Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Octubre 10, 2004
Diabetes y afección coronaria, un dúo cada vez más frecuente

En EE.UU., un tercio de los pacientes coronarios es diabético

Un tratamiento agresivo de los factores de riesgo reduce a la mitad la mortalidad por infarto El cardiólogo norteamericano Spencer King III señaló la importancia de la prevención

La Nación
Domingo 10 de Octubre de 2004

La obesidad, que en los últimos años ha alcanzado proporciones epidémicas en todo el planeta, no sólo constituye en sí misma un importante factor de riesgo cardiovascular, sino que aumenta las probabilidades de desarrollar uno de los peores enemigos de la salud vascular: la diabetes, que aumenta cinco veces el riesgo de infarto.

"Hoy, en los Estados Unidos, un tercio de los pacientes cardíacos tiene diabetes", afirmó el doctor Spencer King III, jefe de la Unidad de Cardiología Intervencionista de la American Cardiovascular Research University, de Atlanta, Estados Unidos, durante su exposición en el simposio organizado por el Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA), previo al XXXI Congreso Argentino de Cardiología.

Luego de su disertación sobre "Enfermedad coronaria en el paciente diabético", este ex presidente del American College of Cardiology (una de las dos principales asociaciones de cardiólogos de los Estados Unidos) dialogó con LA NACION.

-¿Cuál es hoy el tratamiento de elección para el paciente que sufre un infarto?

-Históricamente, la cirugía ha sido la mejor técnica para el paciente diabético, ya que aporta una revascularización más profunda de las arterias obstruidas y de mayor duración. Sin embargo, en los últimos años se han producido varios cambios en el campo de la cardiología intervencionista, que muestran un intento de que la angioplastia "alcance" a la cirugía.

-¿Qué han aportado en ese sentido los stents liberadores de drogas?

-Estos stents prometen bajar la necesidad de someter a los pacientes a una nueva intervención, pero todavía no contamos con evidencias que demuestren que reducen la tasa de mortalidad de igual manera que lo hacen las cirugías cardíacas.

-¿Cuáles son, entonces, los criterios para decidir qué tratamiento recibe un paciente diabético luego de un infarto?

-Son varios. En los pacientes que tienen sus tres arterias coronarias ocluidas se tiende a la cirugía; en los que tienen dos, no hay mucha diferencia entre cirugía y angioplastia. Ahí entran a jugar otros criterios: si el paciente tiene oclusiones totales se prefiere la cirugía; si es añoso, se opta por la angioplastia, que tiene menos riesgo operatorio.

-Y el tratamiento no quirúrgico (farmacológico), ¿para quién se reserva?

-Para los pacientes que tienen pocos síntomas, que pueden ser controlados fácilmente con medicamentos. Esta opción se emplea en pacientes con poca isquemia (falta de irrigación del tejido cardíaco).

-En su disertación se refirió a la importancia de la prevención en pacientes coronarios...
-Un reciente estudio danés hecho en pacientes diabéticos con enfermedad coronaria demostró que una terapia muy agresiva contra el colesterol, la hipertensión y la formación de coágulos reduce a la mitad la mortalidad por infarto de miocardio. Pero para eso es necesario un tratamiento multidisciplinario, que excede al cardiólogo.

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=643727

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Octubre 10, 2004 07:45 AM