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China Zorrilla: "Soy de dar plata y me usan"

Confiesa que debe seguir trabajando porque administra mal su plata: es muy dadivosa. Y dice que quiere escribir un libro de memorias con la experiencia de ser amada en la tercera edad.

Hernán Firpo
31.12.2006 | Clarin.com | Espectáculos


La charla cae en repetidas interrupciones porque China atiende el teléfono sí o sí para perderse por ahí con su tubo inalámbrico. "Está con su novio", aclara Graciela (asistente/amiga/vecina). ¿China tiene novio? "No, qué digo: el teléfono ya es como su marido". Quinta llamada y la entrevista se mete en una cinta de Moebius. Parece eterna. ¿Cuántas horas hace que estamos acá? ¿Qué día es? A uno se le antoja la deliciosa sensación de estar en casa de su abuela. Una abuela que anda por ahí charlando mientras prepara cosas ricas, y un nieto que mira la tele en un sillón de dos cuerpos. Al rato vuelve China, Premio Clarín Espectáculos a la Trayectoria, las manos vacías de cualquier cosa que no sea su marido portátil, y el cronista con el control remoto. ¿En qué estábamos?", quiere saber tratando de retomar el hilo.

Le preguntaba si hacer el amor en la tercera edad es una cuestión más creativa que corporal.

Es completo, maravilloso, un tema que seguramente escriba en mis memorias. Hace tiempo que vengo con ganas de escribir episodios de mi vida. Un capítulo importante se lo voy a dedicar a contar lo que es enamorarse de vieja... ¡y que te amen de vieja!

¿Algo que le pasó o le está sucediendo ahora?

No puedo hablar contigo de esto, porque a los 84 años no debo decir ciertas cosas que no decía a los 44. Mirá: si yo hablara del amor en la vejez, cualquiera de estos periodistas que andan por ahí en la tele lo usarían para reírse de mí... Y tengo miedo de que se rían de mí.

Así que no me va a contar con quien le mete los cuernos al teléfono.

No.

¿A esta altura de su vida no le gustaría estar acompañada?

Lo único que no hice en mi vida fue casarme y tener hijos, y todas las mujeres del mundo que están en la misma condición que yo deben pensar que es una falta.

¿Y por qué no se le dio?

Prefiero pensar al revés, pensar en todo lo que Dios me dio en exceso: familia preciosa, padres estupendos, hermanas divinas, un público que siempre me apoyó, el placer de viajar, vivir en diferentes partes del mundo...

Los teóricos modernos dicen que una vida sexual plena prolonga la vida. Viéndola a usted tan activa, se me ocurre...

Puede ser, puede ser.... Lo que pasa es que yo nací en un país y en un momento en que de eso no se hablaba. Hace poco, un tipo, y no te pienso decir quién, escribió en un libro acerca de un romance que había tenido conmigo. Lo hizo con mucho respeto, pero mis amigas me decían "¡Cómo China, no sabíamos nada...!" Al periodismo antes no se le ocurría preguntarle a un entrevistado si salía o estaba con alguien y hoy es un tema de agenda.

¿Cuál es el placer de seguir actuando cuando cada vez se tienen menos papeles posibles?

¡Pero oíme, yo no quiero actuar más! ¡Quiero dirigir! Estoy cansada de actuar, pero no me dejan. Dicen que arriba de un escenario soy como un imán. Aparte, no me puedo retirar porque soy una mala administradora de todo lo que gano. Debo trabajar.

¿En qué se gasta la plata?

Y... me piden y a mí me gusta ayudar al prójimo.

¿Quién es el prójimo?

Hay palabras que se usan para decir mentiras y verdades. Si vos necesitás plata y yo gusto de tí, me llamás y me decís: "China, estoy enamorado de vos". ¿Y sabés qué hago yo? Te doy la plata. El problema es que no te aman. Es mentira.

La usan.

¡Claro! Bah, no sé. Muchos saben que soy de dar plata. Hay gente que consigue mi teléfono, me dice que tiene un pariente enfermo y yo le doy... Por las dudas le doy.

Volvamos a la idea anterior. La ficción consiste en poder encarnar distintos personas, es verdad, pero convengamos que a los ochenta y pico quedan pocas chances de hacer otras cosa que no sea de viejo...

Yo tengo un optimismo insensato. Nunca me faltó trabajo. Aparte, a mí me pasan cosas realmente raras. A los 82 me llamó Marcos Carnevale para hacer una historia de amor. "Bárbaro, de quién voy a ser abuela". Y me respondió: "No. Vas a ser la protagonista". Yo le dije que estaba loco... Me equivoqué feo con Elsa y Fred.

¿Hay algún actor argentino que deberíamos ver siempre que podamos?

(Piensa nueve segundos) Julio Chávez. Una a veces se olvida de él y me lo tienen que recordar. Chávez no se prodiga, ¿viste? Si está trabajando en algo, más vale que corras a verlo porque no siempre vas a tener chance de disfrutar a este tremendo actor. También me siento llena de amor por (Damián) Szifron. Lo que hizo en Tiempo de valientes sería un Oscar en cualquier lugar del mundo. Yo quiero mandar el guión a los Estados Unidos. El chico ese es un genio.

¿Qué cosas pasan por la cabeza cuando uno sabe que tiene más tiempo por detrás que por delante?

Es difícil explicar lo que es ser viejo. Al cumplir ochenta años, dije: "Soy vieja". Y no lo decía por la edad, aunque el ocho me impresionaba bastante. Cuando era chica filosofaba: ¿seré grande?, ¿cómo será llegar a los 50?, ¿tendré lolas?, ¿tendré cuerpo de mujer?... Y un día tuve lolas, y no pasó nada. ¿Me enamoraré? Y no pasó nada. ¿Algún día seré vieja?, me decía, y sí, llegué. Pero, ojo, no doy ninguna pena. Me acuerdo de mi madre: 95 años, lúcida como yo, no estaba enferma, pero le había llegado el momento de morir. Fui a su pieza, recuerdo, y me dijo: "Ahora que es inminente mi paso al otro mundo, el miedo le ha dejado lugar a la curiosidad". ¡Qué frase!

Usted todavía siente miedo...

Las dos cosas, che.


http://www.clarin.com/diario/2006/12/31/espectaculos/c-01336727.htm


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