¿Cómo influyen los hábitos de vida en la vejez?
A medida que pasan los años se vivencian cambios en el cuerpo, en la mente y en la relación con los otros. Saber asumirlos y sacar ventaja de ellos es favorable para transitar un proceso de envejecimiento saludable y activo y disfrutar de las todas las etapas de la vida.
Natalia Muñiz
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Los especialistas destacan que cada persona envejece como ha vivido, derribando así el mito de que “todos envejecemos de la misma manera” y que “vejez es sinónimo de enfermedad”; y afirman que siempre se está a tiempo de cambiar hábitos pocos saludables.
En este marco, la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría (SEGG) junto con la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Obra Social de Caja Madrid brindaron una serie de recomendaciones para aprender a envejecer, y autorizaron a este diario a publicarlas.
Estas recomendaciones se editaron en una serie de folletos bajo el título “Saber envejecer”, donde se trataron temas como los cambios corporales, los controles de salud, la alimentación, el sueño, la prevención de caídas, la depresión, la familia, la participación social, entre otros, que se pueden encontrar en la página de Internet www.segg.es, en el punto “Guía y recomendaciones”.
“Nos contaron mil historias sobre la eterna juventud y sobre qué tenemos que hacer para aparentarla por encima de todo. Pero vivir es envejecer, vivir es cambiar”, se destaca en una de las recomendaciones y agrega “vamos a envejecer lo queramos o no, pero en nuestras manos está poder hacerlo en mejores condiciones de salud y bienestar”.
En este punto, se destierra uno de los típicos mitos “la vejez no es una enfermedad”, por lo cual no hay necesidad de sentirse enfermo simplemente por tener muchos años.
Sin embargo se aclaró que “aunque el envejecimiento no trae obligatoriamente la dependencia, al ir cumpliendo más años, lo que sí ocurre es que uno se puede volver más frágil. Por eso se tiene que poner todo lo que está a al alcance para poder vivir el mayor tiempo posible en las mejores condiciones. Y esto sólo es posible si cambiamos nuestros estilos de vida”.
Los hábitos
Algunas de las recomendaciones son:
.- Aprende y aumenta tus conocimientos. Estimula el cerebro a través de actividades: estudiar, leer, hacer crucigramas, recordar la lista de la compra de memoria.
.- Realiza ejercicio físico, siempre bajo el control del médico.
.- Participa en proyectos, realiza cosas, planifícalas, llévalas a cabo.
.- Deja de fumar.
.- Relaciónate. No estés solo.
.- Realiza cosas que te gusten: cantar, bailar, jugar, pasear. Recuerda que actividad es igual a salud.
.- Vigila lo que comes. Adopta una dieta equilibrada rica en fibra, vegetales y frutas y baja en grasas.
.- No te automediques. Toma solo lo recetado por el médico.
En tanto se remarcó que los cambios de estilos de vida para favorecer un envejecimiento activo “sólo se logran con esfuerzo e implicación”.
Recuadro: Diferencias según el género
Durante mucho tiempo se creyó que los hombres y mujeres envejecen de la misma forma, generando el mito de que “todos los adultos mayores se asemejan”, lo cual hoy se sabe que no es cierto. Cada uno envejece como ha vivido, e incluso hay diferencias según el género.
Al respecto, la Sociedad Española de Gerontología y Geriatría (SEGG) enumeró una serie de recomendaciones:
.- Para mujeres: A medida que se envejece, aumentan las “probabilidades de tener algún problema de salud, no se ve ni se oye bien, se olvidan algunas cosas, se puede tener pérdida de orina, a veces se siente tristeza”, pero se aseguró que poder “evitarlo o reducirlo” está al alcance “actuando de manera inteligente, cambiando algunos comportamientos y aceptando algunas limitaciones”.
Hacer ejercicio; cuidar la alimentación; acudir a los médicos y seguir sus recomendaciones; volver a disfrutar de la amistad; aprender cosas nuevas; y mantener y cuidar las relaciones sociales -además de la familia- son hábitos importantes en esta fase de la vida.
Asimismo se remarca la necesidad de dedicar tiempo para el propio cuidado. Y se hizo hincapié en que no es necesario aparentar la edad que no se tiene: “Hay formas de belleza que solo se alcanza con la edad: la elegancia, la personalidad, la comprensión. Si se está a gusto con el cuerpo y la edad una se siente más favorecida y bella” y así también la verán los demás.
.- Los hombres: Con el paso de los años se producen cambios físicos, psicológicos y sociales. En este sentido se recomendó dejar de lado lo que los demás esperan de uno a esa edad, y agregó “la experiencia de envejecer tiene muchas ventajas que hay que saber reconocer y aprovechar”.
Al respecto se indicó que es un buen momento de realizar los planes postergados, las actividades que atraían y no se podían hacer por falta de tiempo; pero sin cerrar la puerta a nuevos intereses.