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Agosto 22, 2004
EL TALENTO NO TIENE EDAD

gasalla.gifHace años que acompañan
a los argentinos a través
de la tele, el cine, la radio,
el teatro o la música. Superan
los 50 años y siguen tan
vigentes como al principio.
En un mercado laboral
que cada vez exige
profesionales más jóvenes,
ellos siguen creciendo.

Revista Nueva

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Entre todos suman unos cuantos años de edad y otros tantísimos de trayectoria. Tienen libreta cívica y de enrolamiento y muchos nacieron antes de la Segunda Guerra Mundial, debieron usar pantalones cortos hasta los 12 años y protagonizaron, como mínimo, los últimos 50 años de la historia de nuestro país. Pero lo importante es que son sólo algunos de los que desde hace décadas vienen acompañando a generaciones y generaciones de argentinos: a través del parlante de una radio, con personajes entrañables de la pantalla grande, del teatro o la televisión, o cautivando el alma desde un piano. Como sea, llegaron a nuestras familias y ahí se instalaron. Hoy, una mirada por el mundo del espectáculo revela que siguen tan vigentes como al comienzo y que, incansables y a fuerza de puro trabajo, se reinventan o vuelven con fórmulas clásicas que nos gustan a todos. De esta manera, navegan en contra de lo que impone el mercado actual (gente cada vez más joven) y sus arrugas demuestran que la edad no importa. Y que el talento se valoriza en alza.

Clásicos y modernos
Hacía cuatro años que Antonio Gasalla no aparecía en la pantalla de TV con programa propio. Hacía cuatro años –hasta el mes pasado que volvió por América con Gasalla en pantalla– que este hombre no nos hacía reír encarnando a sus clásicos personajes (que de clásicos, por cierto, estos seres no tienen nada). Pero volvió. Y el día de la vuelta, el padre de Soledad, Inesita, Yolanda, Bárbara Don’t Worry y Mamá Cora, entre otros, lo hizo –como siempre– triunfante: ese día su programa fue, con 10,7 puntos, el de mayor rating del canal. A poco de haber ganado el Martín Fierro 2004 a la Mejor labor humorística por sus apariciones como La Vieja en lo de Susana Giménez, Gasalla premió al público con la alegría que traen los que vuelven de un viaje. Su arribo, según aseguró el propio Antonio, fue con más calma, “supongo que por la edad y porque trato de vivir la vida sin tanta locura”.
Seguramente padecen las molestias que les llegan a todos –indefectiblemente– pasada la quinta década. Sin embargo, siguen jugando en Primera. Siguen siendo de la flota de los Fórmula 1 y por más juventud que tengan los sub-30, a estos personajes no hay con qué darles. Mirtha Legrand es una de ellos: la Chiqui, otra que se alzó con una estatuilla en la última edición de los Martín Fierro, además de encabezar –siempre informadísima– su programa televisivo diario, está a cargo desde marzo de la conducción de Mirtha en la Red, un ciclo radial que sale de 17 a 19 por AM 910 donde ya tiene oyentes cautivos. Incansable, la Legrand cumplió en junio 37 años frente a las cámaras. Y, según cuenta la productora ejecutiva de su programa, la ama y señora de los mediodías se levanta a las siete de la mañana, se informa de las noticias del día y –sin excepción– hace unos cuantos crucigramas a modo de ejercicio para la memoria. Luego se produce y a las diez en punto llega radiante al canal. La vuelta a casa será a las 21, o quizás más tarde: la hora del almuerzo es para el público, pero a la noche Mirtha hasta tiene tiempo para compartir una cena con amigas. En la conducción, sus marcas registradas son las preguntas que pocos se animan a hacer al aire y el juego de seducción que establece entre los televidentes y los entrevistados.

Un Chau, con Hasta luego
El año pasado, Mónica Cahen D’Anvers y César Mascetti, luego de encabezar juntos durante 13 años el noticiero Telenoche, dijeron “Chau, hasta luego, nos vemos en Telenoche Especial”. Y cumplieron. El matrimonio que se ganó uno de los primeros lugares en una encuesta sobre líderes de opinión con mayor credibilidad, abandonó el género de periodismo duro para volver a la TV con un sueño de años: hacer un ciclo en donde tuvieran la posibilidad de desarrollar historias emotivas, cautivantes y desde un lugar “más comprometido y hecho con el alma”. Como era de esperar, la vuelta fue gloriosa: el programa debut midió 17 puntos de rating; el siguiente, 20,9 y el tercero fue el quinto programa más visto de la jornada. Y así... La pareja que cuando no trabaja elige refugiarse en una campiña de San Pedro repleta de perros y productos artesanales, además, tiene desde abril otro nuevo proyecto en marcha: de lunes a viernes de 9 a 12, el matrimonio da los buenos días por radio con su programa Mónica y César en Del Plata. Ellos se levantan al alba, van y vienen por el mundo (para Telenoche Especial viajaron a Jordania y Nepal, por ejemplo) y no paran de pensar cómo renovarse. Y eso que ya tienen canas.

Soledad y Leonor
Son madres y están en épocas de ser abuelas. Para Soledad Silveyra y Leonor Benedetto los años no vinieron solos: trajeron consigo sensualidad y elegancia, misterio y más éxitos. Las dos, una en la telenovela El Deseo y la otra en Padre Coraje, encarnan personajes fuertísimos y ocupan papeles protagónicos. Mercedes Bernal y Amanda Jáuregui, sus respectivas caracterizaciones, fueron ganando terreno en las historias y ahora son figuras centrales. Mercedes, engañada por un marido inescrupuloso, vive un amor con un hombre unos cuantos años menor y desconoce que su hija vive. Amanda es la mujer más poderosa e intrigante del pueblo y también va detrás del amor y de un hijo que perdió cuando era joven. Ambas cautivantes, interesantes, glamorosas y bellas, en sus personajes y seguramente fuera de ellos, odian, sufren, luchan por lo que quieren y aman. Igual que el primer día.

Grandes valores
De sus 82 años, Marianito Mores dedicó 71 a la música. Y no se cansa el hombre: Una vida para el tango es el reciente espectáculo que presentó durante un mes con 17 funciones y siempre a sala llena. No se podía esperar menos: en el verano y por este mismo show, el papá de Uno y Cuartito azul fue premiado con la Estrella de Mar y la Estrella de Mar de Oro. Rodeado siempre de sus parientes, va por más: junto a Gabriel, su nieto, ya está produciendo su próximo disco. ¿Será que así recarga pilas?
China Zorrilla (82) debe tener tantos premios, participaciones en teatro, cine y tevé como ganas de seguir dándole para adelante. Hace poquito recibió un Martín Fierro y se la oyó agradecer en ruso cuando le entregaron el Premio a la Mejor Actriz en el XXVI Festival Internacional de Moscú por la película Conversaciones con mamá. Querida por todos, la uruguaya no le tiene miedo a los años y aparece de tanto en tanto en los programas con más éxito de la tele: Son Amores en 2003 y ahora Los Roldán. Tiene tela para rato China, que en breve, sale con el elenco del teatro en una gira por el país.
Lydia Lamaison acaba de estrenar sus 90 años y orgullosa cuenta 67 sobre los escenarios. “La actividad es el secreto de la juventud”, asegura la señora que en este momento protagoniza El libro de Ruth y Jesús el heredero, bajo la dirección de Santiago Doria en el porteño Teatro Regina.
Aunque bastante más jóvenes, es imposible olvidar a Susana Giménez, desde 1987 al frente de su programa semanal. O al verborrágico Enrique Pinti, que cerca de los 65 años sige deslumbrando con sus monólogos. Y una última mención para Roberto Carnaghi, que tarde a tarde nos divierte con su desopilante interpretación de Fidel, el mayordomo de la serie La Niñera.

Clásicos como un Chanel
Desde 1960 hasta la caída de las Torres Gemelas vivimos la Cultura de la Imagen. Y la juventud, con las modelos, marcaban las pautas. Desde entonces y con nuestra crisis empieza una nueva etapa: la de la no masificación, donde las individualidades son las que cobran protagonismo, las que tienen el poder. Una cara joven y bonita no aporta más que algo estético, la TV lo que está intentando buscar es contenido, lo que tenga identidad. Es una época diferente donde no la van a pasar muy bien aquellos que no tengan personalidad. Se ve en las revistas de París y Londres, que traen en sus producciones caras de gente madura. Hoy la búsqueda de la autenticidad es La Búsqueda. Mirtha Legrand, por ejemplo, está siempre vigente porque tiene algo que aportar, que es el entretenimiento. Mirtha supo reciclarse y se aggiornó, abandonó tics y estereotipos. Lo más inteligente que puede hacer es quedarse, físicamente, como está. A Mamá Cora, La Vieja de Antonio Gasalla no se le puede poner ni sacar nada. Gasalla es siempre el mismo y no necesita modificarse. Las divas ya no funcionan más: están avejentadas para esta sociedad. Existen, en cambio, personalidades avasallantes, que son brillantes y además tienen algo que transmitir. Estos personajes no fracasan porque la sociedad demanda gente experimentada. Los clásicos pueden darse el lujo de volver con lo mismo de siempre. Es como un Chanel o una pollera escocesa: aunque no sean de una belleza cautivante, es el diseño perfecto.
Susana Saulquin, socióloga


ANTONIO GASALLA
Empezó trabajando en el teatro y allí estuvo 25 años. En la década del ’80 entró a la televisión y se quedó durante 13 años, haciendo los clásicos Mamá Cora, Soledad o la empleada pública. En el año 2000, el actor abandonó la TV y se refugió en las salas teatrales. Recorrió el país haciendo giras hasta que, en 2004, lo tenemos nuevamente en casa.

Actor como pocos
“Antonio Gasalla siempre fue un actor de los que no hay demasiados. Yo lo comparo con humoristas como Alberto Olmedo y Luis Sandrini. Ahora los productores están apostando a lo que saben que no va a fracasar. Pasada la crisis, el mercado publicitario creció y hay más posibilidades económicas de contratar a los actores que tienen más peso y trayectoria. Antonio trabaja siempre de buen humor, con jornadas de ocho horas sin parar. Si algo falla en la grabación, lo vuelve a hacer con las mismas ganas. Su vigencia está en que los personajes que encarna son sacados de la vida cotidiana, y pueden ser captados por todos. Lo siguen hombres y mujeres mayores de 20, y los menores de esa edad, quizás ya lo estén descubriendo.”
Carlos Abdo
Productor de Gasalla en Pantalla


MIRTHA LEGRAND
Su documento dice Rosa María Juana Martínez Suárez y nacida en Villa Cañás, Santa Fe. Hizo cine desde pequeña: a los 14 años tuvo su primer protagónico, y fue junto al galán Juan Carlos Thorry en el film Los Martes, orquídeas. Hizo 36 películas y en 1970 debutó con los almuerzos en Canal 9, uno de los éxitos televisivos más sostenidos hasta el momento.

La Chiqui
“A pesar de que la sociedad moderna exige modelos de triunfadores de caras bonitas que cumplan con el modelo 90-60 90, la realidad es otra. Mirtha tiene una trayectoria extensísima haciendo los almuerzos y es una mujer que permanentemente se retroalimenta y sigue vigente. Sinónimo de seriedad y respeto, es la conductora más buscada dentro de la TV. Cuando alguien quiere promocionar algo, la llama a Mirtha. Aunque no produce de lleno, sugiere cosas constantemente. Ella es la creadora del programa. Mirtha es parte de la televisión argentina, y su disfrute es trabajar. Siempre dice una frase: ‘Cuando no trabajé, me dolía todo. Al volver, no me dolía nada’. Un programa como el de Mirtha es un producto garantizado. Muchas veces, la innovación no le funcionó a los canales, tampoco el lanzamiento de nuevas figuras. Encandilar al público se logra con gente que tiene magnetismo”.
Alicia Pedrelli
Productora ejecutiva de Almorzando
con Mirtha Legrand

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Agosto 22, 2004 08:24 AM
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