A parte de los diversos predictores en relación a la pérdida de masa ósea en el cuerpo, varios estudios han determinado la importancia de la genética como causa de la osteoporosis, factor directo, al mismo tiempo, de las fracturas. Se convierte así, en la consecuencia más importante de las fracturas patológicas entre la población anciana.
· R. Alonso - 29/12/2005
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Distintos factores se han asociado con el riesgo de sufrir osteoporosis. La edad es el factor más común. A partir de los 35 años, se comienza a perder la capacidad de regeneración ósea, aspecto de capital importancia, pues el hueso es un organismo vivo que está continuamente destruyéndose y formándose. La dieta y el estilo de vida también tienen un papel fundamental en la génesis de la enfermedad, por eso es recomendable realizar una dieta rica en calcio y practicar rutinariamente ejercicio físico.
Un estudio sueco, evaluó a más de 6.000 gemelos en la tercera edad que habían sufrido fracturas, evidenciando que en la mayoría de los casos la causa determinante era la osteoporosis. Además, el estudio concluye que la genética es un factor primordial en el desarrollo de osteoporosis.
A ello hay que sumarle que, debido al incremento en la expectativa de vida, cada vez existe un mayor número de ancianos y consecuentemente de fracturas osteoporóticas. Por eso, se ha planteado la rentabilidad de establecer programas que permitan la identificación de personas que tienen riesgo elevado de sufrir fracturas patológicas. Pero aunque en la actualidad, la determinación de la masa ósea es un excelente predictor del riesgo de futuras fracturas, no se puede emplear como técnica de screening porque es poco sensible.
La osteoporosis es una enfermedad caracterizada por la pérdida de hueso, es decir que en un volumen determinado de hueso la cantidad de tejido óseo es menor que la que debería ser. Los huesos pierden su característica textura para convertirse en estructuras frágiles sensibles, especialmente a los traumatismos.