Recomendaciones para evitar la fragilidad y dependencia
Desde hace décadas se vive una revolución demográfica dado que cada vez más personas llegan a la vejez y a la vez son más longevas, producto de los avances tecnológicos, sanitarios y sociales, entre otros. Pero la pregunta es cómo lograr que esos años de vida ganados sean de calidad.
En este marco, tras el aumento de la expectativa de vida, el grupo poblacional que más crece es el denominado “old oldest”, “los viejos más viejos”, quienes tienen 80 años y más.
Varias son las recomendaciones realizadas por gerontólogos y geriatras a fin de lograr llegar a la tercera y cuarta edad con una buena calidad de vida y disminuir los factores de riesgo que llevan a la fragilidad y a la temida -y en muchos casos evitable- dependencia.
Alicia Muñiz
Diario Popular
30 de agosto
Evitar la dependencia
Al respecto, el médico geriatra Gerardo Gastrón destacó que se debe trabajar en la promoción de la salud y en la prevención de las enfermedades para mantener o mejorar la calidad de vida durante el proceso de envejecimiento y para evitar que aquellas personas frágiles no se hagan dependientes.
En este punto sostuvo que es mucho menos costoso, tanto a nivel emocional como económico, evitar el pasaje de la fragilidad a la dependencia porque luego esa persona deberá ser asistida, cuidada permanentemente.
Asimismo aseguró que la implementación de políticas adecuadas para mejorar la calidad de vida y aumentar la esperanza de vida no es tan difícil ni caro si los políticos toman conciencia de la importancia del tema porque hay herramientas y recursos para utilizar.
Las recomendaciones
En tanto, a nivel individual, Gastrón señaló que varias son las medidas “fáciles y económicas” que se pueden implementar:
.- Disminuir el riesgo de la dependencia.
.- Cuidar la higiene y seguridad en hogar.
.- Prevención de accidentes, como por ejemplo la instalación de detectores de humo o de temperatura del agua del baño -porque cuando uno se quiere acordar ya se quemó-, aprender técnicas de reanimación cardiopulmonar.
.- Evitar el sedentarismo -una tema de mucha importancia para los adultos mayores y que tiene un costo mínimo-.
.- Realizar exámenes de vista y oído. Si uno no ve o escucha bien se corren riesgos de caídas y consecuentes fracturas.
.- Eliminación y disminución de tabaco y drogas.
.- Evitar la automedicación.
.- Ser cuidadoso con la higiene bucal.
.- Obtener información sobre conductas sexuales de riesgo. Usar preservativo.
.- Tener conciencia sobre posibilidades y limitaciones, propias de la edad.
.- Aplicarse la vacunación antigripal y la antitetánica.
“Todas estas medidas son fáciles, económicas y corresponden a la prevención primaria”, manifestó el profesional, y agregó: “También está la prevención secundaria, donde si se manejan bien los medios para el diagnóstico, tratamiento y rehabilitación se evita el avance de las enfermedades, deficiencias, la discapacidad y la dependencia”.
En este sentido señaló que “hoy hay marcadores precoces de muchas enfermedades como el cáncer de mamas, la hipertensión, el colesterol, la diabetes, la artrosis, la osteoporosis”. Y afirmó que si se disminuyera el riesgo de fracturas “se prolongaría la vida de la gente mayor mucho más que si se invirtiera en otros tratamientos, como por ejemplo cáncer”.
De igual forma remarcó que las patologías mentales se pueden evitar o retrasar su aparición, por ejemplo con la estimulación de la memoria y la prevención de la depresión.
En tanto, el profesional indicó que incluso se avanzó en la prevención de la enfermedades en un tercer nivel, como lo es en la rehabilitación cardíaca.
Recuadro: Envejecimiento poblacional
El médico geriatra Gerardo Gastrón explicó que “el envejecimiento social corre por una cuerda separada de lo que es el envejecimiento individual, aunque parezca lo contrario”.
Al respecto señaló que “todos envejecemos, yo, el de al lado, la persona de 80 años, pero a nivel social entran en juego distintas variables”, como la baja tasa de natalidad, la tasa de mortalidad, el aumento de la expectativa de vida y las migraciones internas y externas -donde por lo general quienes migran son los jóvenes-.
En este sentido, Gastrón indicó que “los geriatras podemos hacer un montón de cosas por los adultos mayores para que aumente el envejecimiento individual, como hacer hincapié en la promoción de la salud y en la prevención de enfermedades, pero si hablamos en términos de población en general hay que pensar en salud pública y en decisiones políticas”. Y enumeró:
.- Implementación de programas sanitarios.
.- Obras de infraestructura de vivienda y transporte.
.- Utilización de los recursos humanos existentes y formación, como por ejemplo en enfermería geriátrica.
.- Combatir la pobreza.
.- Programas para la continuidad de cuidados después de una internación -como centros de día, atención domiciliaria-.