"AGRADEZCO A DIOS HABER VIVIDO LO QUE SIGNIFICA LA FAMILIA", DIJO BENEDICTO XVI
Los cumple hoy, pero ayer habló de su cumpleaños ante los fieles en San Pedro.
Julio Algañaraz
16.04.2007 | Clarin.com
A menos de un mes de su viaje al Brasil, que será probablemente su única gira apostólica por la América Latina, el Papa cumple hoy 80 años de edad y, mañana jueves, dos años desde que fue elegido como sucesor de Juan Pablo II.
Son dos aniversarios que marcan el relieve de la figura de Joseph Alois Ratzinger, nacido en el pueblo alemán bávaro de Marktl am Inn, el 16 de abril de 1927, tercer hijo de un modesto gendarme policial y de una ama de casa.
Ayer, bajo un sol radiante durante una misa en la plaza de San Pedro, miles de fieles asistieron a una fiesta anticipada por el natalicio papal. "Estamos reunidos para conmemorar la culminación de un largo período de mi vida", dijo el pontífice con voz firme pero emocionada luego de saludar en alemán a sus compatriotas que lo aclamaban desde la plaza vestidos con trajes típicos de su Bavaria natal. "Veo trajes bávaros. Eso me abre el corazón", agregó Benedicto XVI, al pronunciar un sermón inusualmente personal sobre las distintas estaciones de su vida.
"Agradezco a Dios haber vivido lo que significa la familia, haber experimentado la bondad maternal. Agradezco a Dios por mis hermanos que estuvieron y están a mi lado, leales y socorredores", proclamó entre emocionados vítores de sus fieles.
Los 80 años representan en la Iglesia la edad en la que cualquier alto prelado que lleva ya cinco años en su cargo, habiendo renunciado a los 75 por límites de edad como establecen las normas, es enviado a retiro.
En el centro de las preocupaciones del nuevo Papa, está desde hace dos años devolver a Europa su cetro de motor de la cristiandad. Haciendo revivir el cristianismo militante sin concesiones frente "al crecimiento de una sociedad que ha perdido sus raíces, donde predominan el relativismo y el secularismo".
El semanario norteamericano Newsweek llama a Joseph Ratzinger "el Papa perdido", que en estos dos años "ha sido bastante invisible en los lugares donde más lo necesitan". Es cierto que el Papa se ocupó poco de Latinoamérica y que los africanos se sienten ignorados por la Iglesia.
Pero Joseph Ratzinger es un teólogo conservador brillante y honesto. Algunos ingenuos católicos "progres" esperaban buenas sorpresas de este Papa. Pero, para hacer un parangón criollo, quien ha sido durante 79 años hincha de Boca no se hace de River de la noche a la mañana.
Su misma honestidad lo lleva a poner el acento en los temas que están en el centro de sus reflexiones para tratar de revivir el catolicismo europeo. La lucha contra la sociedad que no cree, contra la Europa que ha perdido sus raíces; contra el aborto, los anticonceptivos, las uniones civiles, la convivencia entre gays legalizada. Benedicto XVI detesta la música rock y no lo oculta, quiere volver paulatinamente a la misa en latín, con más música sacra y menos guitarreadas. En esto va de contramano de una nueva tradición que ganó un amplio espacio en la Iglesia universal desde que Pablo VI, en 1969, reformó la misa tradicional y la modernizó. Cree que la Iglesia tiene el derecho y el deber de intervenir en defensa de los grandes valores, aunque aumenten las protestas y las acusaciones de ingerencia en la vida de las sociedades laicas.
El Papa ha viajado poco. Luce muy bien de salud, pero está viejo y los médicos le desaconsejan los esfuerzos. Por eso se toman tantas precauciones para su viaje al Brasil, donde entre el 9 y el 14 de mayo visitará San Pablo. Justamente, en virtud de todos sus trajines, el Pontífice es muy consciente de su condición a los 80. Una simple idea ilustra su visión de las cosas: Pasa el tiempo —dijo una vez con emocionada nostalgia— "y la llama de la vida se va haciendo más pequeña".
http://www.clarin.com/diario/2007/04/16/elmundo/i-02501.htm