Una de las mayores preocupaciones que enfrentan las autoridades chinas es el próximo envejecimiento de la población. Para los demógrafos, es posible calificar de envejecida a una población cuando alrededor del 7% está por encima de los 65 años, un umbral al que China llegó en 2001. Hoy estiman que el 10% de los chinos son ancianos y que para 2030, un 26,5% lo será.
Clarín
07.01.2005
Una verdadera catástrofe para el sistema de pensiones, precario de por sí.
Actualmente, el segmento poblacional que va de los 25 a los 35 años es el segundo en importancia, lo que determina también el crecimiento chino en términos de productividad. Sin embargo, en las próximas décadas comenzará a sentirse el rigor de la "política del hijo único" en las jubilaciones ya que ese segmento poblacional será mucho menos contundente. Según The Asian Wall Stret Journal, aumentará de manera notable el número de trabajadores retirados mientras bajará abruptamente la cantidad de trabajadores activos.
Para compensar el desequilibrio, los impuestos en China deberían aumentarse hasta un 60% en el 2050, lo que naturalmente paralizaría el boom económico.
El sistema de pensiones en China sigue siendo muy pobre. De los 1.300 millones de habitantes sólo 155 millones cobran una pensión que ronda los 75 dólares al mes y apenas 109 millones de chinos disponen de seguro médico, según cifras de 2003 del llamado Libro Blanco sobre la seguridad social del gobierno.
Desde que China puso en marcha su singular sistema de economía de mercado —los primeros pasos en 1978—, el gobierno busca ampliar su red asistencial.
Pero los tratamientos médicos son carísimos y la enfermedad sigue siendo en ese país la principal causa para que una familia caiga en la pobreza.
H. P.