El diagnóstico del defensor de la Tercera Edad, Eugenio Semimo, es tajante: el proyecto ideado por el Gobierno para garantizar la movilidad de los haberes jubilatorios, -que ya tiene media sanción de la Cámara de Diputados y que esta tarde comenzará a ser debatida en el Senado-, no sólo no concretará el objetivo para el que fue creado, sino que tampoco cumple con el fallo de la Corte Suprema que ordenó al Congreso ocuparse del tema.
En un reportaje con lanacion.com, el funcionario, que participará de la ronda de consultas que se inicia esta tarde en las comisiones del Senado, advirtió además sobre los límites que, afirmó, contiene la iniciativa. Incluso se mostró poco confiado en que cambios de último momento en el Senado alcancen para revertir el panorama.
Además, alertó que, mientras el Gobierno no sincere las cifras de la inflación, ninguna medida para los jubilados resultará suficiente.
- ¿Cómo evalúa el proyecto que impulsa el Gobierno?
-La media sanción que dio Diputados no cubre las expectativas que generó la decisión de debatir la movilidad. Primero, porque utiliza una fórmula que, al incorporar la recaudación, convierte la movilidad en un conjunto de topes sucesivos y deja de ser verdadera movilidad. Esto no tiene nada que ver con lo dictado por la Corte Suprema en el caso Badaro, donde se plantea claramente que el haber jubilatorio debe ser sustitutivo del haber del activo. Además, establece que la base del reajuste de los jubilados debe ser justamente, el salario de los trabajadores activos. Todo esto genera dudas.
-Tal como está planteada, ¿la iniciativa garantiza la movilidad?
-No. Creo que va a haber una gran desazón en los jubilados, porque se generó una expectativa que, en ningún caso, va a ser cumplida.
-¿Y si se introducen cambios en el Senado?
-Tampoco. La movilidad no va a resolver el problema central, que es el de los haberes que están totalmente depreciados y cuyo mínimo no guarda relación con la cobertura de las necesidades básicas.
-¿Qué modificaciones deberían hacerse para que el proyecto se ajuste a lo que ordenó la Corte?
-Habría que incorporar como única base de ajuste el Ripte [índice de remuneración imponible promedio de los trabajadores estables], que es la variación salarial conforme el índice que elabora el Ministerio de Trabajo.
-Pero el Ripte fue incluido por la Cámara de Diputados en el cálculo que fija la ley
-Sí, pero lo incluye dentro del 50 por ciento de la variable sueldo y termina por quedar desdibujado por el sistema de topes que resulta de considerar la recaudación como variable.
-¿Y cómo podría resolverse esto?
-Sin lugar a dudas, el Ripte debería ser el único indicador utilizado para calcular la totalidad del ajuste.
-¿El proyecto del Gobierno achata la pirámide de las jubilaciones?
-La pirámide ya está achatada desde el momento que el 76 por ciento de los jubilados gana la mínima de 690 pesos, con la que cubre sólo el 30 por ciento de sus necesidades básicas. Esta ley en nada contribuye a volver más equitativos los haberes.
-¿Cuándo debería aplicarse el primer ajuste?
-Primero tendría que discutirse sobre qué mínimo va a aplicarse la movilidad. Porque el 76 por ciento de los jubilados gana la mínima. Cualquiera sea el reajuste que se aplique a esa cifra, si esperamos a marzo, va a ser realmente irrisorio, porque lo va a absorber la inflación acumulada. La clave está en la jubilación mínima, que debería llevarse a un valor equivalente al salario mínimo vital y móvil que se fijó en $ 1240.
-¿Cómo puede evitase el impacto de la inflación mientras el Gobierno siga manejándose con las cifras del Indec?
-Justamente, lo primero es que se reconozca la verdadera inflación. Si se toman los números del Indec como ciertos, las enmiendas y reajustes siempre van a ser insuficientes para los jubilados.
-¿Qué ocurre con el 82 por ciento móvil?
-Es uno de los puntos centrales que el proyecto no contempla. Sin embargo, el problema de fondo es la ley Cavallo que es la que genera estos problemas. Por ejemplo, la ley fija que el haber inicial se calcula sobre los últimos 120 meses de aportes. Esto es una aberración porque esos últimos meses no son los mejores en la vida laboral activa de nadie. Además, la actualización de estos 120 meses no se hace a valores constantes y es allí donde el jubilado sufre primer gran desfasaje respecto de lo que cobra un trabajador activo. Además, todos los componentes no remunerativos del salario no se computan en la jubilación.
-¿Debería contemplarse la intangibilidad de los fondos de la Anses?
-Después de lo que en su momento ocurrió con los depósitos, quedó demostrado que en la Argentina las cláusulas de intangibilidad no se respetan. Los fondos de la Anses son parte de un sistema de reparto, por lo cual no debieran ser tocados como hoy ocurre con resultados gravosos para el jubilado. La Anses le prestó fondos al Estado al 8.5 por ciento, mientras que el Estado tomó fondos del exterior a más del doble.
-¿Cuántos son los juicios en contra del Estado por este tema?
-Alrededor de 60.000 y están ingresando muchísimos más.
-¿A qué responde el aumento?
-A que la gente que gana la mínima es cada vez más y que la brecha entre lo que cobra y sus aportes históricos es cada vez mayor.
"MIENTRAS ELLA ESTÁ EN BRASIL EL GOBIERNO TRAMPEA A LOS JUBILADOS"

Elisa Carrió embistió con dureza contra el proyecto de movilidad jubilatoria que impulsa el Gobierno.

"Los jubilados están frente a una gran trampa, porque la actualización de los haberes es prácticamente nada frente a la inflación, y no se recompone ni siquiera las jubilaciones de más de 1000 pesos congeladas durante mucho tiempo", arremetió.

Aunque calificó la visita oficial de Cristina Kirchner a Brasil de "positiva", advirtió: "Mientras ella está en Brasil, su propio gobierno trampea a los jubilados de manera escandalosa".