A los 98 años, Alfonso Albanese sigue dando clases en la Universidad del Salvador; con menos de 30, Patricia Gallardo se desempeña como residente en el hospital Rivadavia
Dos generaciones de médicos, en diálogo
Alfonso Albanese, de 98 años, y Patricia Gallardo, de 29, hablan sobre la vocación que ambos han abrazado
La Nación
Viernes 3 de Diciembre de 2004
El tiene 98 años; serán 99 en mayo próximo. Ella no llega a los 30. Y a pesar de tanta distancia generacional los une un mismo amor: la medicina. Para festejar el Día del Médico, que se celebra hoy, LA NACION juntó a dos profesionales de la salud distanciados generacionalmente para que den su visión sobre la profesión.
Alfonso Roque Albanese cirujano cardiovascular y anatomista y Patricia Gallardo residente de clínica del Hospital Rivadavia se encontraron en la sala del decanato de la Facultad de Medicina de la Universidad del Salvador, donde Albanese sigue dando clase de anatomía de lunes a viernes.
Enseguida el hombre preguntó:
Todavía sos perro?
Más o menos, ya estoy en segundo año de la residencia, pero a veces... respondió ella.
A pesar del paso de los años, ambos comparten los mismos códigos, y es que desde hace mucho tiempo los estudiantes que ingresan en la formación hospitalaria son "perros cadetes" durante todo el primer año.
Albanese egresó de la Facultad en 1932, mientras que Gallardo todavía no cumplió los dos años desde que dejó las aulas de Tucumán y Jujuy esta última es su provincia natal. Con tanta experiencia, él acumuló conocimiento que después traspasó a sus alumnos, y ése es su rasgo distintivo. El de Patricia es su paso por la medicina rural y las giras en las que visitó los pueblos alejados de la Puna jujeña, logrando el contacto con otras realidades.
Ambos coinciden en algo: eligieron sus especialidades por la pasión que algún profesor les irradió durante las clases. La joven intentará el año próximo entrar en gastroenterología para empezar a darle forma a su sueño.
El educador de Albanese no fue una persona que pase inadvertida. Su nombre es Ricardo Finochietto, una eminencia en cirugía. "El inauguró la palabra maestro. Antes los servicios hospitalarios eran feudos. Los jefes dominaban y los médicos los asistían cuando éstos los dejaban", cuenta el nonagenario.
Si bien esto se ha ido modificando, muchos de los profesionales que están al frente de las cátedras presentan resistencia a las nuevas inquietudes de los jóvenes. "Es difícil que un médico ceda su lugar", confirmó Gallardo.
El mínimo detalle
En sus años en las aulas frente a los alumnos, Albanese vio que lo que allí se dictaba era sólo el 40 o 50 por ciento de los casos, y eso continúa ocurriendo. "Esto me preocupó y quise, desde mi conocimiento, que se incluyeran en los programas aquellas complicaciones que puede padecer una mínima porción de los enfermos. Es que para ellos ese pequeño porcentaje significa la totalidad", comenta el cirujano.
Cuando cuenta esto, las palabras de Albanese se llenan de ímpetu y, al mismo tiempo, de pena. Es que a pesar de varios intentos en distintas instituciones no logró su cometido. "No les gusta escuchar que no saben todo, que hay cosas que no están descriptas en los libros", dice, mientras Gallardo afirma moviendo la cabeza.
"Hay que ambicionar no tener siquiera el 1 por ciento de ignorancia, y eso exige saber más de las materias que se instruyen. Todo parte de la enseñanza", asevera el profesor. "El médico debe seguir formándose toda la vida. Cuesta dedicarle tanto, pero hay que hacerlo. Uno está para ayudar a la persona que está a su lado y debe tener el conocimiento necesario para no fallar", agrega la residente.
Frente a un panorama tan severo, da mucha curiosidad estar al tanto de por qué escogieron una carrera larga y cargada de responsabilidad. "No lo sé bien. Sí tengo la certeza de lo que sentí el primer día que entré en el anfiteatro de anatomía, fue como si me hubieran iluminado y todavía sigo en ese estado a pesar del paso de los años."
Gallardo tampoco tiene una idea clara del porqué, pero sí recuerda que "de pequeña jugaba con los microscopios. Más tarde, al entrar en la Universidad no tenía idea de qué quería y me anoté en dos carreras: Medicina y Derecho confiesa. Fui a la primera clase de Derecho y no me gustó. Por suerte, en la otra elección me pasó todo lo contrario. Hoy no me veo haciendo otra cosa como profesión. La expresión de la cara de la gente a la que ayudo, la relación que se establece entre médico y paciente, todo es muy gratificante".
"Me siento útil", concluye Gallardo.
Marysol Anton
De la Redacción de LA NACION
Aprendiendo los secretos del cuerpo humano
"Tuve mucha suerte en la Facultad y en mis primeros años de medicina asegura Alfonso Albanese, y enseguida lo justifica. En la cátedra de anatomía me nombraron para guiar a otros profesionales que seguían instruyéndose, eso significó tener cadáveres para mí solo y así poder aprender todos los secretos del cuerpo humano."
Los hechos se fueron sucediendo y esa estrella lo siguió acompañando: así logró su primer puesto con cargo; es decir, pago. Eso fue importantísimo, pues en su casa debían meses de alquiler y su madre ya estaba muy enferma.
Luego, con su tesis de finalización de estudio, comenzaron los descubrimientos como las láminas vasculares, uno de los temas del trabajo que hoy lo enorgullecen.
Un lugar en el mundo
Mientras oye hablar de los 72 años de experiencia científica, Patricia Gallardo abre cada vez más los ojos. Trabajando ad honórem, todavía, explica que entrar y hacerse un lugar en el mundo de los médicos es difícil y sacrificado.
"La residencia te demanda mucho tiempo. Trabajás y seguís estudiando porque siempre hay cosas nuevas para aprender. Además, tenés que hacer algo para mantenerte, explica esta jujeña que emigró a Buenos Aires; para sobrevivir los fines de semana hace guardias en una empresa de urgencias.
"Conseguir el primer sueldo como médico es muy gratificante, como le pasa a cada persona que hace lo que más le gusta", aseveraron casi a dúo los dos doctores.
http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=659699
Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Diciembre 3, 2004 08:11 AM