Un estudio llevado a cabo en mujeres de edad avanzada ha puesto de manifiesto que el consumo moderado de alcohol, de hasta una bebida al día, no parece interferir negativamente en la función cognitiva. Es más, los investigadores han observado que esta ingesta podría disminuir realmente el riesgo de deterioro cognitivo en este grupo de población.
Fuente: www.diariomedico.com
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Publicado por Mayores en Movimiento
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La ingesta de hasta una bebida al día no deteriora la función cognitiva de las mujeres. Incluso puede reducir el riesgo de deterioro cognitivo, según un estudio que se publica hoy en The New England Journal of Medicine.
El director del informe, Meir J. Stampfer, del Departamento de Medicina del Hospital Brigham and Women, en Harvard, Estados Unidos, considera que los efectos adversos de la ingesta excesiva de alcohol en la función cognitiva están bien establecidos, pero no se conocía bien el efecto del consumo moderado. Así, entre 1995 y 2001, evaluaron la función cognitiva de 12.480 participantes en el Nurses' Health Study (Estudio de la Salud de las Enfermeras) que tenían entre 70 y 81 años, con evaluaciones de seguimiento en 11.102 de ellas dos años después.
El nivel de consumo de alcohol fue determinado con regularidad desde 1980. "Calculamos la media de las puntuaciones cognitivas ajustadas y los riesgos de trastorno cognitivo ajustados para múltiples variables (definido como el 10 por ciento menor de las puntuaciones), así como el deterioro esencial de la función cognitiva en el tiempo (definido como un cambio en el peor 10 por ciento de distribución del deterioro). También estratificamos los análisis según el genotipo de la apolipoproteína E en un subgrupo de mujeres".
Tras un ajuste de varias variables, las bebedoras moderadas -aquéllas que consumían menos de 15,0 gramos de alcohol al día, esto es, alrededor de una bebida- obtuvieron mejores puntuaciones cognitivas medias que la no bebedoras.
Entre las bebedoras moderadas, comparadas con las no bebedoras, el riesgo relativo de trastorno en la prueba de cognición general realizada en el estudio fue de 0,77 (intervalo de confianza del 95 por ciento: 0,67 a 0,88) y de 0,81 basándose en una puntuación cognitiva global que combinaba los resultados de todas las pruebas (intervalo de confianza del 95 por ciento: 0,70 a 0,93). Los resultados del deterioro cognitivo fueron similares. "Por ejemplo, en nuestra prueba de cognición general, el riesgo relativo de deterioro esencial del rendimiento en un periodo de dos años fue de 0,85 (intervalo de confianza del 95 por ciento: 0,74 a 0,98) entre las bebedoras moderadas frente a las no bebedoras. No hubo asociaciones significativas entre mayores niveles de bebida (15,0 a 30,0 gr al día) y el riesgo de trastorno o deterioro cognitivo. "Tampoco se observaron diferencias de riesgos según la bebida -vino o cerveza-, y no hubo interacción con el genotipo de la apolipoproteína E".
Reto de salud pública
La prevención del deterioro cognitivo en ancianos se alza como uno de los principales retos, por ser uno de los grandes problemas de salud pública, del siglo XXI. Así, el estudio llevado a cabo por el equipo de Stampfer sobre la utilidad del consumo moderado de alcohol en mujeres de edad ha supuesto un notable avance en este ámbito, aunque sigue siendo necesaria la comparación con otros informes que combinen otros parámetros con los que han empleado los investigadores de Harvard, según han puesto de manifiesto Denis Evans y Julia Bienias, del Instituto para el Envejecimiento Saludable del Centro Médico Rush de la Universidad de Chicago en un editorial que se publica en The New England Journal of Medicine. La finalidad es analizar todos los elementos que realmente intervienen en los cambios cognitivos.