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Cuando 85 años no son nada

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Dueño de un talento que le valió premios y distinciones, Testa sigue tan vital como al comienzo de su carrera. En 2008 hizo muestras y tiene varios proyectos en marcha

La Nación
Miércoles 24 de diciembre de 2008

Clorindo Testa nació en Nápoles (Italia) el 10 diciembre de 1923, y viajó a Buenos Aires con sus padres cuando tenía apenas 5 meses. En 1941, a poco de ingresar a la Facultad de Arquitectura en la Universidad de Buenos Aires, estudió Ingeniería Electromecánica con la intención de ir a la Escuela de Ingeniería Naval, en la Universidad de La Plata. Finalmente se recibió como arquitecto en la Universidad de Buenos Aires en 1948, y en 1949 obtuvo una beca de la UBA para realizar un viaje de estudios a Europa.

Hoy, a los 85 años, muchos lo consideran un arquitecto argentino y el más importante del siglo XX no sólo por sus obras, sino porque reúne al pintor y arquitecto en una misma persona. Desde 1952 cuando realizó sus primeras muestras individuales y colectivas en diversos museos y galerías del país y el exterior, sus obras y exposiciones son una constante en la agenda cultural. La primera exposición individual fue en la Galería Van Riel, donde mostró doce obras de pequeño formato con imágenes de estructuras de puentes, máquinas excavadoras, andenes ferroviarios y grúas. En 1953, también en Van Riel, presentó nuevos temas: bicicletas, botes, máquinas de coser y ventiladores. Hacia 1956, en la Galería Antígona, exhibió obras abstractas en blanco y negro, que abrieron el camino al informalismo. En 1957 formó parte del Grupo Siete Pintores Abstractos junto a Osvaldo Borda, Víctor Chab, Rómulo Maccio, Martha Peluffo, Josefina Robirosa y Kazuya Sakai, y en 1958 obtuvo el Primer Premio en la Bienal Internacional de Punta del Este, Uruguay.

El año 1959 marcó un hito en su carrera como arquitecto, cuando ganó el concurso de construcción del Banco de Londres y América del Sur, Casa Central. El equipo estaba conformado por Sánchez Elía, Peralta Ramos y Agostini, que desarrollaron un complejo tratamiento plástico de la fachada, utilizaron hormigón y le dieron un carácter monumental al edificio, convirtiéndolo en un paradigma de la década del 60. Hacia 1961 obtuvo el Primer Premio Nacional del Instituto Torcuato Di Tella con un jurado integrado por Giulio Carlo Argan y Jorge Romero Brest. Se le otorgó el premio por una pintura informalista y en 1962, junto a Francisco Bullrich y Alicia Cazzaniga, obtuvo el Primer Premio en el Concurso de Construcción de la Biblioteca Nacional. También ganó el concurso del Hospital Naval Central de Buenos Aires y la remodelación del Centro Cultural Recoleta. Luego, el primer premio en la exposición 30 años de las Naciones Unidas en Zagreb; el Gran Premio de la XIV Bienal de San Pablo (Brasil) junto al Grupo de los Trece, y el Premio Konex de Platino en la disciplina Artes Visuales-Arquitectura en Buenos Aires. Entre sus reconocimientos fue nombrado doctor honoris causa de la Universidad de Buenos Aires y el 28 de diciembre de 2006 fue declarado ciudadano ilustre de la ciudad de Buenos Aires.

Alejandro Rapetti Para
LA NACION


http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1083712

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