Las últimas crisis golpearon con fuerza los haberes jubilatorios. Hoy
están en el 44% de los salarios medios, uno de los niveles más bajos en
la historia.
Ismael Bermúdez
Clarín
30.1.2005
La jubilación y pensión medias rondan hoy los 457 pesos por mes.
Representa el 44% del sueldo medio de los trabajadores registrados, muy
lejos del "histórico" 82% móvil y también de las promesas que se
hicieron durante la última reforma previsional de 1994 de contar una
"futura mejor jubilación".
Este bajo nivel de "sustitución del salario", como lo llaman los
especialistas previsionales porque relaciona la jubilación al sueldo que
le correspondería al jubilado de estar trabajando, viene de hace tiempo
(ver infografía). Pero en cada crisis ? 1975/76, 1982, 1989/91, 1995 y
2001/2003? descendió un peldaño sin recuperar luego el terreno perdido.
Como en todo promedio, hay dispersiones. Los que de estar trabajando hoy
ganarían menos de 600 pesos, tienen un porcentaje mayor porque el haber
mínimo está en 308 pesos. Y los que ganarían más de 600 pesos, reciben
porcentualmente aún menos del 44%.
Esto sucedió porque las jubilaciones y pensiones fueron licuadas por la
inflación. Luego se recuperaron en parte pero fueron semicongeladas
desde 1994 en adelante.Y a partir de la vuelta de la inflación, quedaron
rezagadas no solo respecto de los precios, sino también del salario.
Hoy, por la sucesiva suba del haber mínimo, los que cobraban entre 150 y
200 pesos, ahora mantienen o tienen un mayor poder adquisitivo porque
recibieron un aumento del 50% o más. Los que estaban entre 200 y 300
pesos recibieron un aumento menor. Y el resto tuvo el haber congelado
hasta setiembre pasado cuando recibió una mejora del 10%, con la
excepción de los ganan más de 1.000 pesos que siguen cobrando lo mismo
que en 2001 (sólo se les restituyó el recorte del 13%)..
Por esta razón, tras la devaluación, el gasto en Seguridad Social,
incluyendo el de las Provincias, cayó de 6,27% en 2001 a 5,02% en 2003,
según los datos de Economía. Casi la mitad de la baja del gasto público,
en términos reales, y una buena parte del superávit fiscal se explica
por la caída del rubro Seguridad Social.
Jugadas en contra
La inflación además le está jugando en contra de los que se están
jubilando o se retiren en los próximos años. Porque, tanto para los
afiliados al Estado o a las AFJP, el haber previsional al momento de
jubilarse se calcula sumando tres pilares:
# El primer pilar de la jubilación ?la Prestación Básica (PBU) de 200/230
pesos?, a cargo del Estado, está congelado desde 1998. Como los precios
suben, el poder adquisitivo de la PBU es cada vez menor. Para mantener
el mismo valor de entonces, la PBU debería ser algo mayor a los 300/345
pesos por mes.
# El segundo pilar ?la Prestación Compensatoria por los años aportados
antes de 1994? es el más importante para los que se están jubilando o se
jubilen en los próximos años. Está a cargo del Estado y representa hoy
más de la mitad del haber total inicial. Se calcula según los años
aportados y el sueldo promedio de los 120 últimos meses. Pero desde
abril de 1991 esas remuneraciones no se actualizan por la propia
evolución del salario, como sí se hacía en el pasado a través del Indice
General de Remuneraciones. En períodos inflacionarios, tomar el sueldo
promedio de 10 años asegura una baja jubilación inicial con relación al
sueldo de la actividad.
# El tercer pilar depende de si el trabajador está afiliado al Estado o a
una AFJP. Si está en el Estado por los años aportados después de 1994,
le darán una Prestación porcentualmente menor a la Compensatoria
calculada también según el promedio de los últimos 120 sueldos. O sea,
tiene el mismo perjuicio que el cálculo de la PC. Si está afiliado a una
AFJP cobrará según los aportes realizados y la rentabilidad de los
fondos. En este caso, los bonos defaulteados o los del canje no se
considerarán a su valor mercado sino a un precio muy superior.
Así, por una decisión política y no por la lógica del sistema de
capitalización, se permitió que las AFJP amortiguen contablemente la
quita de la deuda y de esa manera no se perjudiquen los que están
próximos a jubilarse.
Todo este mecanismo determina el haber inicial que debuta así "licuado"
respecto del salario.