Ejecutivos medios y altos se retiran con el 40%, en promedio, de su salario. Por eso, piden a las empresas seguir trabajando aunque se jubilen.
Ismael Bermúdez.
21.01.2007 | Clarin.com
Las personas que en estos días se están jubilando enfrentan una dura encrucijada: se retiran con un haber muy bajo con relación a sus ingresos últimos y tienen así una fuerte caída en sus niveles de vida.
Por esa razón, existe mucha resistencia entre el personal medio y superior que está alcanzando la edad jubilatoria de 65 años y tiene más de 30 años de aportes para renunciar al trabajo. Y son cada vez más los que plantean a sus empleadores jubilarse con "continuidad laboral" en la misma empresa, algo que la ley permite.
La causa es que, en promedio, la gente se jubila con el 40% del ingreso que tuvo mientras seguía en actividad. Eso pasa porque la jubilación inicial se calcula según el sueldo promedio de los últimos 10 años, sin ningún ajuste por la variación de los precios o de los salarios en un período en que los sueldos o la inflación subieron más del 70% o 90%. Y esto sucede a pesar de que el artículo 24 de la ley previsional vigente, sancionada en 1993, especifica que la jubilación debe calcularse "sobre el promedio de las remuneraciones sujetas a aportes y contribuciones, actualizadas y percibidas durante el período de 10 años inmediatamente anteriores a la cesación de servicios".
También desde 1998, por un decreto, el valor de la Prestación Básica Universal (PBU) —que integra el cálculo de la jubilación— quedó congelado en 200/230 pesos, según los años aportados, cuando debería ser actualizado por la variación de la recaudación previsional, según prevé la legislación previsional.
De acuerdo a los datos del Sistema de Seguridad Social, el sueldo promedio de los trabajadores activos es de 1.650 pesos. Pero si se calcula el de los últimos 10 años se reduce a 1.105 pesos. Como la jubilación se calcula sobre los 1.105 pesos, ya de entrada el haber inicial tiene una merma del 33%.
Para esos niveles de ingreso, la jubilación inicial oscila entre los 615 y 708 pesos, según haya aportado 30 o 35 años, lo que representa entre el 37% y 43% del ingreso que tuvo como trabajador activo. Así, de comienzo, el que se jubila sufre una merma del 60% en su nivel de vida. Estas cifras son muy similares esté el trabajador afiliado al Estado o a una AFJP.
Una vez jubilado con ese haber inicial bajo, surge otra licuación: la jubilación va subiendo según los aumentos generales que dispone el Gobierno que, para los haberes medios y altos, fueron inferiores a la inflación o a las subas salariales. Al no aplicarse la movilidad por la variación de los sueldos de los activos, el poder de compra de la jubilación se va deteriorando y se reduce aún más con relación al nivel de vida que tuvo el trabajador en su vida activa. Hoy, tras el aumento del 13%, el haber medio es de 680 pesos, lo que representa apenas el 40% del sueldo medio de la economía. Y más del 70% cobra la jubilación mínima de 530 pesos.
En síntesis, el "nuevo" jubilado tiene ante sí dos reclamos: el cálculo del haber inicial y la movilidad del la jubilación recalculada.
Por todo esto, muchos empleados, en especial de las categorías más altas, se resisten a jubilarse. Así, al alcanzar los 65 años o cuando los intiman a jubilarse, plantean a sus empleadores jubilarse pero seguir trabajando en el mismo lugar, con la ventaja de que puede disponer del sueldo y de la jubilación. En ese caso, ya jubilado, la ley prevé que las contribuciones y aportes de ese trabajador se destinan al Fondo Nacional de Empleo.
En tanto, con la jubilación ya otorgada, el trabajador—jubilado puede iniciar el reclamo administrativo y judicial por el recálculo de sus haberes.
http://www.clarin.com/suplementos/economico/2007/01/21/n-00201.htm