Gerontología - Universidad Maimónides

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Golpe de calor en los adultos

¿Quiénes son más proclives a padecerlo?, ¿cuáles son los síntomas? Primeros auxilios y lo que no hay que hacer en días de calor.

Revista Mercado
MAR 27 ENE 2009

El golpe de calor se produce por un exceso de calor que determina un mal funcionamiento de los centros reguladores del mismo en el organismo. Es una patología grave, principalmente en los ancianos. Sus síntomas son: piel caliente y enrojecida, ausencia de sudoración, pulso fuerte y rápido, respiración dificultosa, pupilas dilatadas y una muy alta temperatura corporal. El paciente se encuentra mareado y puede perder la conciencia.

En cambio, la deshidratación por calor se debe a una pérdida excesiva de líquidos y electrolitos en el organismo. La piel está pálida y húmeda, la sudoración es profusa, el pulso débil y la respiración superficial, pero las pupilas y la temperatura corporal son normales.
Pueden sobrevenir cefaleas y vómitos.

Quienes tienen más posibilidades de padecer un golpe de calor son los bebés, niños y ancianos ya que tienen una termorregulación menos suficiente.
También aquellas personas con diarrea profusa debido a que facilita la deshidratación. Asimismo, puede afectar a las personas que viven en áreas con elevada humedad ya que esta característica reduce la eficiencia de la sudoración y disminuye la pérdida de calor corporal.
Aquellas personas diabéticas, obesas o con insuficiencia cardiaca crónica también son proclives a padecerlo porque tienen reducción de la eficiencia de la termorregulación y las personas que consumen alcohol en exceso debido a que esta circunstancia provoca deshidratación y mayor riesgo de sufrir un golpe de calor.

Síntomas de un golpe de calor

Temperatura corporal mayor de 39,5º C y que puede alcanzar los 41º C.
Piel roja, caliente y seca.
Ausencia de sudoración (signo tardío en el golpe de calor).
Taquicardia (pulso rápido).
aquipnea (respiración rápida).
Dolor de cabeza pulsátil.
Mareos.
Náuseas.
Desorientación, agitación, alucinaciones o confusión mental.
Coma.

Primeros auxilios

Trasladar al paciente a un lugar fresco, con sombra y ventilado.

Colocarlo en posición semisentada, con el cuello en extensión (no en
hiperextensión) para mejorar la entrada de aire.

Mojar la cabeza y aplicar compresas de agua fría en la frente y nuca y
eventualmente en todo el cuerpo.

Hidratarlo dándole de beber pequeños sorbos de agua fresca o bebidas
con contenido de sales minerales.

Derivación a centro asistencial para su observación.

Lo que hay que evitar

Tomar agua únicamente cuando se tiene sed. Se siente sed cuando se
lleva entre 20 y 30 minutos de deshidratado. Si la persona realizará
actividad física debe tomar líquido 30 minutos antes de empezar y cada
20 minutos durante la misma. Las bebidas colas son poco eficaces para la hidratación.

Colocarse un gorro mojado luego de mojarse la cabeza. De esta manera
se disminuye la eliminación de calor por la cabeza por el aumento de
la humedad local y puede facilitar el desarrollo del golpe de calor.

Suponer que la natación no lleva a la deshidratación. No existe la
hidratación periférica a través de la piel. Por lo tanto, la
permanencia en el agua no evita la deshidratación.

*Asesoró el Dr. Sergio Muryán – Jefe de Cardiología y Unidad Coronaria
del Sanatorio de los Arcos.