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Francia: la felicidad plena, a los 65 años

Los franceses son mucho más felices entre los 65 y los 70 años que cuando son más jóvenes, según un estudio definido como el "retrato social" de Francia.

Por Luisa Corradini
Corresponsal en Francia
Viernes 7 de noviembre de 2008

El Instituto Nacional de Estadísticas y Estudios Económicos (Insee) quiso evaluar de qué manera el sentimiento de felicidad de los 63,8 millones de franceses evoluciona en el curso de una existencia cada vez más larga, con una esperanza de vida actual de 77,5 años para los hombres y 84,4 para las mujeres.

El sentimiento de felicidad, según el estudio publicado ayer, "disminuye hasta la cuarentena" y aumenta después progresivamente hasta "llegar a su apogeo" entre los 65 y 70 años. A partir de ese momento, comienza a declinar, indica el Insee, que basó su investigación en las respuestas a una misma pregunta que plantea desde 1975 el instituto de opinión Eurobaromètres: "¿Está usted satisfecho de su vida?"

El "pico" de felicidad entre 65 y 70 años podría explicarse por el hecho de que, "a partir de los 60, uno ha revisado sus expectativas, adquirido experiencia y sabiduría", explica el autor del estudio, Vincent Marcus.

Después de los 70 años, las cosas "se degradan", casi siempre debido a "la muerte del cónyuge o de un ser querido" o "a problemas de salud".

Las perspectivas de ser felices serán seguramente un argumento difícil de aceptar para las víctimas de la persistente desigualdad del nivel de vida en Francia, otro de los aspectos que analiza el estudio. En 2007, el segmento más rico de la población (20%) concentraba 38,6% de los ingresos disponibles per cápita, es decir cuatro veces más que el 20% más pobre, afirma el instituto.
Inflación

Sin sorpresas, el documento también señala una aceleración de la inflación que afectó en particular a los hogares más modestos o rurales. Entre junio de 2006 y junio de 2007, el índice de precios al consumo (IPC) aumentó 3,6%, un incremento récord desde 1991.

Por el contrario, el poder adquisitivo del conjunto de los hogares franceses progresó el año pasado 3,3% (+2,6% en 2006), aunque el costo de la vivienda tuvo un peso mayor sobre los ingresos que en el pasado.

Pero la curva de la felicidad no tiene nada que ver con la curva de los ingresos, que "alcanza su apogeo alrededor de los 45 años", revela Marcus.

En ese terreno, los resultados de la investigación permiten corroborar el antiguo proverbio popular que dice que "el dinero contribuye a la felicidad", pero no sirve para explicar su evolución.

Más banal es la conclusión de los responsables del estudio cuando anotan que, si bien el poder público puede crear las condiciones para la felicidad, "su búsqueda sigue siendo una cuestión personal".

http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1067453

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