Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Octubre 17, 2004
¿Longevidad en cápsulas?

capsulas.JPGSin pasar por los quirófanos, las pieles pueden llegar a ser de porcelana con un empujoncito: la industria farmacéutica no tiene el secreto de la vida eterna, pero aporta su grano de arena... Con ayuda de los buenos hábitos y de la naturaleza

La Nación Revista
Domingo 17 de Octubre de 2004

Bienvenidos a bordo. Estamos en la era de las cápsulas para extender la longevidad. El matrimonio entre la medicina preventiva y la cosmética dio sus frutos: una nueva generación de productos que reparan la piel y forman una poderosa muralla contra los radicales libres, principales causantes del envejecimiento.

A diferencia de otras épocas, ahora las vitaminas y otros nutrientes que mejoran el aspecto de la piel, el pelo y las uñas se pueden conseguir en la farmacia. Comprimidos de silimarina, té verde, pepitas de uva, ácido lipoico, coenzima Q10, zinc, isoflavonas de soja y selenio forman parte de los nuevos productos cosméticos que nutren la piel por vía oral. Que, en definitiva, están entre nosotros por varias razones; a saber: "El envejecimiento de la piel puede tener distintas causas; genéticas, por enfermedades, hormonales, nerviosas, ocupacionales, por tabaquismo, debido a medicamentos o por efectos del clima –explica Alejandro Cordero, jefe de la Sección Cosmiatría del Hospital de Clínicas–. Esta última es una de las más habituales, y el sol es el principal responsable".

Además de los buenos hábitos, sobre los que los médicos insisten hasta el cansancio (cuidarse del sol, no fumar, llevar una dieta saludable), al alcance de la mano está, por ejemplo, el ácido retinoico tópico. ¿Ventajas? Es, sencillamente, el mayor agente antiedad. El ácido retinoico produce en la piel los efectos soñados por cualquier mujer de más de 30: aumenta la turgencia, la suavidad y la tersura, mientras que las arrugas superficiales tienden a desaparecer.

Como complemento, los micropeelings superficiales están cada vez más perfeccionados.

Realizados con ácido glicólico, mandélico o salicílico cada 15 o 20 días, remueven el afinamiento de la piel, disminuyen las arrugas superficiales y aclaran las manchas.

Pero hay frescas novedades en nuestro país: unos comprimidos con extractos marinos de pescado (de la variedad de la raya), de origen danés, que estimulan la fabricación del colágeno dérmico. Se toman dos por día, pero están contraindicados en personas con problemas tiroideos o alergia al pescado. También hay otras cápsulas, esta vez de origen italiano, que ayudan a hidratar y mejorar el aspecto de la piel. Y hace poco se descubrió que hace lo suyo en ese rubro la isotretinoina por vía oral, en dosis muy bajas, durante cinco meses. Esta droga se usaba desde hacía muchos años en el tratamiento del acné, y últimamente se descubrió su efecto sobre el fotoenvejecimiento. El tratamiento debe ser supervisado por un médico porque puede tener efectos colaterales serios: los más graves se producen sobre el feto, en caso de embarazo.

El mejor indicador

La lista sigue, y no sólo abarca cuestiones de piel. La longevidad es mucho más que eso. Sea cual fuere el interés, está claro que los amantes de las vidas longevas deberían plantearse una pregunta antes de embarcarse en la aventura: ¿cuándo hace falta un suplemento?

"El mejor indicador de que el cuerpo necesita micronutrientes esenciales (vitaminas y minerales) es el bajo consumo de vegetales. Las frutas y las verduras son los principales proveedores de estos nutrientes, y los signos de deficiencia aparecen muy tarde respecto de la observación del hábito nutricional", dice María Esther Río, profesora de Nutrición de la UBA e investigadora principal del Conicet.

Ante un mal estado nutricional, todo el organismo sufre, y cada una de sus partes lo hace de manera diferente, según la deficiencia, la edad de la persona y la etapa de desarrollo del órgano involucrado. Pero no todo depende de las vitaminas y los minerales.

Por ejemplo, la deficiencia de proteínas afecta al pelo, que deja de crecer, se vuelve quebradizo o se cae, porque disminuye el recambio de proteínas lábiles en el bulbo piloso.

La piel, en cambio, es más sensible a la escasez de ciertos ácidos grasos, especialmente uno de los que conocemos como esenciales, el linoleico, cuya deficiencia determina que no se sinteticen en el organismo compuestos que contribuyen a formar un manto que protege la superficie de la piel de los agentes externos y de la evaporación de agua. Por eso los especialistas aseguran que el uso de aceite como aderezo de vegetales crudos o cocidos es el mejor y más económico tratamiento de belleza.

Para mejorar la dieta y beneficiar el aspecto exterior, sirve como guía la pirámide que figura en muchos envases de alimentos. El consejo podría resumirse así: comer de todo, nada en demasía, y cada día una dieta variada que incluya frutas y verduras como aporte fundamental de micronutrientes esenciales. Lo que, en fin, ya se sabe y poco se cumple.

Por lo demás, el arte para lograr una piel más joven sin pasar por el quirófano está en saber utilizar las distintas posibilidades que la ciencia y la naturaleza siguen combinando y poniendo a disposición de los mortales.

Por Valeria Burrieza

Para saber más
www.hospitaldeclinicas.uba.ar
www.nutrinfo.com.ar

http://www.lanacion.com.ar/edicionimpresa/suplementos/revista/nota.asp?nota_id=645216

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Octubre 17, 2004 12:56 PM