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Abril 14, 2004
Robots como compañeros terapéuticos

sony.JPGJapón comenzó a utilizar modelos de alta tecnología que cooperan en los tratamientos de enfermos mentales y ancianos; si bien algunos investigadores están conformes con los resultados, otros plantean que esta metodología puede generar dependencia emocional

Publicado en La Nación Miércoles 14 de Abril de 2004

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La robótica pareciera estar revolucionando la medicina en Japón. En algunos hospitales ya comenzaron a utilizarse robots con formas humanas o de animales para diferentes terapias, especialmente aquellas aplicadas a pacientes ancianos o con trastornos mentales.

Japón es líder en la investigación y desarrollo de robots que funcionan como "compañeros" de los humanos. En los últimos años, empresas como Honda , Toyota o Sony se unieron para crear prototipos con sorprendentes capacidades, como correr, tocar la trompeta o realizar las tareas del hogar.

Si bien los científicos subrayan los resultados positivos del uso de esta tecnología, los tratamientos de este tipo generan también algunas controversias.

Los expertos que defienden este sistema afirman que los robots no solamente sirven como ayudantes (haciendo quehaceres domésticos o recordando la hora de tomar los medicamentos) sino que principalmente actúan como compañía de los pacientes, pese a que estas máquinas rara vez puedan mantener un diálogo básico. Además, destacan sus beneficios: el ahorro en los honorarios de enfermería y la satisfacción de los pacientes.

El profesor de Instituto Nacional de Ciencia de la Longevidad de Japón, Toshiyo Tamura, utilizó los robots con forma de mascota para estimular a pacientes ancianos. El ejemplar que puso a prueba fue el Aibo de Sony , que se asemeja a un pequeño perro. Pese a que el Aibo carece de programación sofisticada, los pacientes respondieron bien a los movimientos simples del robot, señaló Tamura.

Recientemente, Tamura y sus colegas publicaron los resultados de una investigación que indica que, en algunos pacientes, actividades como hablar, ver y tocar se incrementaron con la introducción de un robot en sus sesiones. "Jugar con los robots reduce los problemas de conducta y los enfermos ganan tranquilidad mental", afirmó Tamura.

El factor humano

Asimismo, algunos investigadores señalan que la terapia con robots no es muy diferente de la terapia con mascotas -en las que los animales ayudan a los pacientes- y la idea de que los enfermos se apeguen emocionalmente a las máquinas desconcierta a muchos.

Además, afirman que estos robots son solamente sofisticados aparatos que sólo sirven para el entretenimiento más que para acompañar enfermos y que, en la práctica, no resultan tan útiles debido a que sus creadores no llegan a comprender las necesidades de los pacientes.

Los expertos señalan que hay roles que indefectiblemente deben ser tomados por seres humanos y no por máquinas, ya que es sumamente importante que una persona de carne y hueso interactúe con los pacientes cara a cara.

Por su parte, el investigador de NEC System Technologies , Yasuyuki Toki, señala que debe estudiarse con atención la relación emocional de los humanos con las máquinas. "¿Qué ocurre si un paciente se encariña con el robot?", se cuestiona. "Habría que investigar si la gente será capaz de deshacerse del aparato cuando tenga algún desperfecto técnico que lo vuelva inútil".

Fuentes: Sillicon Valley , Usa Today y CNN
http://www.lanacion.com.ar/04/04/14/dg_592102.asp

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Falta mucho todavía para el robot “mucamo”

Revista Mercado
Jueves 15 de Abril del 2004

Hasta ahora, sólo hay robots en actividades militares e industriales. En el consumo masivo, sólo hay uno que funciona como aspiradora inteligente. Hay muchos obstáculos en el camino. Los principales, software, costo y la aversión de la gente.


Aibo es el perrito robot que Sony sacó en 1999. En los primeros 20 minutos - dicen voceros de la compañía - se vendieron en Japón 3.000 unidades y la fábrica no dio abasto cuando los consumidores estadounidenses se abalanzaron para llevarse uno a sus casas. El Aibo - cuyo nombre es, en realidad, la sigla inglesa para "robot con inteligencia artificial", se sigue vendiendo como pan caliente. En Sony calculan que este año venderán no menos de 50.000 unidades. Además, la empresa anunció públicamente el QRIO, prototipo de un robot humanoide de "entretenimiento", que camina, canta, agita los brazos y hasta patea la pelota.

Pero los críticos coinciden en que por más simpáticos que resulten, tanto el Aibo como el QRIO sólo sirven para divertir a la gente y publicitar la marca que los fabrica. Aibo cuesta unos US$ 1.600 y el QRIO costaría tanto como un BMW si llegara al mercado.

Más allá de estas máquinas futuristas, muy atractivas y muy caras, cuando se trata de robots para el consumo utilitario, el producto que más se vende es una humilde aspiradora.

El Roomba es un robot con forma de pizza que cuesta US$ 199. Tiene sensores y un software de orientación que le permite limpiar una casa sin intervención humana. Fabricado por iRobot, es el primero de una generación de robots de servicio para el mercado masivo. Actualmente, la amplia mayoría de las máquinas inteligentes que se fabrican son utilizadas en actividades militares o industriales. Muchos de los que intervienen en su producción, sin embargo, vaticinan que en poco tiempo más habrá robots cortando pasto, lavando autos o ayudando a viejos y enfermos.

iRobot sale a competir con los fabricantes tradicionales de aspiradoras, como Electrolux y Kärcher, que han desarrollado unidades robóticas que cuestan hasta US$ 1.700.

Alec Hudnut, presidente de Evolution Robotics, estima que en 2004 se venderán unos 500.000 robots de consumo masivo y que casi todos serán aspiradoras.

Pero los robots humanoides de avanzada como el QRIO de Sony y el Asimo de Honda van a tardar muchos años, si no décadas, en ser adoptados por el mercado masivo. Satoshi Amagai, jefe de la división robótica de Sony, dice que los desarrolladores deben mejorar la tecnología de sensores y de control de movimientos, además de desarrollar una inteligencia artificial mucho más sólida. Todo eso, mientras bajan considerablemente los costos.
Evolution Robotics pretende acelerar el proceso. La compañía estadounidense se describe como el único fabricante independiente de software robótico en todo el mundo. Su ambición es establecerse como el fabricante de software estándar para robots, algo así como Microsoft en el mercado de la computación personal.

El principal desafío en la construcción de robots humanoides será desarrollar software específico para cada tarea que el robot tenga que realizar. Por ejemplo, un robot mayordomo tendrá que poder ir a buscar un vaso de agua. Eso quiere decir que debe ser programado para abrir armarios, extender el brazo, tomar objetos con suavidad, bajarlos y depositarlos sobre una superficie, abrir una canilla y decidir cuándo el vaso está lleno. Esas tareas requerirían una enorme cantidad de sensores e inteligencia artificial que no son ni baratos ni simples. "En todo caso, el problema se puede resolver en laboratorio, pero bajarle el costo al proyecto es algo que llevará años", dice Hudnut.

Una probable característica de los robots de servicio del futuro será que probablemente no van a tener piernas. Eso es algo muy complejo y caro que no cumple ninguna función como no sea la de hacer que el robot se vea más humano. Los allegados a la industria coinciden en pronosticar robots con ruedas o con vías para deslizarse.

El robot humanoide tiene, además, otro obstáculo a superar: el recelo de la gente. Kishore Rao, deTrident Capital, dice que los consumidores no van a adoptar plenamente el concepto del robot humanoide hasta que no tengan la seguridad de que no encierran un peligro. Películas como Terminator y otras máquinas que buscan dominar la raza humana han hecho que la gente no se entusiasme demasiado con la idea de tener un robot en casa.

Este tema será protagónico próximamente en una película adaptada del libro "Yo, Robot" de Isaac Asimov, que trata sobre un autómata con forma humana implicado en un asesinato. La película deja la incómoda sensación de que los robots no son confiables.

Satoshi Amagai, jefe de la división robótica de Sony, dice que los fabricantes deben trabajar para superar esas ideas insistiendo en que los robots son confiables, no van a desplazar gente de los empleos y no serán ni difíciles de usar ni peligrosos.

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Abril 14, 2004 07:12 PM