Gerontología - Universidad Maimónides

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Enfermedad de Alzheimer

Al cierre de la conferencia de la Dra Perla Werner sobre "Métodos computarizados innovativos para la diagnosis temprana de la enfermedad de Alzheimer" el Dr. Rene Knopoff, Director de la Escuela de Gerontología de la Universidad Maimónides, pronunció la siguiente alocución:

Según investigaciones estadísticas de Evans y colaboradores, en Estados Unidos, en 1990 había 4.000.000 de personas con enfermedad de Alzheimer.
Mathews en su libro “Enfermedad de Alzheimer y los disturbios en el lenguaje” calcula la existencia de 20 a 22 millones de personas en el mundo con Enfermedad de Alzheimer. (1994)
Según palabras del Dr. Khatchaturian, en el año 2025 habrá 10 millones de enfermos de Alzheimer en los países desarrollados y 24 millones en los subdesarrollados, de no haber cambios demográficos, preventivos y sociales.

Es la cuarta causa de muerte en los Estados Unidos, después de la enfermedad cardíaca, el cancer y ACV. De acuerdo a los datos de 1997 causó 100.000 muertes en el año.
Según Breteler la prevalencia de Enfermedad de Alzheimer está en el 1% en las personas de 65 a 70 años, cerca del 2,5% al 3% de 70 a 75 años, del 5% de 75 a 80 años, del 10% de 80 a 85 años, del 18% en los mayores de 85 años.
La Argentina en los últimos 40 años aumentó su población de menos de 25 años en un 15%, la de más de 65 años cerca del 100% y la de mayores de 85 años un 250%
En nuestro país, según Dean, M. en su artículo Enfermedad de Alzheimer, en la Revista Lancet de junio de 1995, había 300.000 personas con Alzheimer.
Estos valores indican, por su número y su gravedad, un problema de Salud Pública. Es, después de las enfermedades cardiovasculares, lo que mayor discapacidad está produciendo y la tercera enfermedad más costosa, luego del cancer y de la enfermedad cardíaca.
Como vemos, es suficientemente importante como para que pensemos muy seriamente en ella.

Factores de riesgo:
1) La edad, los antecedentes familiares de demencias y ciertas características genéticas son los principales factores de riesgo, citados en la bibliografía.
La edad: ya la mencioné en la prevalencia de la Enfermedad de Alzheimer
Si bien hay que separar la Enfermedad de Alzheimer de los déficit de memoria que pueden acompañar al envejecimiento normal, el porcentaje de personas con deterioro mínimo (DCM), que desarrollan años después Enfermedad de Alzheimer es mayor que en la población general.

2) Historia familiar de demencia:
Aquellas personas que tienen un pariente de primer grado con demencia, tienen un riesgo aumentado de desarrollar Alzheimer. Este riesgo se incrementa con el número de familiares afectado.

3) El alelo epsilon 4 de la APOE es un factor de riesgo para la demencia antes de los 70 años. El que presenta un alelo E4 tiene 3 veces más riesgo de padecer Enfermedad de Alzheimer que el resto; el que tiene dos alelos E4, tiene un riesgo 12 a 15 veces mayor, si bien esta relación varía según el medio cultural, el grupo étnico y fundamentalmente el entorno y la contención social.
Hay evidencias que el sindorme de Down, el hipotiroidismo y las patologías cardiovasculares aumentan la probabilidad de padecer demencia. Esta última, en especial la demencia de tipo vascular.
Pero hay todo un aspecto poco considerado en general en el abordaje y prevención de las demencias.
Lo telealógico, los objetivos de vida. Lo propio e intranferible de todo ser humano, producto de su genética y de sus experiencias de vida, de su yo y de su entorno, de sus anhelos y de sus logros.
Cuando cambiamos los fines en medios, cuando nuestro lugar en el entorno en que nos movemos deja de valer, cuando nos pasan cosas que cambian traumáticamente nuestro eje de vida, es probable que busquemos la muerte como la salida menos dolorosa. El olvido es una forma de muerte.
Si el medio no nos escucha, si nuestra palabra deja de ser valorada, si las enfermedades de desgaste nos producen dolores crecientes, si las insuficiencias cardíacas o respiratorias van limitando drásticamente todo lo que hacíamos de valor, si lo que antes valorizábamos ya no existe, si las normas y valores se modificaron abruptamente, todos estos debemos calificarlos como serios factores de riesgo de producir demencia.
Como lo planteado es una realidad a medida que envejecemos en el mundo de hoy, debemos prepararnos para prevenir estos riesgos.
¿Cómo?
Veamos. La prevención es distinta para cada uno de ellos. El ejercicio adecuado, la alimentación saludable y correctos hábitos de vida son necesarios para evitar enfermedades cardíacas y respiratorias con lo que se disminuirán discapacidades, reducirán el riesgo de enfermedades metabólicas como diabetes y dislipidemia, disminuirán los efectos del desgaste oseo, muscular y articular, con lo que bajarán los dolores.
Si conseguimos desarrollarnos intelectualmente , si podemos pensar de nosotros mismos, si podemos introyectarnos y mirarnos en soledad dentro de nosotros, si aprendemos a conocernos, podremos mejorarnos. Podremos aprovechar la inmensa posibilidad que tenemos como seres humanos, ya que sólo utilizamos una ínfima porción de lo que tenemos y podemos.
Al ampliar la utilización neuronal y de interconexiones, disminuiremos el riesgo de deterioro. Estaremos mejor equipados.
Si incorporamos al otro en nuestro proyecto de vida, si tratamos de entenderlo y comprenderlo (comprender es co pensar y co sentir con el otro) habremos ampliado nuestro Universo.
Habremos dejado de medir el mundo sólo de nuestro yo y de nuestras miserias y limitaciones individuales, habremos crecido en objetivos.
Nuestra mirada, al ser de largo alcance, no estará empañada por el polvo de la inmediatez. Será más diáfano nuestro sentir, nuestro ser.
Tendremos mejores herramientas para dejar de creer que estamos solos, que estamos marginados. Al dar y consustanciarnos, nos sentiremos parte corresponsable del mundo en que vivimos. Nos sentiremos mejor, parte de un objetivo que vale la pena, de un fin que nos llenará plenamente.
Este enfoque, que está aún poco considerado en la bibliografía, está a nuestro alcance.
Tal vez nos ayude a disminuir la endemia más fuerte del Siglo XXI.