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Los abuelos ya se animan a manejar nuevas tecnologías

Aún cuando la creencia general indica que los cibers, el messenger y el e-mail son cosas de chicos,abuelas y abuelos han decidido arremangarse, tomar cursos y aprender a manejar la PC. Internet, herramienta indispensable.

Diario Perfil
05.01.2008

A pesar de la fácil asociación entre juventud y tecnología, muchas personas de la tercera edad están hoy a la vanguardia de la cibernética. Abuelos y abuelas que se vuelcan a las últimas tecnologías como una estrategia para combatir el aislamiento, mantener puntos en común con las nuevas generaciones y sostener el contacto con seres queridos lejanos.

En el blog A mis 95.blogspot.com , que ganó notoriedad mundial al ser premiado recientemente, María Amelia cuenta vivencias, costumbres y hasta relata peripecias de la tercera edad. El caso de Amelia es sólo la punta del iceberg de un nuevo fenómeno que también cala hondo en la Argentina.

Pilar Abadie Arriaga tiene 74 años, 3 hijos propios, 3 de su marido y 17 nietos en total. Después de años de observar a toda su descendencia sumergida en la temática, se decidió a tomar un curso de Windows. “Al principio le tenía un poco de miedo a la máquina, pero una de mis nietas me dijo: ‘Dale sin temor porque antes de borrar algo te va a preguntar dos veces’”, cuenta.

Hoy Pilar se jacta de poder bajar música y hasta arreglar fotografías. No obstante, reconoce que lo más gratificante que le dio el uso de la computadora es poder comunicarse con su hijo y sus nietos que viven en Barcelona: “Es una maravilla para mí, porque es como si estuvieran acá”, dice feliz.

Aunque parezca extraño ver a una señora septuagenaria chateando o buscando información en Internet, Pilar no es una excepción.

Los abuelos saben que si no se adaptan a las formas predominantes de comunicación, corren el riesgo de quedarse afuera de los intereses de sus hijos, pero sobre todo de sus nietos.

“Me gusta estar acompañando a mis nietos en todo lo que pueda, y para eso me esfuerzo en estar a la par. No quiero que ellos hablen y no entender de qué hablan”, asegura Norma Dubini. Esta abuela de 78 años todos los días manda mails y chatea un poco, pero su prioridad es no perder la relación con los más jóvenes.

En realidad, esta generación de abuelas y abuelos no fueron ajenos a la innovación acelerada de los últimos tiempos sino que fueron moldeados por el gran desarrollo tecnológico y comunicacional que comenzó con la llegada de la televisión en los 60. Sin embargo, ante el intento por acceder a Internet, los desafíos pueden ser mayores. Muchas veces no tienen la misma agilidad de quienes crecieron frente al monitor, pero se esfuerzan por alejar los temores. “Cuando no podía hacer algo, apagaba la máquina. Al principio lloraba, me anotaba todo pero luego aprendí a probar”, cuenta Lita, otra abuela cibernética de 77 años.

Las anécdotas son por demás risueñas, desde la tentación de manejar la máquina tocando la pantalla hasta hablarle a la PC. Pero los abuelos de hoy también se dan el lujo de jugar como los más chicos. “Un día mi nieta dejó el messenger abierto en mi casa y se fue. Se conecta un chico y le dice: ‘Como estás, divina, te vi el otro día y estabas preciosa’. Yo le dije que estaba de acuerdo con él, que ella era divina y preciosa, pero que estaba hablando con la abuela. El chico no me creía, decía que era imposible, que las abuelas no chatean”, cuenta Pilar entre risas.

Internet como herramienta cívica

El acceso a las nuevas tecnologías es un imperativo. Pero la adquisición de esa capacidad puede ser una herramienta aún más poderosa cuando hay que manifestarse. Clara Barbero es una docente de 65 años. Ya en la época de las antiguas Commodore 64 tuvo un primer contacto con la computación y más tarde tomó cursos. Pero hizo falta que ocurriera Cromañón y la muerte de Milena Aramburu, para que Clara encontrara en esas tecnologías un arma,

“Milena era la novia de mi hijo, tenía 22 añitos... no podía ser”, cuenta emocionada Clara. La reacción inmediata fue contactarse con otros deudos, buscar organizarse, armar una forma efectiva de reclamar justicia. “A partir de eso empecé a entrar en foros, a revisar los diarios por la red para analizar cómo los medios trataban el tema, tuve que aprender cosas”, cuenta. Entre otras actividades on line, ayuda a sostener el sitio www.quenoserepita.com.ar

http://www.diarioperfil.com.ar/edimp/0222/articulo.php?art=5017&ed=0222

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