Al igual que en otros campos del quehacer humano, las entidades profesionales o técnicas dedicadas a idear soluciones a los problemas que afectan la calidad de vida, cuando están orientadas a las personas de la tercera edad, suelen trabajar en forma aislada, desconociendo lo que otros están haciendo
Saber Cómo
Nro. 21 - Octubre 2004
De ésta práctica surgen serios inconvenientes como por ejemplo que se desarrollan elementos sin conocer el problema en toda su dimensión. Deberían ir al hogar de ancianos a observar cuáles son sus dificultades; a conversar con las cuidadoras de los abuelos, las enfermeras, los médicos y tomar conocimiento real primero de cuál es la función o la actividad que está afectada, segundo cuál es el problema que le produce, y tercero cuáles podrían ser las soluciones. Recién a partir de esta información, el trabajo de un creativo procura plasmar en un dibujo la idea. Si el inventor tiene conocimientos –básicamente técnicos y/o médicos- es probable que el dibujo posea solidez técnica, de lo contrario lo más factible es que no pueda llevarse a la práctica, entre otras cosas, por desconocimiento de los principios básicos de la mecánica. Otras falencias guardan relación con la capacidad de pensar un producto más agradable, más cómodo, más económico, etc.
Desde el INTI surgió la idea de relevar junto con el ombudsman de la tercera edad, Sr. Semino, y su equipo, cuáles eran las necesidades y los problemas de los adultos mayores. Se trabajó en centros de jubilados y hogares de ancianos, convocando a un concurso de diseñadores para que den respuestas técnicas a los problemas. Como resultado de esa etapa, realizada hace un año, se recogieron más de 200 ideas, de las cuales unos 20 profesionales presentaron un proyecto concreto. Se premiaron a tres, y de uno de ellos se está haciendo el prototipo: un gimnasio terapéutico que será instalado en el hospital de rehabilitación de la provincia de Mendoza. Durante este proceso se observó que no existe una oferta amplia de elementos, productos y ayudas técnicas que mejoren la vida a la gente de la tercera edad. Nos referimos a cosas tan sencillas como un calzador de medias hasta cosas más complejas como podrían ser audífonos fabricados en el país. Con estos elementos de análisis el INTI decidió crear una comisión, coordinada por el Ing. Rafael Kohanoff, que incorpora a diversas áreas vinculadas con el tema (electrónica, mecánica, diseño, construcciones).
De los comerciantes, fabricantes y distribuidores se obtuvo una respuesta poco entusiasta, pues argumentan que la franja de los “abuelos” es un mercado muy disperso, muy chico, y de personas con bajos recursos: “No es fácil ponerse a fabricar porque no da el mercado y no hay ayuda del Estado”. Sin embargo, según el relevamiento, la demanda contenida es muy fuerte porque las personas mayores no saben si existen los productos ni adonde comprarlos, y en muchos casos son importados y caros. La falta de información de lo que se necesita y de lo que hay produce un quiebre entre la producción y la necesidad, un vacío, y esto nos impulsó a seguir adelante con la idea.
El objetivo de este proyecto es que el INTI contribuya tecnológicamente con todo el proceso que abarca desde la idea hasta la comercialización -incluyendo el desarrollo de prototipos, series de pruebas y análisis de mercado- a fomentar, impulsar, consolidar a las empresas existentes o apoyar la creación de empresas que produzcan estas ayudas técnicas en el país. Al mismo tiempo estimular a inventores, diseñadores, investigadores, tecnólogos, profesionales en general; todos aquellos que de alguna manera pueden aportar tecnológicamente para que estas ideas se transformen en un producto comercial.
De las entrevistas con los gerontólogos, kinesiólogos, psicólogos, y demás áreas profesionales vinculadas con la tercera edad se recogieron muchas ideas, entre ellas la posibilidad de realizar unas jornadas para reflexionar sobre esta temática. Por esto, el 4 y 5 de noviembre se llevarán a cabo las Primeras Jornadas “La Tecnología al Servicio de los Mayores” (ver recuadro). Las conferencias y mesas redondas aportarán una mirada desde los profesionales que atienden a los ancianos, junto a inventores y tecnólogos, y una última mesa con personalidades de la cultura. Se invitaron a representantes de dos institutos de primer nivel; estos son el Massachussets Institute of Technology y el The Israeli Center for Assistive Technology and aging.
Se han relevado necesidades que merecen un trabajo interdisciplinario, lo cual implica que nuestra institución interactúe con los demás protagonistas. La idea es que se potencien las capacidades del INTI y de todos los organismos técnicos para desarrollar y perfeccionar los numerosos productos que pueden mejorar la calidad de vida de los mayores y de personas con discapacidades. Actualmente poseemos aproximadamente 20 ideas diferentes que se están procesando para mejorarlas. Unas no existen en el mercado, otras son importadas y muy costosas, y algunas que se hicieron en el país no encuentran la vía comercial.
Contacto: rkoha@inti.gov.ar