Son las conclusiones de un estudio realizado por científicos británicos entre cerca de 2.000 personas en Japón. Todavía falta probar si revertir el adelgazamiento impediría este deterioro mental
Infobae.com
Martes 11 de Enero de 2005
Según un estudio publicado por la revista Archives of Neurology, la pérdida de peso podría ser el antecedente de la demencia senil o Alzheimer. Sin embargo, impedir este adelgazamiento no impidió el deterioro, aunque sí contribuyó a alejar la dependencia de estas personas de otros, las caídas y la dificultad para que sanen las heridas.
En el estudio, que duró tres décadas e involucró a 1.890 hombres japoneses de 77 años y más, los investigadores identificaron a 112 hombres que desarrollaron demencia. Una gran proporción de los pacientes con problemas había perdido alrededor de 5 kilos, o el 10 por ciento de su peso corporal, en un período de dos a cuatro años antes de que se presentaran los primeros síntomas de demencia.
El autor del estudio, Robert Stewart, del Instituto de Psiquiatría de Londres, afirma que los investigadores hallaron una asociación similar entre la pérdida de peso y la enfermedad de Alzheimer, así como con la demencia vascular.
En tanto, en un editorial adjunto, Michael Grundman, de la empresa Elan Pharmaceuticals en San Diego, California, dijo que se necesitan más estudios para hallar si la buena nutrición y el impedir la pérdida de peso podría al menos retardar el curso de la demencia.