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Los 95, la edad de la plenitud

mario-roberto-alvarez.jpgEl estudio de Mario Roberto Alvarez resultó ganador de la encuesta por tercera vez. Su titular lo atribuye a la calidad de sus colaboradores y al trabajo en equipo. También agradece estar plenamente activo a punto de cumplir sus 95 años de edad y con siete décadas de trayectoria.

por Ariel Hendler.
Clarín
MARTES 11 NOVIEMBRE 2008

El hecho de que un arquitecto a punto de cumplir 95 años de edad sea elegido como el mejor por sus colegas en el Ranking de Prestigio (como ya lo había sido en 2005 y 2006, también pasados los 90) podría hacer pensar en una suerte de homenaje en vida o reconocimiento a la trayectoria.
Pero no es el caso de Mario Roberto Alvarez, quien no sólo sigue trabajando tan intensamene como lo hizo en las últimas siete décadas, sino que incluso todavía crea hitos y marca tendencias con sus proyectos más recientes, como las oficinas Urbana, en Vicente López, o la torre Aqualina, a punto de concluirse en Rosario frente al Monumento a la Bandera.

Las vueltas de la vida. A mediados de los años 50, Alvarez se presentó al concurso, junto a Macedonio Ruiz, para diseñar ese ícono rosarino ("según nuestro proyecto, el monumento era la bandera misma"), pero no ganó. Y ahora se dio el gusto de crear una torre emblemática para esa ciudad.

Más o menos por la misma época se frustró la construcción de un hotel Hilton que ya había diseñado en el terreno que hoy ocupa el edificio anexo a la Cancillería. "Como compensación, 40 años más tarde nos encargaron el Hilton de Puerto Madero", se enorgullece.
Ventajas de la longeveidad, pero también de una trayectoria prolífica y coherente.

Sobre la vigencia del estudio y el reconocimiento de sus pares, explica que se debe a un factor excluyente: el trabajo en equipo. "Siempre conté con excelentes personas, arquitectos y colaboradores. Casi todas nuestras obras tienen una gran intervención de ellos y mi decisión final, así que los aciertos son del equipo y los errores son míos", comenta.

Claro que no todo es autocrítica: también hay obras de las que se siente orgulloso: el Teatro San Martín, ("los usuarios están contentos, ¿qué más se puede pedir?"); el edificio Somisa ("el primero que se hizo con chapa en el mundo"); el American Express, con su audaz operación en el entorno de la Plaza San Martín, o la torre de Alvear y Parera, por la cual hace poco lo felicitó un vecino que había firmado un petitorio contra su construcción.

"Haber llegado a esta edad, y creo que con buena salud, es algo que tengo que agradecer cada día", asegura Alvarez. Por lo visto, sus pares que lo votaron también.«

http://www.clarin.com/suplementos/arquitectura/2008/11/11/a-01800146.htm

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