Si bien la ley que establece el traspaso de los fondos previsionales de las Administradoras de Fondos de Jubilaciones y Pensiones (AFJP) al Estado aún no está promulgada ni reglamentada, los cambios en materia de previsión social ya son un hecho. Tanto especialistas como funcionarios del Gobierno presentaron sus versiones sobre si se trató o no del mejor momento para llevar adelante la medida, en el marco de la jornada: “Nuevos Escenarios en el Sistema de Protección para Jubilados”, realizado por la Universidad Católica Argentina.

Diferentes expositores dieron cuenta de su visión sobre los recientes cambios del sistema jubilatorio, que tuvieron lugar en nuestro país recientemente, y sobre la situación a nivel internacional. En cuanto al interrogante sobre por qué llevar adelante la medida en el momento en que se hizo, las opiniones no podrían haber estado más enfrentadas.

Ante la modificación sobre uno de los aspectos sociales más sensibles, las visiones dispares y el debate no deberían sorprender. Sin embargo, la extrema oposición sobre si el momento de llevar adelante la medida era o no el indicado, es algo que ninguna de las partes dejó pasar inadvertido.

Por qué ahora
Para Javier González Fraga, simplemente “se eligió el peor mes del siglo, aún si se lo compara con la crisis del ‘29”. En este sentido, explicó que “habrá una gran cantidad de juicios en contra del Estado como resultado de la reforma previsional que se llevó adelante”.

Además, aseguró que uno de los mayores errores fue declamar “la estatización del sistema previsional” algo que significa el mayor atropello a la propiedad privada.

El economista Ricardo Arriazu, en tanto, consideró que más allá del momento, “lo que sucede es que no se debatieron los temas de fondo” considerando que “las modificaciones en el sistema previsional nacional y en todos los sistemas del mundo tendrían que poner énfasis en el problema del ‘envejecimiento de la sociedad’ algo que no se hizo”, subrayó.

Ante el auditorio, Arriazu vaticinó que "habrá un default masivo de los sistemas previsionales en el mundo".

Y señaló que el envejecimiento de la población "es a la economía lo que el calentamiento global a la ecología": hay más jubilados y menos trabajadores activos que aporten para hacer frente al pago de haberes. "La discusión en Argentina es tan lamentable que da pena", dijo, en referencia a que ese tema no está en la agenda.

“La sociedad cada vez tiene más viejos en relación con el total de la población, y eso algo que genera un impacto económico con consecuencias terribles. La relación trabajador empleado y pasivo se invierte, siendo estos últimos más numerosos, y el traspaso de los recursos son en realidad en ese sentido. Es decir, que el Estado y la ANSES son solamente intermediarios”, explicó durante si disertación Arriazu.

Además, el especialista detalló que “lo que está ocurriendo es que están aumentando los gastos del sistema jubilatorio y se desequilibra el sistema”. Ante esta situación es necesario dejar de pensar en términos de una “generación egoísta”. Tal es así como definió el especialista, al referirse a quienes deciden no tener hijos para ahorrar.

“Lo que sucede después, es que no hay quien sustente el sistema”, porque se reduce la clase activa en relación con la pasiva. Esta situación que ha sido estudiada por organismos internacionales, hace que en el futuro pueda producirse un default masivo y en ese sentido, “lo importante es cambiar de sistema, no quién lo maneje”.

Para Argentina, las proyecciones indican que en 2050 habrá 9,1 millones de niños, contra 10,3 millones que había en 2000. Y los ancianos pasarán de 3,6 a 9,8 millones. Asimismo, Arriazu opinó que para evitar la hecatombe habría que, como primer medida, elevar la edad jubilatoria.

En ese sentido, González Fraga recordó que en algún momento el país tuvo 7 aportantes activos por cada pasivo para financiar las prestaciones, pero esa relación se redujo a menos de 2 activos por pasivo. "Obviamente, el sistema va a ser insolvente en pocos años, y hablaremos de subir la edad de jubilación o bajar beneficios", afirmó.

En tanto, Amado Boudou, titular de la Administración Nacional de Seguridad Social (ANSES), quien cerró la jornada, brindó su respuesta a ese interrogante y afirmó: “Los momentos no son los mejores ni lo peores" y agregó "lo mismo se podría decir sobre la fecha en la que se tomo la decisión de crear las AFJP”.

“Lo bueno de la crisis es que expuso los problemas, los dejó en evidencia”, puntualizó el funcionario.

Por otra parte, el responsable del organismo sentenció que “el sistema jubilatorio está para resolver los problemas de los jubilados, no los del mercado de capitales”. Con esas palabras, Boudou se expresó en respuesta a uno de los temas en los que más énfasis habían puesto previamente los demás expositores.

Asimismo, Boudou volvió a defender la fórmula a través de la cual se establece el monto para las jubilaciones. En diálogo con iProfesional.com el titular de ANSES defendió la fórmula con la cual se determina el monto de la jubilaciones: “Se tomaron varios índices para calcular lo que va a pagarse porque todos los índices tienes problemas, es decir, altas y bajas y, por lo tanto se buscó sacar un promedio de manera de otorgarle mayor estabilidad a los pasivos”.

Los problemas de fondo
Otro de los aspectos abordados por Arriazu fueron los vinculados a la manera en la que se contabiliza el pago de la seguridad social. De acuerdo con el especialista, cada vez que se realiza el pago en términos de jubilación, el Estado reduce la deuda que contrajo. Sin embargo, se lo computa como un gasto dentro de la contabilidad "lo que hace que se cree una confusión contable que no se condice con la realidad".

“Tal es el grado de equivocación -resaltó-, que solamente en nuestro país aumenta así la deuda y el superávit, algo que cualquier contador puede notar que está mal”.

Asimismo, realizó un pormenorizado detalle de las tasas de natalidad en el mundo y a nivel local y aseguró que la situación en la Argentina va a ser crítica al igual que en el resto de los países.

En tanto, González Fraga aseguró que habrá una gran cantidad de juicios en contra del Estado como resultado de la reforma previsional que se llevó adelante.

En términos generales se refirió a los cambios que sufrió el sistema años atrás y consideró que “la reforma de 1994 fue un error”. Al mismo tiempo, comparó el plazo que le llevó a la Argentina decidir la reforma en comparación con los demás países.

En ese sentido dijo: “En nuestro país el cambio se decidió de un martes a un miércoles, mientras que a otros países les llevó años y los países centrales aún lo están discutiendo”.

Principalmente, durante su presentación, González Fraga consideró que el tema previsional hay que entenderlo como parte de un esquema más amplio en el que, sin eufemismos, resaltó como un punto central la pobreza.

“Si hablamos de cuánto van a cobrar los jubilados, en realidad, de lo que estamos hablando es de pobreza. Pero si nos preocupa la pobreza de los pasivos, también me preocupa la de los más chicos”, aseguró el especialista al referirse al sistema actual que está generando una cantidad de excluidos –grandes y chicos- cada vez mayor.

Asimismo, resaltó que la Argentina tiene “el récord en el deterioro de la redistribución del ingreso gracias a la volatilidad que tiene la economía”. Todos estos son temas que opinó que debían haberse discutido antes de llevar adelante la reforma, pero que sin embargo no se trataron. Entro esos puntos, planteó que no se debatió sobre cómo se va a indexar los montos de las jubilaciones, si va a ser con los salarios o con los precios.

Finalmente, González Fraga planteó que sería necesario “estudiar la relación entre igualdad, desarrollo y crecimiento” ya que tal vez el primero sea el que dé lugar a los restantes.

Como cierre de la jornada Boudou, afirmó que los fondos de las administradoras privadas serán reorientados en inversiones productivas de largo plazo. Por otra parte, consideró que una de las claves del buen funcionamiento del sistema reside en que "estamos muy bien con el superávit, y también debemos mejorar los mecanismos de control sobre los fondos ya que una buena administración resulta imprescindible".

Sobre ese aspecto, dijo que la inversión en obras de infraestructura de largo plazo es uno de los pasos que lleva adelante la gestión y destacó el caso de los trabajos de la empresa AYSA en la Ciudad de Buenos Aires y el Conurbano.

Finalmente, el titular del organismo previsional sostuvo que como la lógica del uso de los fondos previsionales también es de largo plazo “siempre se pensó- desde el nacimiento del sistema de capitalización- que ésta era una buena idea, pero nunca llegó a instrumentarse", concluyó.

Paola Quain
iProfesional.com
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