Gerontología - Universidad Maimónides

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El envejecimiento jaquea a los regímenes jubilatorios

Dicen que aquí y en el mundo se está gestando una gran deuda

La Nación
Domingo 10 de junio de 2007

"Acá no hay una cuestión ideológica, sino un tema empírico." Con esa frase, el economista Ricardo Arriazu se refirió a los riesgos de incumplimiento que se avecinan para los sistemas jubilatorios de reparto, en un mundo en el que la tendencia al envejecimiento de la población reducirá la cantidad de aportantes que deberán sostener el pago de una deuda -los haberes de los jubilados futuros- que hoy se está gestando, pero no se está registrando. Según Arriazu, el tema del envejecimiento de las poblaciones en el mundo es a la economía lo que el problema del calentamiento global es al medio ambiente.

En pleno período en que los afiliados a capitalización pueden optar por el régimen de reparto, y en una conferencia organizada por la AFJP Consolidar -en la que se expusieron varios argumentos de las administradoras para retener trabajadores-, Arriazu mostró un panorama de la crisis de los sistemas que se financian con aportes intergeneracionales y destacó que países como Italia enfrentarán desafíos muy críticos.

"El sistema estatal puede decir «yo te doy el doble o te jubilo sin aportes», pero la pregunta es quién paga eso", advirtió Arriazu, en una velada crítica a las últimas disposiciones del Gobierno, que extendieron el beneficio jubilatorio a quienes aportaron poco o no aportaron nada, y elevaron los haberes prometidos, como una forma de incentivar el pase de afiliados de las AFJP al sistema estatal.

Según Arriazu, el problema es que existen cambios estructurales que los regímenes de reparto no tienen en cuenta. "Hoy hay una generación egoísta que dice «¿para qué voy a tener hijos», y la verdad es que no existe un problema más fuerte en el mundo, por sus efectos económicos, que el del envejecimiento" poblacional, consideró. Y agregó: "La protección de la seguridad social la brinda un empleado activo: él es el que paga, ni el Estado ni la AFJP", por lo que no pueden ignorarse datos como la relación entre cuántos trabajan y cuántos hay que proteger".

La reforma

La reforma de la ley 26.222, aprobada en febrero último, permite el pase de afiliados de las AFJP a reparto y mejora la fórmula de cálculo de los haberes del sistema público: mientras que hasta ahora se pagaba el 0,85 del salario por año aportado, ese multiplicador pasa a ser el 1,5 por ciento.

Según números presentados por Arriazu, en 1991, antes de la reforma que creó la capitalización, la deuda no registrada del Estado argentino por los entonces futuros jubilados equivalía al 158% del PBI, mientras que 10 años después ese indicador era del 73,6 por ciento. "Con la reforma [aprobada este año] hacemos exactamente al revés; vamos a empezar a aumentar una deuda que nadie va a registrar y después no vamos a poder pagar", advirtió.

De las inversiones de los fondos manejados por las AFJP, surge que el Estado tiene también muchos compromisos con los afiliados a este sistema, pero los defensores del régimen señalan que es una deuda registrada y susceptible de ser reclamada.

Según Arriazu, frente a los problemas del envejecimiento, se proponen por lo general medidas como elevar la edad jubilatoria, adecuar las prestaciones, subir impuestos o reducir gastos públicos, y sustituir gradualmente el sistema de reparto por uno de capitalización. En el país, la ley de 1994 creó un sistema mixto: quienes ahorran en una cuenta individual cobran una parte de su prestación del Estado y, mientras su aporte salarial va a la AFJP, la contribución patronal va al fisco.

Por Silvia Stang
De la Redacción de LA NACION

http://www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/economia/nota.asp?nota_id=916099&pid=2681726&toi=5272

La inflación es un factor importante para optar

También influyen el sexo y la edad


A la hora de elegir entre el sistema previsional de reparto o de capitalización, el nivel de inflación es un "factor fundamental". Así lo consideró el consultor Daniel Marcú, quien disertó en la jornada organizada por la AFJP Consolidar.

Marcú explicó que existen dos motivos que justifican observar esa variable: uno es que el sistema de reparto, al calcular el haber inicial, toma como base el promedio de los salarios cobrados en los últimos 10 años, pero no actualiza los montos, sino que los toma a valor histórico; el otro es que, una vez otorgado el beneficio, no existe un mecanismo automático de movilidad, pese a que la Corte Suprema ya determinó que sí debería instrumentarse.

"En los últimos años se ha licuado el valor de los haberes superiores al mínimo", recordó Marcú, en referencia a la política oficial que privilegió a quienes perciben montos más bajos otorgando subas que, en esos casos, superaron ampliamente los índices oficiales de inflación.

En el caso de capitalización, no hay una garantía de actualización de los haberes en la etapa pasiva que esté directamente relacionada con la inflación o la evolución de los salarios, sino que la parte del ingreso jubilatorio que corresponde a lo ahorrado en la AFJP se ajusta según los resultados financieros de las inversiones decididas por la administradora (en el caso de quienes cobran directamente de allí), o por la compañía de seguros de retiro (en el caso de quienes optaron por comprar una renta vitalicia previsional para cobrar sus haberes mensuales).

A partir de la última reforma el sistema estatal se comprometió a pagar, a quienes tengan 30 años aportados a reparto, una prestación equivalente al 45% de la base salarial, mientras que hasta ahora la promesa era del 25,5 por ciento.

Factores de decisión

El consultor mencionó otros factores que cuentan para la opción: el sexo, la edad, la integración del grupo familiar y la rentabilidad futura de los fondos de las AFJP, una variable imposible de conocer para el afiliado. El sexo influye porque, al retirarse de la vida laboral a edad más temprana y tener mayor expectativa de vida, la mujer que se jubila por capitalización debería tener más ahorros que un varón para llegar a un cobro mensual vitalicio de cuantía similar.

Marcú dijo tener la sensación de que llegarán unos meses de calma en cuanto a los traspasos de los afiliados de las AFJP a reparto, mientras que hacia noviembre y diciembre el tema volverá a ganar protagonismo. Al referirse a la edad como factor influyente, estimó que, si bien por los aportes hechos a partir de una etapa ya avanzada de la vida laboral el Estado promete mayores prestaciones, las diferencias no serían demasiado significativas.

Ricardo Fernández Figini, socio de Marcú, señaló que, aun cuando los ingresantes en el mercado laboral que no optan por un sistema sean derivados a reparto, está claro que a los jóvenes "les conviene la capitalización".

http://www.lanacion.com.ar/916100