Larga vida en Nueva York
Es una de las ciudades más seguras del planeta, pero ahora, además, se conoció que la gente que allí vive tiene el promedio de vida más alto de los Estados Unidos
Infobae.com
6 de enero
En Nueva York se vive más que en el resto de los Estados Unidos, según un informe que revela que ha descendido la mortalidad en la mayor ciudad norteamericana, donde la esperanza de vida supera la media del país.
Realizado por el Departamento de Salud de Nueva York, el estudio indica que en 2004 se produjeron en esa ciudad 1.747 decesos menos que en 2003, mientras que la esperanza de vida alcanzó 78,2 años, siete meses más que el conjunto de EEUU.
La caída de la mortalidad entre los más de ocho millones de neoyorquinos se debió principalmente al descenso del número de fallecidos por enfermedades cardiovasculares, que en 2004 causaron hasta 1.243 menos muertes que en 2003.
Ese tipo de enfermedades continúan siendo, no obstante, la primera causa de deceso en la mancha urbana, donde se llevaron la vida de 22.632 de los 57.466 fallecidos ese año.
El cáncer, la neumonía, los derrames cerebrales y la diabetes son las otras causas principales de muerte entre los neoyorquinos.
Entre ellas ha desaparecido el HIV, que provocó el fallecimiento de 1.451 personas pero tiene un 80 por ciento de menor incidencia mortal que a mediados de la década de 1990, debido al éxito de los actuales tratamientos contra la enfermedad.
Aunque causaron 574 víctimas, los homicidios tampoco suponen un alto índice porcentual en relación con otras áreas del país.
En declaraciones a EFE, el subdirector del Departamento de Salud de alcaldía de Nueva York, el médico Firzid Mostishari, atribuyó la mayor longevidad neoyorquina a lo que definió como "una combinación de factores y comportamientos".
Mostishari citó "el aumento entre la ciudadanía del ejercicio físico y de los mecanismos de control del colesterol y de la tensión sanguínea, la menor obesidad respecto a otras ciudades, y las fuertes restricciones para el consumo de tabaco".
"Fuimos una de las primeras ciudades en tomar medidas contra el tabaco, y estas son las consecuencias", dijo.
La aparente mejora en la salud de los neoyorquinos no está, sin embargo, repartida por igual entre los géneros. El índice de mortalidad es mayor entre los hombres que entre las mujeres; un 9,5 frente a un 6,3 por mil.
Esa diferencia refleja una tendencia universal.