Una dieta con un alto consumo de betacarotenos, vitaminas C y E y zinc está asociada con un menor riesgo de degeneración macular asociada a la edad (DMAE), según un estudio del Erasmus Medical Centre, de Rotterdam (Holanda), publicado en el “Journal of the American Medical Association” (JAMA).
Jano On-line
28/12/2005
s científicos analizaron si los antioxidantes presentes en las comidas diarias podían jugar un papel en la prevención de la DMAE. El consumo dietético fue evaluado utilizando cuestionarios de frecuencia alimentaria y sus participantes se incorporaron entre los años 1990 y 1993, con un seguimiento hasta 2004. El estudio incluyó a habitantes de clase media de Rotterdam de 55 años o más. De las 5.836 personas bajo riesgo de DMAE, 4.765 proporcionaron datos dietéticos confiables y 4.170 participaron en el seguimiento con una media de ocho años por persona.
Durante este seguimiento, 560 personas desarrollaron la afección ocular, la mayoría de ellos en su fase inicial. El consumo de betacaroteno, vitamina C y E y zinc por encima de la media en comparación con el consumo de menos de la media en al menos uno de estos nutrientes, se asoció con un 35 por ciento menos de riesgo de DMAE. En las personas con un consumo menor de la media en los cuatro nutrientes, el riesgo de DMAE aumentó un 20%.
Según los científicos, el estudio sugiere que el riesgo de DMAE puede ser modificado por la dieta, en particular por la vitamina E y el zinc dietéticos. El consumo de vitamina E puede aumentarse a través de los productos integrales, aceites vegetales, huevos y frutos secos. Las altas concentraciones de zinc se encuentran en carne, aves de corral, pescado, productos integrales y lácteos. Las zanahorias, coliflores y espinacas son fuentes principales de betacaroteno y la vitamina C se puede encontrar en los cítricos, pimientos verdes, brócoli y patatas. El estudio también muestra que los alimentos ricos en estos nutrientes parecen ser más importantes que los suplementos nutricionales.
Aunque será necesario confirmar el estudio, los datos indican que un alto consumo de antioxidantes específicos procedentes de una dieta regular podría retrasar el desarrollo de la DMAE.
JAMA 2005;294:3101-3107