Lo revela un informe del Ministerio de Economía. Entre el año 2003 y el 2006 descendió más que la caída general, que fue del 29 por ciento. Además, descarta que el proceso de toma de nuevos empleados tropiece con "cuellos de botella" en algunos sectores de la población desocupada, debido a la falta de capacitación.
Telam
29.01.2007
Un informe del Ministerio de Economía sobre el perfil de los desocupados en el período 2003-2006 descarta que el proceso de toma de nuevos empleados tropiece con "cuellos de botella" en algunos sectores de la población desempleada, debido a la falta de capacitación.
El estudio sostiene que "la absorción de empleo tiene un perfil educativo similar al stock de desempleados", al tiempo que afirma que las franjas etarias que tradicionalmente han demostrado mayor dificultad para obtener empleos (jóvenes y adultos mayores), lo están haciendo casi al mismo ritmo que el promedio.
"Desde el segundo semestre de 2003 al primero de 2006 el desempleo entre los menores de 30 años se contrajo en un 27%. Si bien la tasa de desempleo para los más jóvenes aún está por sobre la tasa general, la fuerte caída es casi tan intensa como la que experimentó el conjunto de la sociedad, que fue del 29% en igual período", explica el informe.
Tras aseverar que la caída del desempleo en los adultos mayores de 60 años fue del 41% desde 2003, "siendo la mayor" por grupo de edad, se destaca que este índice (8,2%) es casi equivalente al de las personas de 30 a 59 años (7,3%), el grupo con menos problemas de desocupación.
Por otro lado, el estudio remarca que, en el período analizado, se registró una reducción en la proporción de desempleados con bajo nivel educativo.
Este comportamiento está asociado con "el buen desempeño relativo de sectores como construcción, comercio y servicios personales, tradicionalmente con menores requerimientos educativos de mano de obra, explica una buena parte de esta absorción, que ha permitido reducir la tasa de desempleo en un 42%", afirma.
El informe evalúa como positivo que "la absorción de empleo tenga un perfil educativo similar al del stock de desempleados", porque "se favorece a las capas de la sociedad con menor educación e ingresos" y porque "permite igualar las chances de conseguir empleo", independientemente del nivel educativo.
"Todo esto permite que la demanda de empleo pueda ser satisfecha sin cuellos de botella en ningún grupo educativo, aunque lo anterior no obsta que a un nivel de desagregación educativo mayor puede existir algunas especialidades en las que la oferta de trabajo sea escasa", argumenta.
"El tipo de cambio competitivo, la fuerte recuperación económica y el patrón de crecimiento observado en los últimos años permitió reducir el desempleo de manera muy apreciable, de manera que todos los grupos de edad y educación enfrentaron las mismas mejoras en las probabilidades de obtener un empleo".
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