El dolor crónico tiene estrechos componentes psicológicos, emocionales y sociológicos; se ha demostrado una fuerte relación entre él, la depresión y la ansiedad en grupos de todas las edades
Fragmentos del texto. El dolor en el adulto mayor
Por José Alfonso Maestre, M.D.
Prof. Asistente, Escuela de Medicina,
Facultad de Salud, Universidad del Valle, Cali. Colombia
Publicado por Mayores en Movimiento
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5. Esta relación es compleja, interactiva y poco entendida. Los efectos a largo plazo, en el bienestar físico, psicológico y social de un individuo, hacen que una persona adolorida crónicamente sea más propensa a la depresión, sobre todo si es mayor. Asimismo, un enfermo deprimido puede demorarse más para recuperarse y eso puede alterar su experiencia frente al dolor. Otros factores asociados con el dolor y la depresión son los altos niveles de desacondicionamiento o limitaciones físicas que producen y los bajos niveles de seguridad social donde se ubican estos pacientes5,9. Los servicios de atención se sobresaturan por las demandas de cuidado de algunos adultos mayores con discapacidad y dolor de larga duración con cuadros depresivos de fondo, que se agravan más porque es difícil determinar qué fue primero: el dolor o la alteración psicológica. La depresión puede hacer que la prestación de los servicios y cuidados sea más difícil. En las personas mayores hay la tendencia a un sistema de seguridad social más limitado o excluyente9, aunque en Colombia tengan en teoría protección constitucional.
Carecer de afiliación al Sistema de Seguridad Social para un soporte de salud adecuado es, por lo general, la causa del aumento del uso de formas costosas de servicios de atención y eventualmente de institucionalización, casi siempre, en centros estatales.
Hallazgos más recientes indican que la edad no tiene efectos en la asociación entre dolor crónico y depresión; sin embargo, pocos estudios muestran que el estoicismo y el conocimiento superficial en estas áreas, pueden ser parte de la situación actual del dolor crónico en adultos mayores9,10.
(...)
CONCLUSIÓN
El dolor es un problema significativo para la población que envejece, aunque por lo general no expresan en forma adecuada lo que se relaciona con el dolor, porque lo considera incorrectamente algo normal del proceso de envejecimiento. Los tratamientos tradicionales como la medicación son efectivos, pero debe tenerse gran precaución por los cambios en la farmacodinámica y farmacocinética que se presentan en personas de mayor edad. Otros tratamientos que pueden ser efectivos incluyen las modalidades térmicas como el calor y el frío, TENS, relajación y control de la imaginación, ayudas ortopédicas auxiliares, tratamientos activos como el ejercicio, estiramiento y compresión para reducir la inflamación y mejorar la circulación y la educación para tener un entendimiento cognoscitivo del dolor. La experiencia indica que a pesar de todos los problemas con el dolor, muchos adultos mayores son capaces de mantener niveles de actividad funcional. El manejo debe ser de grupo y dentro de éste el equipo de rehabilitación debe estar presente.
Fuente:
http://colombiamedica.univalle.edu.co/VOL32NO4/dolor.htm
5. AGS Panel on Chronic Pain in Older Persons. The management of chronic pain in older persons. J Am Geriatric Soc 1998; 46: 635-651.
9. Allen B, McCrary SV. Legal aspects of geriatric rehabilitative care. In Rehabilitation of the againg and elderly patient. Felsenthal G, Garrison SJ, Steinberg FU (eds.): Baltimore: Williams & Wilkins, 1994. Pp. 539-549.
10. Felsenthal G, Lehman J, Stein B. Principles of geriatric rehabilitation. In Physical medicine & rehabilitation. Braddom R (ed.). 2nd ed. Philadelphia: WB Saunders Co., 2000. Pp. 1343-1367.
Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Noviembre 10, 2004 08:20 PM