Bajo el lema "La depresión no conoce fronteras", los especialistas recuerdan que uno de cada seis europeos sufrirá un episodio en algún momento de su vida
JANO.es · 09 Octubre 2008
La depresión constituye hoy en día un problema de salud de elevada trascendencia y con graves repercusiones, tanto para el paciente como para los familiares y la sociedad en general. Según la Organización Mundial de la Salud, en el año 2020 la depresión será la primera causa de discapacidad en todo el mundo, solamente superada por las enfermedades cardiovasculares.
Por este motivo, hoy 9 de octubre se celebra el Día Europeo de la Depresión, bajo el lema "La depresión no conoce fronteras", iniciativa de la European Depression Association, que en nuestro país cuenta con la colaboración de la Sociedad Española de Medicina de Familia y Comunitaria (semFYC), la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN), la Sociedad Española de Medicina General (SEMG), la Sociedad Española de Psiquiatría, la Sociedad Española de Psiquiatría Biológica, la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES) y la asociación Alianza para la Depresión, con el apoyo de Wyeth.
El objetivo de este proyecto es realizar un llamamiento a la población europea sobre la necesidad de una mayor sensibilización sobre esta patología cada vez más frecuente. También se pretende instar a los estamentos políticos, sanitarios y sociales para que promuevan acciones encaminadas a proporcionar los recursos necesarios para poder afrontar y mejorar el abordaje de esta enfermedad, tanto en el diagnóstico como en el tratamiento.
El Dr. Juan Manuel Mendive, responsable en España de la organización del Día Europeo de la Depresión, comenta que "se trata, sobre todo, de una jornada de sensibilización sobre lo que supone la depresión, no sólo por la carga de la enfermedad en sí para el individuo, sino lo que representa para las familias y la sociedad en general".
El lema "La depresión no conoce fronteras" invita a reflexionar sobre el avance de esta enfermedad en nuestra sociedad. "Se quiere trasmitir por una parte que la depresión puede afectar a cualquiera, independientemente de su condición o procedencia, y por otra, que las fronteras de la depresión van más allá dependiendo de la evolución de la enfermedad", explica el Dr. Mendive.
José María Sánchez Monge, presidente de la Confederación Española de Agrupaciones de Familiares y Personas con Enfermedad Mental (FEAFES), añade que "la depresión es una enfermedad que puede afectar a todo tipo de personas, y son cada vez más quienes pasan por un episodio de depresión". Sin embargo, en opinión de Sánchez Monge, "la sociedad todavía tiende a culpabilizar a estas personas cuando se trata de una enfermedad como cualquier otra, lo cual, además de ser tremendamente injusto provoca situaciones de discriminación y dificulta su recuperación".
Para transmitir este mensaje, el Día Europeo comprende la realización de una campaña de sensibilización, dirigida tanto a la población general como a los profesionales médicos. Hoy 9 de octubre se distribuirán dípticos informativos sobre aspectos generales de la depresión en todos los aeropuertos y estaciones de tren españolas. Igualmente, se facilitará material específico informando sobre esta iniciativa, sobre la depresión y sobre las pautas para ayudar a su manejo en la consulta a todos los médicos de atención primaria españoles, ya que es en su entorno asistencial donde de manera prioritaria se diagnostica y se trata este padecimiento.
Y es que "el médico de atención primaria desempeña un papel fundamental, tanto en la posibilidad del diagnóstico como en el tratamiento y seguimiento de la mayoría de pacientes, así como en la eventual derivación al especialista en salud mental en los casos necesarios", apunta el Dr. Mendive.
Repercusión personal, familiar, laboral y social
"Se ha comprobado que la depresión es cada vez más frecuente -afirma el Dr. Mendive-, y que produce una importante repercusión tanto a nivel personal y familiar como a nivel laboral y social".
El Prof. Jerónimo Sáiz, jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid y catedrático de Psiquiatría de la Universidad de Alcalá de Henares, hace hincapié en este aspecto y subraya que "la depresión es una de las enfermedades más importantes desde el punto de vista de la salud pública en el mundo occidental –por su prevalencia y la carga de discapacidad que lleva consigo- y a la que hay que dedicar una gran atención".
Aunque resulta difícil proporcionar cifras en este sentido, se estima que hasta el 15% de la población española sufrirá depresión, es decir, hasta una de cada seis personas aproximadamente padecerá esta enfermedad en algún momento de su vida y, al menos, el 50% de éstos volverá a recaer posteriormente. Por este motivo, el diagnóstico, tratamiento y evolución de la depresión debe enfocarse actualmente como si se tratase de una enfermedad a largo plazo, y no como si sólo tratáramos un único episodio depresivo.
En la mujer, la depresión es más frecuente, siendo la proporción respecto al hombre de dos a uno. Esta mayor prevalencia entre las mujeres obedece a una variedad de razones, según explica el Prof. Sáiz: la biología (la constitución hormonal impone una serie de cambios desde el punto de vista de la vulnerabilidad del sistema nervioso); la maternidad (el posparto es el desencadenante de depresión más potente y mejor conocido); las circunstancias sociales y culturales (la mujer en nuestros tiempos tiene que asumir una serie de roles muy variados y una serie de tareas a veces poco gratificantes y agradecidas); y la educación.
"También es posible que en el varón otros problemas médicos y psiquiátricos como el consumo de alcohol o de drogas (más frecuente en hombres) enmascaren más casos de depresión", añade este especialista.
Respecto a la edad, el inicio de esta enfermedad suele producirse alrededor de los 40 años, aunque las depresiones muy graves empiezan en población joven (en la segunda década de la vida, entre los 15 y los 25 aproximadamente).
Reducir las recaídas
Un problema no muy conocido, aunque muy preocupante, es que hay un número importante de casos de depresión -alrededor del 20%- que no llegan a recuperarse del todo. Es decir, mejoran pero siguen teniendo síntomas residuales.
Asimismo, en las depresiones graves hay una tendencia importante a sufrir recurrencias. De hecho, cuanto mayor es su gravedad, la recurrencia es mayor.
Para los profesionales médicos llegar a la remisión o a la recuperación completa es muy importante en la depresión porque las secuelas menores pueden ser también muy invalidantes (de cara a la vida social del paciente o a su rendimiento en el trabajo).
Aproximadamente el 30 y el 40% de los pacientes sólo sufre un episodio de depresión en su vida y la gran mayoría de ellos se recupera satisfactoriamente con el tratamiento adecuado. Sin embargo, entre el 50 y el 60% de los pacientes pueden presentar varios episodios depresivos a lo largo de la vida, es decir, recurrencias. Así, las tasas de recurrencias tras un primer episodio de depresión oscilan alrededor del 60%, tras dos episodios aumentan al 80% y después de tres episodios llegan a un 90%.
Cada nuevo episodio depresivo aumenta a su vez la probabilidad de recurrencia, por lo que la tendencia es disminuirlas e incluso prevenirlas.
En los últimos años ha aumentado el número de pacientes que sufren una recaída, por un lado porque hay más pacientes diagnosticados de depresión y por otra porque los pacientes no cumplen correctamente el tratamiento.
"Para mejorar esta situación es muy importante efectuar una detección y un tratamiento precoces, facilitar información a la población general, pacientes y familiares para que puedan afrontar mejor este problema, y que los pacientes reciban toda la atención profesional necesaria", señala el Prof. Jerónimo Sáiz.
De la misma opinión es el Dr. Mendive, para quien es preciso una mayor "concienciación sobre la relevancia del cumplimiento terapéutico entre los pacientes, e incrementar la información a los médicos sobre la importancia del establecimiento de las pautas terapéuticas adecuadas, incluyendo el tiempo necesario de acuerdo a las más novedosas evidencias".
Un tratamiento de mantenimiento a largo plazo ayuda a prevenir posibles recaídas en la depresión, algo que está constatado por estudios validados que aportan evidencia científica sobre esta cuestión.
Para Sánchez Monge, "en este tipo de trastornos es fundamental el papel de los familiares y allegados, por lo que el tratamiento debe incluir información y asesoramiento para que pueden ser parte activa del proceso de recuperación". Desde FEAFES reclaman el derecho de las personas con depresión a recibir un tratamiento que combine la medicación con tratamientos psicológicos y sociales en el entorno habitual de la persona.
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