Gerontología - Universidad MaimónidesGerontología - Universidad Maimónides
Febrero 22, 2005
Afirman que es a los 50

sexo_a_los_50.jpgLa experiencia de vida que se acumula durante ese tiempo hace que tanto hombres como mujeres convivan con más amabilidad, menos prejuicios y seguros de sí mismos. Es la edad de la plenitud, el buen sexo y las relaciones duraderas. Las ventajas de haber pasado medio siglo en la tierra

Infobae.com
Martes 22 de Febrero de 2005


Los años no vienen solos y en muchos casos traen amor. La evolución que experimentan los seres humanos a través del tiempo los hace, como los buenos vinos, mas exquisitos a la hora de vincularse con el sexo opuesto.
Sí, hombres y mujeres experimentan el mejor amor de su vida recién a los cincuenta años, cuando con su pareja o con alguien con quien comenzar una nueva relación se hallan a sí mismos seguros, libres de prejuicios y con la madurez suficiente para disfrutar de la vida, el sexo y la buena compañía.
La ansiedad adolescente, los problemas existenciales típicos de los veinteañeros y las preocupaciones de los 30 y pico, se transforman, a los cincuenta años, en un tesoro de experiencias que permiten ver la vida parados desde una nueva baldosa: la de la plenitud.

Según coinciden sociólogos y psicólogos, una persona que ha llegado a los cincuenta es una persona que muy posiblemente se conozca mejor y sepa más concretamente que es lo que busca y necesita.

Esta característica, sumada al hecho de que las personas de esta edad han atravesado etapas de frustraciones, conflictos, crisis, rupturas, o pérdidas, provoca que el amor que se viva sea un amor mucho más maduro, en el cual cada uno se conoce mejor interiormente, sabe lo que busca, acepta la realidad, y respeta a la otra parte de la pareja tal cual es, sin buscar que se adapte a sus necesidades.

Por otro lado, las parejas de esta edad suelen estar conformadas por gente más independiente, que ha logrado desarrollar un largo camino de vida que les enseñó a tener en cuenta sus propios deseos, sin por ello deja de respetar los del otro.

Por eso, lo más probable es que en una pareja de esta edad exista una mayor independencia y armonía en el vínculo, ya que en el caso contrario, afirman los especialistas, es muy raro que la pareja logre perdurar, desde el momento que son pocos los que tolerarían que su compañero/a viva dependiendo de ellos mismos.

Menos celos y más diálogo

En las relaciones de gente mayor de 50 años suelen haber menos escenas de celos o de disputas destructivas y se da paso a un espacio de sano disentimiento, donde se pueden exponer y zanjar las posibles diferencias, sin por ello poner en riesgo la continuidad de la pareja.

Y es que sin dudas, a esta edad es más importante mantener la cercanía con la pareja, antes que tratar de salir victorioso de la absurda lucha de los sexos y la siempre presente competencia inherente a los seres humanos.
Es aquí donde también la sexualidad es vivenciada desde una faceta diferente, donde ya no se le da tanta importancia al aspecto físico o de aptitudes, sino a uno mucho más intimista, recreativo y gratificante.

No todas son rosas

Pese a los beneficios que brindan la experiencia, el conocimiento mutuo, y la maduración, los expertos señalan que a esta edad esos mismos factores, u otros, pueden también atentar contra una buena convivencia.

Para muchos profesionales en conducta humana, tanto en las relaciones amorosas como en otras cuestiones importantes de nuestras vidas, los seres humanos hacemos lo que podemos, y no lo que queremos o lo que la lógica determinaría.

Por eso mismo, más allá de las edades, las experiencias, o las voluntades, es posible que las personas vuelvan una y otra vez a caer en sus mismas trampas, aún cuando creían haber aprendido de sus anteriores experiencias.

Incluso, muchos especialistas afirman que llegan a sus consultorios una gran cantidad de personas que se quejan de las exigencias o temores que existen en la otra parte cuando se busca formar una nueva relación amorosa, lo cual los hace suponer que, en efecto, muchas veces la disolución de parejas del pasado no significa una disolución de los conflictos y frustraciones pasadas, las cuales seguirán condicionando y frustrando a todos aquellos que no se dispongan a superarlos verdaderamente.

Y para aquellos que tengan una pareja consolidada y duradera, otro de los riesgos que podrían atentar contra su buen funcionamiento es el aburrimiento, el cual es causante de muchos casos de infidelidad.

Por eso, es fundamental que una vez que los hijos hayan abandonado el hogar, -o se logre un bienestar económico sin necesidad de mayores esfuerzos-, se invierta el creciente tiempo a libre en encontrar nuevas actividades y tareas que permitan dar un nuevo significado al vínculo que se vivencia.

Fuente: En Plenitud

Enviado por Licenciatura en Gerontología el: Febrero 22, 2005 08:04 AM