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Enero 14, 2005
Marcapasos: un nuevo sensor mejoraría el control de los pacientes

marcapasos.jpgDesarrollo de la Fundación Favaloro

Fue probado con éxito en ovejas

Se eligieron esos mamíferos por la similitud con el corazón humano El dispositivo evalúa latido tras latido los cambios en el volumen sanguíneo y la función de bomba del corazón

La Nación
Viernes 14 de Enero de 2005


Un equipo de investigadores logró demostrar con éxito la eficacia de un sensor que, dentro de un marcapasos, logra "leer" la función de bomba del corazón y ajustar de manera automática y personalizada la frecuencia cardíaca, sin interferir con el funcionamiento normal del pequeño dispositivo implantable.

Para esto, especialistas de la Fundación Favaloro les colocaron marcapasos a tres ovejas adultas, que controlaron con un Holter. En este trabajo internacional participan también especialistas de Italia y de Cuba, donde ya se evalúan seis dispositivos en pacientes.

"Marcapasos que aumenten la frecuencia cardíaca hay muchos, lo que pasa es que los sensores son diferentes, ya que algunos no detectan lo que exactamente deberían porque son sensores de movimiento, que aceleran la frecuencia cardíaca con el mínimo movimiento corporal", explica el doctor Néstor Galizio, codirector de la División de Electrofisiología de la Fundación Favaloro, que dirigió el trabajo.

Este nuevo sensor, en cambio, tiene la capacidad de detectar con cada latido cualquier cambio hemodinámico, es decir, en la sangre. Con los resultados obtenidos en nuestro país, presentados en Roma durante el último Simposio Internacional de Avances en Estimulación Cardíaca Clínica, el uso de este sensor abriría paso a nuevas aplicaciones como producir dispositivos que aumenten la frecuencia cardíaca según cada paciente, discriminar las arritmias ventriculares malignas o perfeccionar el control de la insuficiencia cardíaca.

"Contar con un sensor que pueda evaluar latido tras latido los cambios hemodinámicos en un paciente, permitiría poder ajustar la medicación, incorporar el sensor en un dispositivo tricameral para tratar la insuficiencia cardíaca al hacer que autoajuste su programación, y hasta para generar marcapasos que eleven la frecuencia cardíaca", dice Galizio.

Estimulantes

Los marcapasos son dispositivos que se conectan al corazón con catéteres para estimularlo a la frecuencia normal en personas a las que distintas afecciones (frecuencias cardíacas bajas, arritmias malignas o insuficiencia cardíaca) les produce un ritmo cardíaco más lento e irregular que puede causarles desde fatiga o mareos, hasta la muerte.

Este nuevo sensor, que se denomina de impedancia transvalvular, también analiza la respuesta del corazón al sistema nervioso autónomo, responsable de regular funciones como la cantidad de latidos por minuto o la fuerza de contracción. ¿Cómo? Mide la resistencia de la sangre en el ventrículo derecho con una señal de muy baja energía que emite a través de 2 catéteres convencionales: uno en la aurícula derecha y, otro, en el ventrículo derecho. Los cálculos finales permiten lograr información precisa de la función de bomba del corazón.

Hasta ahora, esta medición se realizaba con equipos externos al paciente y no implantables. "El objetivo de nuestra investigación fue evaluar si esa señal que emitía este sensor hemodinámico interfería con las funciones básicas de estimulación y sensado del marcapasos, que son fundamentales para asegurar su buen funcionamiento", señala Galizio, que trabajó junto con el doctor José González, codirector de la misma división, el cardiocirujano Hugo Fraguas, el doctor en ciencias fisiológicas Juan Barra, el bioingeniero Sebastián Graf y el ingeniero Eduardo De Forteza.

Corazones similares

Para el ensayo, los investigadores decidieron utilizar ovejas adultas debido a que el corazón de estos animales es similar en tamaño y frecuencia cardíaca al del ser humano.

El procedimiento, que se practicó en el bioterio de la Universidad Favaloro, incluyó la implantación del marcapasos en cada animal y el control externo mediante un Holter, cuyos electrodos se colocaron de manera subcutánea y bajo anestesia cinco días antes de los marcapasos. Estos dispositivos se colocaron en el tejido celular al costado del cuello, un lugar seguro para el ensayo e indoloro para las ovejas.

Este trabajo, para Galizio, es un avance que permitirá ofrecerles a los pacientes más confort, mejor calidad de vida y mayor sobrevida. "El hecho de tener un sensor que detecte cambios en la mecánica del corazón y en el volumen sanguíneo haría que la frecuencia cardíaca aumente según las necesidades metabólicas de cada paciente -indica-. El potencial a partir de ahora es muy interesante."

Por Fabiola Czubaj
De la Redacción de LA NACION

http://www.lanacion.com.ar/cienciasalud/nota.asp?nota_id=671002

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Enero 14, 2005 09:53 PM