Tres obras con actores de la tercera edad
En una sociedad que recurre a cirugías, gimnasia y cremas para esconder las marcas que el paso del tiempo va dejando en el cuerpo, ser mayor parece casi un pecado.
La Nación
Domingo 24 de junio de 2007
La gente mayor no está de moda, y los medios de comunicación consideran que no vale la pena darles un lugar protagónico. Cuando se les da un lugar, suelen ser representados como los abuelos que no entienden nada y solamente molestan a los jóvenes.
En el teatro off , tres propuestas pretenden acercar al público a la vida y los sentimientos de los adultos mayores. Las obras Motivos para levantarse por la mañana , A propósito de la vida después de los 50 y La valija de Hans utilizan herramientas muy distintas para mostrar cómo sienten, piensan y viven los mayores.
El acercamiento al tema desde la comedia y un mensaje sobre las ganas de vivir, aun viviendo en un hogar y alejado de su familia, son los puntos en común que comparten estas tres obras.
Germán Akis y Raúl Baroni (los autores de Cuidado que están los chicos , éxito del off de los 80), dueños del teatro Arlequino, son los autores y directores de Motivos para levantarse por la mañana (domingos, a las 17.30)y A propósito de la vida después de los 50 (domingos, a las 19.30). Ellos notaron que no había espectáculos para gente mayor y decidieron que ése sería su nuevo proyecto. En 2006 estrenaron Motivos , comedia costumbrista que retrata la vida de un grupo de habitantes de un hogar para mayores. "Queríamos incluir todo, desde el sexo hasta las pequeñas rencillas", dice Akis.
Con respecto a la respuesta del público, Akis y Baroni señalan que es muy positiva porque el mensaje es esperanzador. "Hay gente que llama por teléfono para preguntar si la obra es muy triste -dice Baroni-, pero nosotros tratamos de que no sea un bajón."
La vida continúa
La valija de Hans también pretende demostrar que aun en un hogar para mayores existen las ganas de vivir, pero no partiendo del realismo, sino del absurdo. Según Eduardo Peralta, director y autor de la obra junto a Ricardo Monti, la idea de escribir sobre esta temática surgió cuando iba a ensayar a un teatro que quedaba al lado de un geriátrico y veía a través de la ventana a la gente mayor que vivía allí.
"La gente les escapa un poco a las obras en que se tratan temas sobre la vejez", comenta Peralta. "Intentamos hacer una comedia, y muchas veces el público no se ríe en algunas partes sólo porque se supone que uno no se puede reír de lo que sucede en un hogar de ancianos." Sin embargo, señala Peralta que los actores están muy contentos con la devolución que les hace el público porque sienten que están dejando interrogantes en la mente del espectador.
Un tema que tratan las tres obras y que no suele abordarse con respecto a la gente mayor es la sexualidad. En Motivos..., los mayores que viven en el hogar se enamoran como si fueran adolescentes. Las mujeres de A propósito... se debaten entre el deseo y lo que suponen que es correcto para su edad, hasta que una situación muy particular descubre sus fantasías. Entretanto, los ancianos de La valija de Hans canalizan esa sexualidad "transformada" a través de la enfermera del hogar.
Con respecto al trabajo con los actores mayores, los directores coincidieron en señalar que tuvieron que hacerlo de forma distinta de como se haría con actores más jóvenes. "Algunos tienen problemas de columna o lumbares, y hay que trabajar con mucho cuidado", comenta Baroni. Según ambos directores, para elegir al elenco de las obras convocaron a actores que ya conocían y éstos, a su vez, trajeron a otros. A Peralta le sirvió su experiencia como profesor de talleres de teatro para adultos mayores para saber cómo encarar el trabajo con los actores, dos de los cuales fueron alumnos suyos, y sortear obstáculos como los problemas de memoria: "La memoria es un músculo, y a medida que se ejercita resulta más fácil". Después de varios meses de ensayos, los actores se aprendieron la obra a la perfección, especialmente el protagonista, Alberto Cebollero, que tiene 81 años.
Pero más allá de las dificultades, los tres directores afirman que están muy satisfechos con los resultados conseguidos. "Los actores pusieron la mejor disposición para recordar bien la letra y no tener que cambiar nada", comenta Peralta. Akis y Baroni afirmaron que para los actores de ambas obras actuar es una verdadera fiesta.
Tanto Motivos... como A propósito... seguirán en cartel algunos meses más, siempre en el teatro Arlequino, mientras que La valija de Hans , que estuvo en esa misma sala desde marzo hasta la semana pasada, se repondrá en julio en el Teatro del Abasto.
Desde ese espacio, lejano del teatro comercial, las historias de la tercera edad resisten, intentando que los que ya han llegado a esa etapa de la vida puedan verse reflejados en el escenario y los jóvenes puedan entender mejor a sus mayores.
María Fernanda Mugica
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