Ramona Lamascola pensó que estaba perdiendo a su madre de 88 años como consecuencia de la demencia. Pero la estaba perdiendo por el exceso de medicación.
La Nación
Sábado 5 de julio de 2008
El pasado otoño, su madre, Theresa Lamascola, del Bronx, que sufría de ansiedad y estado de confusión, fue medicada con la droga antipsicótica risperidona. Cuando tuvo problemas para caminar, su hija la llevó a otro médico, el que la había tratado de más joven, quien encontró que ella tenía hipertiroidismo no reconocido, una dolencia que podía contribuir a la demencia.
Theresa Lamascola fue llevada a un geriátrico para controlar estos problemas, pero las cosas fueron cada vez peor. "Mi madre gritaba y además se babeaba y se retorcía", aseguró Lamascola, que es enfermera pediátrica. El psiquiatra del geriátrico suspendió la risperidona, ya que puede provocar crispación y tics vocales, y le prescribió un sedante y otros dos antipsicóticos.
"Yo sabía que las drogas le iban a hacer esto ?dijo su hija?. Yo le dije al médico que suspendiera la medicación y dejara a mi madre." Hasta que otro médico le quitó las drogas, ella no comenzó a mejorar.
El uso de medicamentos antipsicóticos para tratar la agitación, la conducta alterada y los desbordes de pacientes con demencia ha aumentado especialmente entre los ancianos. Las ventas de nuevos antipsicóticos totalizaron 13.100 millones dólares en 2007, cuando en 2000 había sido de 4.000 millones, según IMS Health, una compañía que brinda información sobre el cuidado de la salud.
En parte este aumento puede deberse a las prescripciones que se realizan en los geriátricos. Los investigadores estiman que, en los Estados Unidos, alrededor de un tercio de los pacientes de esas instituciones han recibido drogas antipsicóticas.
El incremento continúa a pesar del ruido hecho por la publicidad en contra. Un estudio de 2006 de pacientes con Alzheimer encontró que para la mayoría de ellos, los antipsicóticos no le brindaban una mejoría significativa respecto de los placebos para el tratamiento de la agresión y los delirios.
En 2005, la Administración de Alimentos y Drogas (FDA), de los Estados Unidos, ordenó que las nuevas drogas llevaran una etiqueta que advirtiera sobre el alto riesgo de muerte. La semana pasada la F.D.A. solicitó que se colocara una advertencia similar en las etiqueta de los antipsicóticos ya existentes con anterioridad.
La administración no ha aprobado la comercialización de estas drogas para las personas mayores que sufren de demencia pero son igualmente prescriptas a esos pacientes. Varios estados han demandado a los principales vendedores de antipsicóticos por el cargo de comercialización falsa y engañosa.
Uso indebido
Muchos doctores afirman que el uso indebido de las drogas se halla muy extendido. "Estos antipsicóticos pueden ser utilizados en exceso y puede haber abusos ?afirmó el doctor Johnny Matson, profesor de psicología de la Universidad Estatal de Louisiana?. Y hay mucho abuso en muchos de estos lugares."
El doctor William D. Smucker, miembro de la American Medical Directors Association, un grupo de profesionales de la salud que trabaja en geriátricos, estuvo de acuerdo.
A pesar de que el grupo alienta a los médicos para que realicen un diagnóstico completo y prescriban antipsicóticos sólo como último recurso, afirmó, "muchos médicos se ausentan sin permiso del hogar para ancianos y no asumen un papel activo en el diagnóstico del paciente".
La primera generación de antipsicóticos tiene un riesgo importante de provocar desórdenes de movimientos repetitivos y sedación. La segunda generación, llamados también atípicos, son más recetados porque el riesgo de desórdenes en el movimiento es más bajo. Pero también pueden causar sedación y favorecen el aumento de peso y la diabetes.
Utilizadas correctamente, las drogas tienen un papel importante en el tratamiento de algunos pacientes dementes que pueden hallarse incapacitados por la paranoia o son autodestructivos o violentos. Controlar la conducta puede protegerlos y permitirles vivir en su hogar lo que es mejor que estar en un asilo.
Si se receta un antipsicótico, debe hacerse en dosis muy bajas y por el período necesario más breve posible, dijo el doctor Dillip V. Jeste, profesor de psiquiatría y neurociencia de la Universidad de California, San Diego. Puede llevar unas pocas semanas o meses controlar la conducta. Luego, en muchos casos, el paciente puede ser apartado de la drogas o recibir dosis muy bajas.
"A veces es suficiente con enfrentar los problemas de conducta de manera que la familia pueda vivir con el paciente y no se quede expuesto a demasiado riesgo", aseguró el doctor Gary J. Kennedy, director de psiquiatría geriátrica del Centro Médico Montefiore, en el Bronx.
Otros expertos citan la falta de investigación que apoye el uso de estas drogas para problemas de conducta. Si los pacientes comienzan a mostrar síntomas de conducta demencial, según los médicos, primero deberían ser sometidos a tratamientos médicos y psiquiátricos completos, especialmente si los síntomas se desarrollan repentinamente.
"Sólo porque alguien tenga 95 años no significa que uno no deba realizar un tratamiento, especialmente si se ha sido sano", afirmó el doctor Kennedy.
Las causas habituales de los síntomas incluyen miniataques cerebrales, hemorragias cerebrales por un golpe en la cabeza no muy fuerte, hipotiroidismo, deshidratación, mala alimentación, depresión y desórdenes del sueño.
Algunos doctores señalan que con sólo prestar atención a un paciente internado en un asilo se pueden mejorar los síntomas de demencia. Destacan que en pruebas al azar con drogas antipsicóticas para la demencia, del 30 al 60% de los pacientes de grupos con placebo mejoró.
"Eso sorprende ?dijo el doctor Jeste?. Estos pacientes dementes severos no responden al poder de la sugestión. En cambio, reaccionan ante la atención que reciben cuando participan en una prueba clínica. Reciben tanto el TLC (sigla en inglés de un tratamiento especial basado en la ternura y el afecto), como un buen cuidado general médico y humano que no recibían hasta entonces. Eso es algo triste porque habla de la manera en que tratamos a los pacientes con demencia."
Laurie Tarkan
Traduc. María Elena Rey
http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1027513