Gerontología - Universidad Maimónides

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Cada vez son más jóvenes los pacientes que consultan por el Mal de Alzheimer

Los adultos de entre 34 y 45 suelen llegar a los consultorios por padecer olvidos reiterados. Sin embargo, en la mayoría de los casos, son síntomas asociados a una depresión o trastornos de ansiedad. En la actualidad, la enfermedad afecta a casi medio millón de argentinos.

Telam
Martes de 17 de Julio de 2007

Cada vez son más jóvenes los adultos que hacen consultas médicas por olvidos involuntarios o distracciones que asocian a los primeros síntomas del Mal de Alzheimer, afirmaron hoy neurólogos especializados en el tema.

La incidencia de la enfermedad, que afecta a unos 450.000 argentinos, es directamente proporcional a la edad: los neurólogos estiman que de cada 20 personas mayores de 65 años, una padece Alzheimer, y entre los mayores de 80, el índice trepa al 50%.

No obstante, las consultas cada vez son más prematuras e involucran a adultos jóvenes, entre 35 y 45 años, que llegan al consultorio preocupados olvidos ocasionales. El Alzheimer es una enfermedad que desata un proceso degenerativo en el sistema nervioso central y produce un deterioro, progresivo e inexorable, de las funciones intelectuales.

El síntoma inicial, y el más conocido popularmente, es una disminución de la memoria a corto plazo y de la capacidad de concentración. En estadios más avanzados, se dificulta el lenguaje y la orientación espacial y en fases terminales, se pierde la capacidad de percepción, de hablar y moverse, la continencia urinaria y fecal y se avanza hacia la demencia.

Para el director del área de Gerontopsiquiatría y del Programa Alzheimer del Hospital Alvear, Ignacio Brusco, el aumento de la información que circula en la sociedad -en diarios, en programas de TV y en películas que abordan el tema-, es uno de los factores que explica el incremento en el número de consultas.

"Las campañas sobre trastornos de la memoria también generan muchas consultas y atraen nuevos pacientes al hospital", agregó el especialista, presidente de la Asociación Alzheimer Argentina.

El médico advirtió que, en general, los adultos jóvenes consultan por olvidos reiterados porque piensan que pueden tener Alzheimer, pero en la mayoría de los casos, en estos grupos etarios, son síntomas asociados a una depresión o trastornos de ansiedad.

Tener un familiar enfermo es otro motivo de preocupación, aunque los médicos afirman que se trata de una mal que no tiene una carga hereditaria fuerte. Brusco explicó que hay dos grandes tipos de Alzheimer: el esporádico, que es el más frecuente y tiene una incidencia de transmición familiar similar al cáncer, y otro que se dispara por mutaciones genéticas y que se hereda en el 50% de los casos.

En el Servicio de Neurología del Hospital Austral, las consultas sobre Alzheimer también aumentaron, sobre todo entre personas de entre 40 y 50 años. "La gente está más alerta frente a la enfermedad porque en la mayoría de las familias, hay un caso", dijo a Télam el jefe del Servicio de Neurología de ese hospital, José Bueri.

Ese es el dato que reflejan las estadísticas locales que indican que entre los mayores de 60 años, cada 20 personas 1 padece la enfermedad; aunque algunos especialistas como Bueri reducen la incidencia a 1 de cada 10. "Si los olvidos afectan el trabajo o la vida diaria, hay que consultar al médico -agregó el neurólogo-. Aunque no se trate de un Alzheimer es un llamado de atención".

Bueri coincidió con sus colegas que entre los 40 y los 50 años lo más probable es que sean síntomas que delaten un estado depresivo, manifiesto o no, que causa distracciones, problemas de atención y provoca olvidos y de ser diagnosticado es tratable e incluso, reversible.

Desde la Jefatura del área de Neurología y del Centro de Memoria del Hospital Santojani, el médico Carlos Mangone, celebró la tendencia a que las consultas sean precóces. "Una consulta en un centro especializado, es lo mejor que se puede hacer", destacó Mangone, fundador y miembro honorario del Comité Científico Asesor de Asociación de Lucha Contra el Mal de Alzheimer y Desórdenes Relacionados de Argentina (ALMA).

"Los olvidos ocasionales pueden deberse a un cuadro de estrés, a un exceso en la actividad laboral -dijo-, pero cuando un olvido deja de ser ocasional, se convierte en una luz amarilla que nos está alertando sobre algo más".

"Yo le pregunto ¿qué desayunó hoy? y usted a lo mejor no lo recuerda. Pero si le pregunto qué es el desayuno y no me lo sabe precisar, el olvido es diferente -explicó-. Sobre este tipo de olvidos hay que prestar atención".


Telam - Agencia Nacional de Noticias de la República Argentina
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