Los estudios previos encontraron que los bajos niveles crónicos de testosterona están asociados a un riesgo creciente para la depresión. En esta investigación se estudia si los niveles bajos de testosterona en hombres mayores predicen la enfermedad depresiva a los 2 años, mientras se controla la edad y la morbilidad médica.
(Low testosterone levels predict incident depressive illness in older men: Effects of age and medical morbidity.)
FUENTE: J CLIN PSYCHIATRY. 2005 ENE;66(1):7-14.
Molly M. Shores; Victoria M. Moceri; Kevin L. Sloan...(et.al)
[14/1/2005]
Los participantes eran 748 hombres, de 50 años de edad o mayores, sin diagnóstico ICD-de enfermedad depresiva anterior con un nivel de testosterona obtenido entre 1995 y 1997. Las medidas analizadas fueron la edad, niveles medios de testosterona total (bajo <= 2.5 ng/mL), morbilidad médica, e incidencia y duración de la enfermedad depresiva.
Los hombres con bajos niveles de testosterona tenían una incidencia mayor de dos años de enfermedad depresiva (18.5% vs. 10.4%, df = 1, p = 006) y una duración más corta al inicio de la enfermedad depresiva. La relación de riesgo sin ajuste (HR) para la enfermedad depresiva en hombres con niveles bajos de testosterona era 1.9 (intervalo de la confianza 95% [ CI ] = 1.2 a 3.0, p = 005).
Después del ajuste para la edad y la morbilidad médica, los hombres con los niveles bajos de testosterona continuaron teniendo una duración más corta de enfermedad depresiva (HR ajustado = 2.1; CI 95% = 1.3 a 3.2, p = 002). Debido a una interacción significativa entre la edad y la morbilidad médica, se condujeron análisis de regresión de Cox estratificados y se encontró que los bajos niveles de testosterona y la alta morbilidad médica o una edad de 50 a 65 años se asociaban a un incremento de la enfermedad depresiva (p = 002).
Los bajos niveles de testosterona se asocian con un inicio anterior y una mayor incidencia de la enfermedad depresiva. Los hombres con niveles bajos de testosterona que tenían alta morbilidad médica o una edad comprendida entre los 50- 65 años tenían un riesgo incrementado para la enfermedad depresiva.
Son necesarios otros estudios anticipados para examinar el papel de la testosterona en la enfermedad depresiva en los hombres mayores.
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