Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Diciembre 30, 2004
Una mayor y más prolongada actividad física disminuye el declive cognitivo

Disminuye hasta 3,5 veces el declive cognitivo en la tercera edad

Una mayor y más prolongada actividad física disminuye hasta 3,5 veces el declive cognitivo en la tercera edad, según un estudio que ha analizado los datos de la actividad física en hombres mayores durante diez años realizado por investigadores de la Academia Americana de Neurología y que se publica esta semana en la revista Neurology.

Fuente:Jano On-line
Publicado por Mayores en Movimiento
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El estudio revisa los datos de 295 hombres, nacidos entre 1900 y 1920, procedentes de Finlandia, Italia y Holanda y comenzó en 1990. Los investigadores midieron la duración e intensidad de actividades físicas tales como caminar, ir en bicicleta, realizar labores de jardinería, ganadería, actividades deportivas, trabajos caseros y aficiones.

El estudio mostró que en 10 años el declive cognitivo en los hombres que habían reducido su actividad física diaria una hora o más fue 2,6 veces mayor que el declive en hombres que mantuvieron los niveles de su actividad diaria.

Según los científicos, los hombres que realizaron su actividad física diaria con una menor intensidad en los 10 años siguientes tuvieron un declive 3,6 veces más fuerte que los hombres que mantuvieron el nivel de intensidad. Los hombres que se ocuparon en actividades de intensidad más baja tuvieron un declive 3,5 veces superior que los hombres que participaron en actividades con una intensidad superior. No hubo declive cognitivo entre aquellos que incrementaron la duración o intensidad de sus actividades.

Las actividades de media-baja intensidad como caminar casi 5 kilómetros por día, estuvieron asociadas con un menor declive cognitivo que las actividades de más baja intensidad como caminar menos por día. Según los expertos las actividades de intensidad media-baja son muy beneficiosas ya que ofrecen una mayor facilidad para participar en ellas y conseguir resultados favorables en comparación con actividades de una intensidad superior.

Para los científicos, la actividad física mejoraría el flujo sanguíneo al cerebro y así podría reducir el riesgo de infarto, demencia y el declive cognitivo. La actividad podría estimular el crecimiento de las células nerviosas en el hipocampo, la región del cerebro que participa en funciones de memoria. Según los expertos, ello ayudaría al cerebro a construir una especie de reserva para prevenir un futuro deterioro mental.

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Diciembre 30, 2004 08:18 AM