Una actitud positiva reduce el riesgo de fallo cardiaco en hombres y mujeres
El optimismo, entendido como la inclinación de las personas a esperar resultados favorables y positivos de la vida, se confirma como un elemento de longevidad, ya que un nuevo estudio realizado en Holanda ha descubierto que las personas optimistas viven más y mejor porque su corazón se mantiene en buen estado más tiempo. Hasta ahora se sabía que las tendencias depresivas eran un riesgo para el desarrollo de problemas de corazón. Ahora se confirma que una visión positiva de las cosas está relacionada con la prolongación del tiempo de vida.
Por Yaiza Martínez.
Tendencias del siglo XXI
26/11/2004
Es cierto, las personas optimistas viven más y mejor porque su corazón se mantiene en buen estado más tiempo, señala un estudio realizado por el Centro Psiquiátrico holandés GGZ Delfland. El estudio se basó en personas que, hace diez años, se describieron a sí mismas como "optimistas" o "pesimistas".
Una década después, la tasa de muertos por enfermedades cardiovasculares era menor entre los optimistas, así como la de muertos por otras causas, han descubierto los especialistas.
Mil personas
Se sabía ya que las tendencias depresivas eran un riesgo para el desarrollo de problemas de corazón, sin embargo, la novedad del estudio radica en que se ha descubierto la conexión opuesta: que una visión positiva de las cosas está relacionada con la posibilidad de alargamiento del tiempo de vida.
Hace nueve años, un grupo compuesto por 999 hombres y mujeres de edades comprendidas entre los 65 y los 85 años, completaron un cuestionario acerca de su salud, acerca de su amor propio, de sus valores morales, de su grado de optimismo y de sus relaciones personales. Desde entonces, 397 de ellos han muerto.
Los científicos del Centro GCZ Delfland señalan que los participantes optimistas muestran, tras haber transcurrido ese plazo de tiempo, un 55 por ciento menos de riesgo de mortalidad por cualquier causa, y un 23% menos de riesgo de mortalidad por fallo cardiaco.
Tendencias depresivas y malos hábitos
El trabajo, dirigido por Erik Giltay, ha demostrado además que el optimismo, entendido científicamente como la inclinación de los individuos a esperar resultados favorables y positivos de la vida, funciona mejor en el mantenimiento de la salud de los hombres que de las mujeres.
Según declaraciones de Giltay a la revista LiveScience, es posible que estos resultados se deban únicamente al hecho de que la mortalidad entre los hombres ha sido más alta que en el caso de las mujeres. Por lo tanto, quizá por eso entre ellos la ratio resulte más llamativa.
Sin embargo, el estudio no hace diferencias respecto a que el optimismo sí que protege por igual a hombres y mujeres contra enfermedades cardiacas. Estas son la primera causa de muerte entre las mujeres.
Pesimismo y hábitos perjudiciales
Asimismo, el equipo investigador de Giltay ha descubierto que la gente pesimista es más tendente a desarrollar hábitos que pueden ser perjudiciales para la salud, como fumar o el descuido de la alimentación, que pueden llevar a la obesidad o a la hipertensión.
Según Giltay, una propensión al optimismo genera por lo tanto numerosos beneficios para la salud entre la gente mayor. Faltaría por conocer dos cuestiones que los investigadores pretenden descubrir: cómo afecta a la salud de los jóvenes, y si la actitud ante la vida puede modificarse voluntariamente, una vez conocidos los beneficios de una actitud positiva.
Los resultados de este estudio han sido publicados en Archives of General Psychiatry. Esta no es la única investigaciòn que establece una relación este los estados de ánimo y determinadas enfermedades.
Otros estudios han determinado por ejemplo que el optimismo ayuda a la supervivencia en casos de cáncer, tal como han explicado investigadores canadienses en el Journal of Clinical Oncology. La base de esta investigación parte de la idea de que la "personalidad" puede afectar marcadamente el bienestar físico general de una persona.
En su artículo, los investigadores canadienses señalan que la relación entre la mente y el cuerpo ha sido claramente documentada, en el sentido de que los individuos que exhiben actitudes pesimistas, tienen una salud física menos saludable, así como una tendencia a la depresión y además están sujetos a un rango de mortalidad más alto.
Aunque insuficientemente estudiadas, las variables psicológicas que afectan al estado del organismo se vinculan con niveles hormonales y celulares relacionados con la actividad inmunológica, tales como el stress, el negativismo, la depresión, la vulnerabilidad social, la dificultad para la expresión de los afectos, la negación de la realidad. El estudio de GGZ Delfland ha venido a profundizar en todos estos extremos.
Yaiza Martínez
Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Noviembre 26, 2004 03:31 PMGACIAS POR ENVIARME ESTA INFORMACION, ME PARECIO MUY EXCELENTE
Enviado por: pedro cuauro el: Diciembre 10, 2004 06:38 PM