Gerontología - Universidad Maimónides

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Llegar sano a la vejez y viajar por el mundo, los deseos de los argentinos

Según el sondeo, la salud se destaca en el ranking de prioridades. Es un anhelo que también aparece entre los más jóvenes. Las mujeres son las que más destacan el placer de viajar. Y los solteros privilegian "encontrar el amor".

Por: Mariana Iglesias
Clarin 30.12.2007

Llegar a anciano sano física y mentalmente. Ese es el mayor deseo de los argentinos para este año que está por comenzar. Y no es un anhelo exclusivo de un grupo de gente mayor, sino también de muchos jóvenes.

El dato, sorprendente, surge de una encuesta que se propuso el objetivo de descubrir qué deseo ganaría si los argentinos tuvieran que elegir entre salud, dinero y amor. Ganó la salud. De todas maneras, las aspiraciones planteadas difieren según la edad, el sexo y el estado civil.

Se les envió a 600 personas de todo el país un listado con cien deseos para que eligieran tan sólo uno, esa era la condición. Algunos: "Casarme", "Recuperar un amor perdido", "Formar una familia", "Cambiar de sexo", "Ser famoso", "Saldar mis deudas"... El más elegido: "Llegar a anciano sano física y mentalmente". El segundo: "Viajar por el mundo".

El primer dato que surge de esta encuesta es que los deseos no son estáticos, es decir, van cambiando según en qué momento de la vida se encuentre cada persona. Pero igual hay que destacar que hubo jóvenes que eligieron aquello de llegar bien a viejo.

"Los jóvenes del tercer milenio se dieron cuenta de la importan cia de envejecer bien. Está instalado en el inconsciente colectivo que el estrés es malo y que lo mejor es la plenitud física y mental. Los jóvenes miran otras generaciones que sólo buscan lo material: uno nace, trabaja, consume y muere; es la fórmula de la mala sangre", dice a Clarín Juan Hitzig, especialista en biología del estrés y envejecimiento al analizar el trabajo que hizo la encuestadora D'Alessio Iroll a pedido de la Revista Selecciones.

"Es sorprendente que se acepte y adopte el deseo de llegar a viejo, más aún teniendo en cuenta que el promedio de edad de los encuestados fue de 38 años -dice Graciela Zarebski, directora de la Licenciatura en Gerontología y la Especialización en Psicogerontología de la Universidad Maimónides-. Hasta hace unas décadas, los ideales se referían a temas de mediana edad: una familia, status, posición económica. Luego, se anticipaba un camino de bajada que no daba lugar al deseo de llegar. Este resultado muestra cómo está cambiando la expectativa de llegar a viejo. Creo que es por las campañas de concientización y los programas que apoyan el envejecimiento saludable, y la presencia de mayores activos que muestran que se puede ser longevo con buena calidad de vida".

En las últimas cuatro décadas la expectativa de vida aumentó en el país 20 años. Hoy es de 76 años, en promedio. Hay casi cinco millones de argentinos con más de 65 años (el 14% de la población). Y la imagen que transmiten no es la de los clásicos abuelos achacados, sino la de gente con ganas para seguir pasándola bien. Por eso, a la tercera edad hasta se la comenzó a llamar tercera juventud.

"Envejecer bien física y mentalmente tiene que ver con el deseo más básico, que es donde se apoyan todos los demás. Pedir por la vida, desear vivir, es querer tener garantizada la vida -opina Vanesa Starasilis, psicoanalista, coordinadora docente y supervisora del Centro Dos-. El otro deseo, el de viajar, también es pedir por la vida, es una metáfora de lo mismo, ya que para viajar hay que estar sano, tener el dinero, y compañía. Es decir, para viajar hay que tener disponibilidad psíquica", agrega Starasilis.

Comparando hombres y mujeres, si bien los dos ponen en primer lugar llegar sanos y lúcidos hasta el final, ellas destacan también el placer de viajar y tener una casa propia. Los solteros privilegian encontrar al amor, mientras que los separados eligen viajar. Los que no tienen hijos, destacan el deseo de ser padres.

El trabajo aclara que muchos de los que eligieron ser ricos o ganar la lotería lo hicieron porque ya tenían resueltos positivamente los aspectos familiares o de salud. Dijeron: "Me gustaría ser rica, pero porque ya estoy casada, tengo hijos y trabajo", o "Quisiera tener más plata para disfrutar de lo que me gusta sin tener que luchar por el sustento".

Hubo quienes eligieron deseos relacionados con la fantasía: "Ser inmortal", "Volver a la infancia", Para Zarebski es un resultado optimista: "Indica que nos reconciliamos con la idea de envejecer. Lograrlo depende de cada uno. El deseo debería transformarse en un compromiso de armar la propia vida de cara al futuro. Ser lúcido a tiempo, trabajar el físico, la mente y los vínculos. No defraudarse, ser protagonista de la propia vida. Mantener los deseos, renovarlos, seguir en la búsqueda y realizarlos hasta el último día, favorece mantenernos activos física y mentalmente".

http://www.clarin.com/diario/2007/12/30/sociedad/s-04415.htm

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