El ejercicio aumenta un 6% la masa ósea
El jueves es el día mundial de este trastorno; el lema de este año insta a aumentar la actividad física como prevención
La Nación
Martes 18 de octubre de 2005
Desde que su madre se fracturó por primera vez la cadera a causa de la osteoporosis y los médicos le dijeron que ésa era una enfermedad hereditaria, Celia Casals decidió que haría todo lo posible para no repetir la historia. Por eso, cuando a los 50 años una densitometría ósea le reveló que sus huesos estaban descalcificados y que el peligro de fractura era inminente, Celia decidió darle pelea a la enfermedad.
"Decidí hacer justo lo que mi madre no había hecho: respetar el tratamiento y hacer actividad física –cuenta esta psicóloga de 64 años–. Hasta ese momento, con tres títulos universitarios, era intelectualmente activa, pero de ejercicios nada. Empecé con yoga y después fui a un gimnasio... y me encantó. Desde entonces fui evolucionando: hice gimnasia aeróbica, step, musculación, aerobox y ahora estoy corriendo."
¿Y los huesos? "Según la última densitometría, están casi dentro de parámetros normales –responde–. Mejoré enormemente de la osteoporosis y no he tenido ni fracturas ni problemas relacionados con la enfermedad."
Estimular la actividad física es, justamente, el objetivo central del Día Mundial de la Osteoporosis que se celebra este jueves en el mundo. "¡Muévalo o piérdalo!", en alusión al esqueleto, es el lema elegido por la Fundación Internacional de la Osteoporosis (IOF, según sus siglas en inglés) para informar sobre su utilidad en la prevención y el tratamiento.
"En la niñez y la adolescencia, la actividad física es necesaria para desarrollar al máximo el potencial óseo, pues los huesos crecen sólo hasta los 20 años. De ahí en adelante, el ejercicio ayuda a mantenerlos sanos, evitando la pérdida ósea que puede llevar a la osteoporosis", afirma el doctor José Zanchetta, representante de América latina en el Comité Directivo de la IOF.
"Quien lleva un estilo de vida sedentario –agrega– puede aumentar hasta un 6% su capital óseo al hacer actividad física, lo que reduce su riesgo de fracturas."
El sedentarismo, por el contrario, demostró ser un camino directo a la descalcificación. "Estudios en pacientes inmovilizados por largos períodos muestran que tras 180 días sin movimiento, los huesos pierden el 60% de su masa ósea", dice Zanchetta.
¿Por qué es necesario moverse para no perder hueso? Porque los osteocitos (células encargadas de mantener en forma el esqueleto) dirigen la formación de hueso sólo donde "creen" que hace falta. Y para determinar cuáles son los huesos en los que hay que reponer masa ósea se guían por la resistencia mecánica que perciben a través de los tendones.
"Los músculos terminan en los tendones, que están pegados a los huesos –explica–. Cuando uno contrae un músculo está tironeando del hueso; cuando los osteocitos perciben esa resistencia activan los osteoblastos, las células formadoras de hueso."
Pero la actividad física no sólo ayuda a mantener la salud de los huesos. "También contribuye con la fuerza muscular y con la estabilidad de la persona, y ambas ayudan a disminuir las caídas", apunta el osteólogo. Un reciente estudio citado por la IOF en su informe sobre el Día Mundial de la Osteoporosis 2005 revela que la práctica del tai-chi reduce un 47% el riesgo de caídas y un 25% el de sufrir una fractura de cadera en adultos mayores.
Es que estar activo no significa necesariamente practicar deportes con miras a participar en los próximos juegos olímpicos. De lo que se trata es de moverse para mantenerse saludable, pero también para sentirse mejor. "Creo que la actividad física es el descubrimiento más importante que hice en estos últimos años –acota Celia–. Me ha aportado una capacidad de trabajo extraordinaria, estabilidad emocional y un buen humor permanente."
Por Sebastián A. Ríos
De la Redacción de LA NACION
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