La información se conoció ayer, pocas horas después de que una mujer de 86 años muriera como consecuencia de las graves quemaduras que sufrió al incendiarse el geriátrico donde estaba alojada, en Gerli, en el partido bonaerense de Avellaneda.

La víctima fue identificada como María Elena Quintela. Otras tres permanecían ayer en grave estado. Como informó LA NACION en su edición de ayer, el incendio se registró en un geriátrico situado en Carabelas 940.

Según informaron a LA NACION fuentes de la Municipalidad de Avellaneda, a pesar de que el geriátrico tenía una habilitación provisoria para poder alojar a 14 personas, en el lugar había 29 internos que dormían en pequeñas habitaciones.

En la Municipalidad de Avellaneda, en tanto, agregaron que el geriátrico no tenía la habilitación comercial correspondiente, a la cual debería haber accedido su dueña, Miriam Licata, una vez obtenida la habilitación del Ministerio de Salud.

"Sólo se le entregó una oblea en la que constaba que había iniciado el trámite, en junio de 2006, pero eso no la habilita", informaron.

Los voceros municipales dijeron que para detectar un comercio que no está habilitado sólo pueden hacerlo a través de denuncias de vecinos.

El fuego comenzó en la medianoche y se originó por un cortocircuito. A las 3 de la madrugada el fuego pudo ser extinguido por las siete dotaciones de bomberos que trabajaron en el lugar.

A pesar de los 900 geriátricos que funcionan en forma clandestina, el responsable de la Subsecretaría de Control y Fiscalización Sanitaria del Ministerio de Salud bonaerense, Alberto Costa, aseguró que en el último año se logró mayor eficiencia en la inspección de los geriátricos.

El Ministerio de Salud, a cargo de Claudio Mate, consideró que no corresponde una sanción para el funcionario por el incendio del geriátrico de Gerli, que provocó la muerte de una mujer, pues "todo estaba en el marco de la ley".

Proyecto de ley

La cartera sanitaria impulsa un proyecto de ley que ya fue aprobado por los diputados y que deberá debatirse en el Senado, que propone delegar a los municipios la habilitación y el control de este tipo de establecimientos.

"La crisis posterior a 2001 hizo que el control en el área sanitaria quedara un poco de lado por atender lo más urgente. Pero hemos mejorado mucho en recursos humanos como en capacidad operativa. Esto no quiere decir que las condiciones sean óptimas", afirmó Costa.

"En la provincia tenemos casi 900 geriátricos habilitados, de los cuales 400 fueron autorizados durante el último año y medio. Una cantidad similar, entre 800 y 900, funciona clandestinamente. Estos últimos son el mayor problema", explicó a la prensa Costa.

http://www.lanacion.com.ar/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=901750
LA NACION | 20.04.2007 | Página 19 | Información general