo Argentina. Lo hizo en una operación que duró algo más de una hora.
El cardiodesfibrilador es un instrumento conocido. Este año se cumplieron 25 años de la primera vez que se colocó uno a un paciente. En realidad, es una prótesis implantada debajo del músculo del pecho, capaz de detectar una arritmia grave y de responder en pocos segundos con un tratamiento que rescate al paciente de un episodio de muerte súbita. "Es un pequeño laboratorio que es capaz de descargar electricidad para que un corazón vuelva a su normalidad"; explicó a Clarín, Dubner.
En el país —según la empresa Biomédica Argentina que lo distribuye— se colocan entre 500 y 600 por año. Lo novedoso es que este equipo además de registrar todas las funciones vitales relacionadas con el electrocardiograma y las alteraciones electrónicas, en este caso envía al médico un informe completo con el que le indica al profesional cómo está el paciente.
La única condición que debe cumplirse para la trasmisión es que el paciente tenga en un radio de 4 a 6 metros un teléfono celular, que no puede usar para hacer llamadas. Así el móvil trasmite cualquier anormalidad que la prótesis detecte en el corazón, aunque también hace informes diarios programados y de rutina. Los datos recolectados son trasmitidos a Berlín. En la capital alemana una central recibe —vía satélite— lo que emitió el aparato y realiza un diagnóstico computarizado. Esos datos son los reenviados al médico en Argentina.
Así, el modelo Dumos DR-T transmite mensajes en distintas situaciones. La primera, programada, es un resumen de lo que ocurrió en el día. La segunda, el médico puede recibir un informe ante un evento que el defina en la programación del software. Por ejemplo, cuando el paciente sufra una taquicardia determinada. La tercera, el paciente, utilizando un imán que coloca sobre el equipo, puede ordenar la transmisión de datos ante una situación que a él le parezca.
"Todo esto demora menos de un minuto —aclara Dubner—. Pero esto no es un sistema de emergencia".
De esta forma, desde fines de septiembre, el empresario —del que se resguarda su identidad— está controlado permanentemente. Es un hombre de 72 años, muy activo y que viaja mucho. Su alerta anterior se la dio un desmayo provocado por una taquicardia ventricular sostenida, que es una arritmia tan severa que si persiste está en riesgo la vida. Ahora, la próxima vez no llegará a tanto. El aparato reaccionará con una terapia y su médico estará al tanto de lo sucedido.
Publicado por Licenciatura en Gerontología el día: Octubre 15, 2005 10:50 AM