En ese espacio pude encontrarme con algunas reflexiones que hace mucho tiempo constituyen mi preocupación, a la vez que acercarme a un marco teórico/ analítico que permite dar nuevas respuestas a mis interrogantes, realizar nuevas búsquedas, repensar algunas de mis afirmaciones.

Cuando leí el Diario “La Nación”(23/06/07), esa mañana en el hotel y me encontré con el artículo “Cómo superar la crisis de la mediana edad”, algunos de los conceptos allí vertidos me dispusieron psíquicamente para escuchar atentamente lo que luego sucedería en el encuentro. Cuando Usted señala que…”Elaborar anticipadamente las marcas biológicas y sociales del envejecer, como las transformaciones en la propia imagen o el aislamiento de los hijos”.., creo que es un buen rumbo-de preparación- para asumir la Tercera Edad un desafío, a asumir, los años por-venir como una construcción, para hacer de este momento del curso vital también un espacio de “anticipación y de proyectos”, integrando en este presente histórico nuestro pasado y resignificándolo hacia la búsqueda de dar forma a nuestros sueños, utopías, con un horizonte de expectativas esperanzadoras.

Creo que ustedes desde la Universidad Maimónides están haciendo un buen camino en el difícil trabajo de tornar visibles, social y subjetivamente, las problemáticas de la Mediana Edad y especialmente de la Vejez y hacer de ellas un proceso que, como parte del curso vital, permitan a los sujetos un envejecimiento activo y saludable.
Sinceramente para mí es muy grato compartir estos espacios de formación, puesto que en ellos, uno se puede encontrar con escuchas mas esclarecedoras que le permitan intercambiar y pensar colectivamente estos temas, de los que hoy la sociedad en su conjunto no debería desentenderse.
Desde aquí mis calurosos saludos, felicitaciones, y agradecimiento a la oportunidad de compartir estos encuentros y espacios de reflexión y formación.

Manuel Sternik
(San Luis)
02/07/07