Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Agosto 14, 2004
Novedades en el tratamiento del déficit de testosterona

testosteronaUn problema que afecta a más de 700 mil argentinos mayores de 50 años

Con el paso de los años, los niveles de esta hormona masculina disminuyen, con consecuencias como reducción del deseo sexual, falta de concentración, cansancio e irritabilidad, entre otras. Presentaron un gel de testosterona que ayuda a revertir los síntomas.

9  de agosto  de 2004  
PRO-SALUD News

En Argentina hay 3 millones y medio de hombres mayores de 50 años, de los cuales se calcula que unos 700 mil -el 20 por ciento- padece algún déficit de testosterona. Esto sucede porque con el correr de los años los niveles de testosterona -la principal hormona masculina- no permanecen estables y su disminución afecta al varón tanto física, psíquica como sexualmente.

En algunos casos, y a partir de los 40 años, este descenso puede ser muy importante y producir trastornos tales como fatiga, alteraciones en el estado de ánimo, ansiedad, depresión, pérdida de masa y fuerza muscular, incremento en la grasa abdominal, disminución del deseo sexual, disfunción eréctil y variación en el nivel de los glóbulos rojos, entre otros.

Las distintas capas de la piel
La producción de testosterona suele alterarse a muy temprana edad: se estima que 1 de cada 4 hombres mayores de 50 años presenta un déficit que modifica su calidad de vida y pone en riesgo su salud.

La novedad para tratar este déficit de la hormona masculina que ya está disponible en la Argentina, es un gel que contiene testosterona. Este gel se aplica a diario, por la mañana, sobre los hombros, brazos o el abdomen. Es incoloro y se seca en pocos minutos. De esta manera se evitan las inyecciones o toma de comprimidos y representa una alternativa sencilla y efectiva. El gel de testosterona es producido por el laboratorio Beta, y fue autorizado por la Administración Nacional de Alimentos, Medicamentos y Tecnología Médica (ANMAT) y por la Food and Drug Administration (FDA) de Estados Unidos, donde se utiliza con gran éxito desde 2002.

El médico urólogo y jefe de la Sección Andrología del Servicio de Urología del Hospital Italiano, doctor Gastón Rey Valzacchi, explica que "hasta el momento empleábamos tratamientos con inyecciones y comprimidos porque era lo disponible en el país. El problema es que los comprimidos tienen una vida corta en el organismo, por lo tanto hay que tomar varios por día y producen niveles muy variables de hormonas. El medio inyectable se aplica cada dos o tres semanas y produce también niveles variables".

"Cuando se aplica el gel con droga activa en el cuerpo, penetra y se queda en la capa de la piel llamada córnea -describió el jefe de la Sección Andropausia de la División Urología del Hospital de Clínicas, doctor Carlos Nolazco-. El producto se libera hacia la dermis, donde están los vasos sanguíneos que reparten la hormona por todo el cuerpo. Los niveles de testosterona se mantienen durante todo el día".

El doctor Pablo Knoblovits, médico andrólogo del Servicio de Endocrinología del Hospital Italiano afirmó que "la evaluación del éxito del tratamiento se establece a través de la medición de la eficacia clínica, es decir la reversión de los síntomas que motivaron la consulta, como los trastornos del ánimo, disminución de la fuerza muscular y de la masa ósea, o alteraciones del deseo sexual, más la constatación del análisis bioquímico del laboratorio".

"La mejoría de los síntomas a partir de la administración de testosterona está absolutamente demostrada, más allá del mecanismo empleado (gel, inyección o comprimidos). El beneficio de la suplementación de testosterona para quien la necesita, sin ninguna duda está comprobado", explicó Knoblovits.

Los estudios indicaron que el gel es seguro y bien tolerado pero la suplementación de testosterona está contraindicada para hombres con carcinoma en la mama o carcinoma conocido o sospechado en la próstata. El médico deberá hacer un chequeo previo antes de iniciar el tratamiento.

"Es importante diferenciar el origen de los síntomas, ya que muchos de ellos se presentan como parte natural del propio envejecimiento y sin déficit de testosterona, en cuyo caso no se debe indicar tratamiento -aclaró Nolazco-. Otras veces sucede a la inversa, que pese a constatarse la disminución de la hormona, el paciente no presenta síntomas, entonces tampoco correspondería tratarlo".

En cuanto al motivo de consulta, el Dr. Rey Valzacchi afirmó que "los hombres consultan por la disminución del deseo sexual, pero también suele detectarse déficit de testosterona a partir de fracturas o por alteraciones del estado de ánimo. Tanto el andrólogo, el urólogo, endocrinólogo como el médico clínico o de familia, están capacitados para detectar este síndrome clínico e indicar su tratamiento, que los llevará a tener una mejoría del deseo sexual y en la sensación de bienestar".

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Agosto 14, 2004 05:11 PM