Es positivo o no el envejecimiento de la población europea? "Saludable vieja Europa" se titula un artículo publicado en el número de mayo/junio de la revista Foreign Affairs, donde se dice que los europeos viven ahora mucho más que nunca y gozan de una salud mucho mejor. Por desgracia no es toda la verdad.

La esperanza de vida a lo largo de los últimos cien años casi se ha doblado y es ahora de 80 años, algo más en el caso de las mujeres, algo menos en el caso de los hombres.

Sin embargo, en la vieja Europa nacen menos niños que nunca. Todas las proyecciones sobre la marcha del futuro económico de Europa descansan en la hipótesis de que se registrará una considerable inmigración para garantizar el funcionamiento de la economía y costear tanto las jubilaciones de un creciente número de gente mayor como el alza vertiginosa del gasto sanitario y otros gastos similares de orden social.

¿De dónde vendrán estos inmigrantes? No de universidades de India o China, sino de aldeas montañosas y suburbios de ciudades del norte de Africa y Oriente Medio. Según las proyecciones actuales, habrá 50 millones de desocupados jóvenes en esas regiones y muchos de ellos querrán emigrar. En un período relativamente corto, casi la mitad de las personas de muchas ciudades de Europa Occidental comprendidas entre los 18 y los 30 años no será de origen europeo.

Podría razonarse que una población que se reduce gana en lo que a calidad de vida se refiere.
Pero ésta tampoco es toda la verdad. La perspectiva de disfrutar de 25 o incluso 30 años de jubilación —en Estados Unidos suele anunciarse como la edad de oro— presenta un panorama sumamente atractivo gracias a Cialis o Viagra a precios relativamente económicos. Pero, ¿quién lo pagará?

Cuando se instauró el Estado de Bienestar, los planificadores no tuvieron en cuenta que tan gran número de personas viviría tantos años y que su número sin duda aumentaría. En muchos países europeos se ha sugerido que la edad de jubilación debería ser superior. Pero la idea topa con oposición; en Francia se han registrado huelgas contrarias a tal reforma.

Aun en el caso de que la gente se jubilara sólo a partir de los 68 años, dadas las actuales tendencias demográficas y la menor natalidad, los países de Europa Occidental seguirían dependiendo de la entrada anual de cientos de miles de inmigrantes, factor que provocará cambios radicales en su entorno. Sus países ya no serán los mismos. Ni tampoco la saludable vieja Europa.

Copyright Clarín y La Vanguardia, 2007.

http://www.clarin.com/diario/2007/07/19/opinion/o-02915.htm